Discutir cómo discutir. Si comenzar a discutir ahora y cómo o esperar a que al menos estén presentadas todas las iniciativas de cambio al proyecto de Constitución hechas por los y las diputadas constituyentes. Discutir si se hacen subcomisiones en las ocho comisiones o no y qué le toca hacer a cada una. Discutir si da tiempo para tener audiencias públicas (además de la recepción de propuestas de la ciudadanía, que se amplió hasta el 8 de noviembre) y cuánto tiempo.

Discutir si se comienza, mientras tanto, a hacer una lista de temas “problemáticos” o de cambios ya propuestos… o no. Incluso discutir si se le dice un “problemario” o no. Y continuar la (no) discusión incluso por correo electrónico.

Discutir si se hace ya un calendario para comenzar a discutir en las comisiones o mejor nos esperamos a que esa súper coordinación de armonización (que preside Porfirio Muñoz Ledo) haga un análisis de cómo hacer para que no se empalmen unas con otras y todos y todas podamos asistir a las que pertenecemos.

En eso estuvimos esta semana en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Lo que resumo en los anteriores párrafos es la discusión de las comisiones —al menos a las que pertenezco, la de Principios Generales y la de Carta de Derechos— aunque he escuchado que es muy parecido en las demás.

En el Pleno, mientras tanto, en dos sesiones esta semana hubo desfile de propuestas de iniciativas de constituyentes. Creo que seguiríamos ahí de no ser porque el reglamento estipula que las sesiones son de, máximo, cinco horas.

Este domingo 30 de octubre, a la medianoche, termina el plazo para que nosotros entreguemos propuestas de cambio al Proyecto. Es difícil hasta saber cuántas se han presentado. Hasta el viernes eran 287; de ciudadanos se calcula que muchas más. ¿A cuántas llegaremos?

El viernes se amplió el plazo para recibir propuestas de la ciudadanía que tendrán que analizarse, discutirse e incorporarse al dictamen hasta el 8 de noviembre. Se pueden mandar al siguiente correo: a asambleacdmx@congreso.gob.mx.

Tres iniciativas para personas con discapacidad. Esta semana presenté las primeras tres iniciativas para garantizar los derechos de las personas con discapacidad. Me da mucho gusto que a las tres se hayan sumado más de 67 constituyentes de todos los partidos políticos, incluyendo los coordinadores del PRD, Dolores Padierna; del PRI, César Camacho; del PAN, Santiago Creel; del Verde, Luis Alejandro Bustos; de Movimiento Ciudadano, Alejandro Chanona; de Nueva Alianza, Gabriel Quadri; del Constitucionalista, Porfirio Muñoz Ledo, de Encuentro Social, Hugo Eric Flores y constituyentes del grupo de EPN y de Morena.

La primera iniciativa es para añadir cuatro principios a la Constitución en general. Principios que deben observarse a lo largo de todo el texto y toda política pública, como aspiración para hacerse realidad y que están tomadas de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad: “la participación ciudadana efectiva, el respeto por la diferencia y la aceptación de todas las personas, la accesibilidad universal y el diseño para todos”.

Estas dos últimas harían que al fin toda política pública o servicio tuviera que contemplar que todos podamos usarlo, y sí, también las personas con discapacidad. Es algo que es necesario para ellos y bueno para todos porque además, como vivimos cada vez más años, la Organización Mundial de la Salud calcula que en países donde la expectativa de vida supera los 70 años, todos tendremos una discapacidad los últimos 8 años de nuestras vidas.

La segunda es para añadir derechos al Artículo 16, Inciso F que ya se refiere a las personas con discapacidad. Todas son para incluir mecanismos —ya previstos en Convenciones y recomendaciones que la ONU ha hecho al país, así como otras organizaciones como Disability Rights International— que garantizarían la autonomía de las personas con discapacidad y su derecho a vivir en comunidad. Una de ellas es la “asistencia personal humana o animal para vivir en comunidad”; también precisar que la accesibilidad también debe ser a la información y a las comunicaciones y se debe respetar “cualquier forma de comunicación que elija la persona con discapacidad”. Añado dos incisos para precisar que la estancia en instituciones de personas con discapacidad debe ser preferentemente temporal y deben integrarse a la sociedad y otro para garantizar que las autoridades consulten con personas con discapacidad y organizaciones que los representan legislación y políticas dirigidas a ellos.

La tercera fue para poner un transitorio en el que se haga realidad que la Constitución, una vez que esté aprobada y se publique, se haga también en formatos accesibles para distintas discapacidades. No sólo las más conocidas como el braille, audio, macrotipos, lengua de señas mexicana, sino también en lectura fácil para personas con discapacidad intelectual (sin palabras rebuscadas, de manera sencilla). Expliqué que esto garantizaría, además que más ciudadanos conozcan el texto. La Constitución española ya está en lectura fácil, hay otros buenos ejemplos incluso de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia hecha por el ministro Arturo Zaldívar para Ricardo Adair, un adulto con síndrome de Asperger en lectura fácil. Actualmente el Tribunal Electoral del DF también trabaja una versión así de la Constitución federal.

En Carta de Derechos. Esta semana tuvimos dos días de audiencias públicas, el jueves y el viernes, tras la sesión. Fue muy interesante escuchar de viva voz peticiones de todo tipo de la ciudadanía, lo mismo de organizaciones feministas o de personas con discapacidad, de infancia, de comerciantes establecidos y también de ambulantes. Y las muchas que quieren que los animales tengan protección especial.

En esta comisión hay ya cinco subcomisiones establecidas que iremos revisando las muchas iniciativas ciudadanas que han llegado, ordenándolas, para luego comenzar la discusión artículo por artículo para elaborar el dictamen que tiene que estar listo a finales de noviembre.

También tenemos un calendario tentativo (esperando el voto de la conferencia de armonización) para sesionar todos los miércoles y recibir expertos de distintos temas los lunes. Este lunes son con expertos de derechos laborales.

En Principios Generales. Será una comisión interesante porque hay muchos “pesos pesados”, por así decirlo. Presidida por Enrique Jackson, lo mismo está Dolores Padierna que Cecilia Soto e Ifigenia Martínez. Bernardo Batiz, Elvira Daniel, Javier Quijano y el siempre culto y muy propositivo Jaime Cárdenas (sin duda es él quien más iniciativas de cambio ha presentado); Porfirio Muñoz Ledo (quien quiso presidir esta comisión, pero ahora es el armonizador, es decir, ajonjolí de todísimos los moles), Gabriel Quadri, Ernesto Cordero, Mariana Gómez del Campo, Gabriela Cuevas, Eduardo Escobedo, Claudia Aguilar Barroso.

Tuvimos dos sesiones esta semana. Una para decir, en pocas palabras, si creábamos una lista de temas a discutir llamado “problemario” o no. Padierna dijo que ella se rehusaba a llamarlo así porque el proyecto no era el problema. Y la segunda para comenzar a discutir la mentada lista, que comienza con si debemos tener un preámbulo a la Constitución o no y si sí, decidir si se discute antes o al final, cuando ya sepamos un poco más de cómo quedará la Constitución. Yo creo que debe ser la segunda opción.

Quedamos de volvernos a reunir el 3 de noviembre, pero la discusión sigue planteada por correo. Porfirio Muñoz Ledo mandó primero un artículo sobre el “costo” de las Constituciones y le contestó Quadri con otro que él escribió. Luego mandó una lista de Constituciones que sí tienen preámbulos: 157, 81.4% de los países que están en Naciones Unidas.

katia.katinka@gmail.com

<em>http://twitter.com/kdartigues</em>

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses