Entra al restaurante Bistrot Mosaico, en la Condesa, pasada la hora de más “tráfico” de comensales. Es Manuel Clouthier, a quien he estado buscando para platicar de sus planes desde hace más de una semana. Lo abordo.

—Hablamos el martes— dice. Subraya el martes. Es 2 de febrero. Asegura que no ha recibido, a propósito, llamadas con números desde el Distrito Federal. Ajajá.

Claramente pasó el periodo de inscripción para un candidato independiente en Sinaloa.

Ayer Quirino Ordaz Coppel fue nombrado el candidato “de unidad” del PRI. Habría que ver si en este estado aún hay una unión PAN-PRD o no… ya pasó el plazo de una alianza, pero quizá sí de una candidatura en común (no obstante está en debate jurídico).

Alguien importante del PRD me dice que también lo ha buscado, pero ha mandado decir que no quiere ser gobernador.

¿Será que anunciará que va por la presidencial de manera independiente?

Hasta el martes, pues.

Ring, ring (o su equivalente del mundo digital: trrr, trrr, o algo así). Suena el teléfono en la agencia de Carmen Balcells en Barcelona. Pido hablar con Nuria Colomba, quien se encarga de la cuenta de Carlos Salinas de Gortari desde que murió la histórica fundadora.

Le pregunto a Colomba cuándo sale, de qué va, qué me cuenta del nuevo libro del ex presidente Salinas que él anunció en un artículo que escribió sobre Balcells que ya está registrado y se llama nada menos que: Decidiendo en la neblina de la lucha. Órale.

Colombo me dice, en pocas palabras, que no me puede decir nada. Incluso que Salinas no ha terminado el libro y que no sabe de qué va. Cumplí con preguntar.

Suena más que a título a proclama casi izquierdista. ¿Será? A sus 68 años Salinas, considerado —casi “acusado”— de ser un presidente neoliberal, ¿recordará aquí sus inicios ideológicos ligados a la izquierda (con su hermano Raúl, Hugo Andrés Araujo, entre otros) en el proyecto campesino lagunero de Batopilas, maoísta, revolucionario y antipriísta, que surgió en Coahuila?

Eso sí sería sorprendente. Más en vísperas de las elecciones de 2018. Veremos.

Luis Raúl González Pérez, titular de la CNDH, acaba de rendir su informe. Se tienen 26 mil 25 casos registrados como personas extraviadas, desaparecidas, o ausentes. Ahora, otro caso, son las posibles “desapariciones forzadas”, que es importante no poner en la misma bolsa: 11 en el último año. En las “forzadas” se habla de otro elemento adicional terrible: los encargados de “desaparecer” a las personas son sujetos del Estado (y sí, los policías municipales lo son). Personas que en lugar de cuidarnos —su deber—… nos agreden.

Aunque no son los 26 mil, la nota sigue siendo que no sabemos cuántos son. Y es un delito que continúa en el tiempo y enfrenta a una familia a un horror cotidiano e incluso hereditario que marca generaciones. Sí, se han hecho cosas, pero no son suficientes. Uno de los pendientes es una ley general sobre el tema que debe discutirse en el Congreso. Ayer Miguel Ángel Osorio Chong argumentaba que una de las ventajas del pospuesto y controvertido Mando Único de la policía sería una manera de generar responsabilidad.

El miércoles, Consuelo Morales, Premio Nacional de Derechos Humanos 2015, experta, por cosas del destino, en desapariciones forzadas, habló del tema en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ella, con CADHAC (Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos), creó un modelo en Nuevo León, que vale la pena replicar y que ha permitido algo elemental, pero que en los hechos es difícil —parajódicamente (sic)— que suceda en el país: que autoridades, víctimas y sociedad civil trabajen conjuntamente.

Y puso el dedo en una llaga que no le gusta al gobierno, que le sigue dando escozor, sentimientos agudos de nacionalismo:

—En este esfuerzo, el apoyo de la sociedad civil internacional e instituciones internacionales —particularmente de expertos como la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, Human Rights Watch, y la Oficina del Alto Comisionado— han jugado un papel crítico. Gobiernos como el mío deberían aceptar su ayudar, no temerla ni rechazarla.

Pero no, en ciertas partes del gobierno a los expertos los llaman “necios”.

Por cierto, el caso de los 5 jóvenes desaparecidos —todo indica que un caso de desaparición forzada— en Tierra Blanca se enreda. Ahora, según testimonios de familiares recogidos por la prensa, podríamos estar ante una grave alteración de la escena…

--Pero no porque suba el dólar suba todo lo que las familias consumimos-- dijo Andrea Legarreta, conductora del programa Hoy. Vaya. Por la tarde vi un meme en el que proponían darle el Premio Nobel de Economía.

Lo más interesante vino después. En su cuenta de Twitter justificó, y luego borró: “sólo somos un medio para hacerle llegar al público lo que ESOS ANUNCIANTES QUIEREN COMPARTIR...Esto no significa que sea NUESTRA opinión o punto de vista”.

Estaba acompañada por Raúl Araiza, el mismo que anunció al Partido Verde “como un refresco”.

Él lo dijo:

--Todos los partidos tienen sus asegunes: Emilio Gamboa. Dice que aunque fue un “escándalo doloroso” la detención de Humberto Moreira en España ya “se ha ido desvaneciendo”. Nuestra propuesta para el eufemismo de la semana es “asegunes”.

http://blogs.eluniversal.com.mx/camposeliseos/

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