La radio, la TV y los principales periódicos en Estados Unidos fueron sorprendidos con la victoria electoral de Donald Trump. Nadie lo previó, todo lo contrario. Ahora dan todo tipo de explicaciones, pero la más plausible es que los medios de comunicación tradicionales situados en las costas de los Estados Unidos —como L.A. Times, Washington Post, NYT, ABC, CBS, NBC y CNN— y en estados donde ganó Hillary Clinton no conectaron con la población del centro del país, creando una división no sólo electoral, sino también mediática.

De acuerdo con un estudio apenas hecho público por la Nieman Foundation de Harvard (NiemanLab), el ecosistema de medios abonó a la división en EU. Esto se debe, en buena medida, a que ante una baja credibilidad de los medios tradicionales en el corazón norteamericano y a falta de reportajes de investigación por periodistas de esa zona, la población del centro del país se basó en información que se propagó en Facebook para decidir por quién votar y la mayoría de la información que circuló a millones de votantes en esa red social fue falsa. Cuando estas falsedades conectaron con la sensibilidad y miedos de votantes conservadores corrieron como un imparable fuego que nadie detectó ni midió oportunamente.

El reporte de Joshua Benton-NiemanLab da cuenta de que 48 horas antes de la elección había circulando historias sobre “Hillary Clinton hace llamadas para una guerra civil de ganar Trump”, “El Papa Francisco sorprende y apoya a Trump”, “Barack Obama admite que nació en Kenia” o “Matan a agente del FBI que investigaba corrupción de Hillary”. Incluso en Washington a mí me tocó ver la “historia” de que Hillary participaba en “rituales satánicos”.

Estas notas fueron inventos y muchas estuvieron incluso selladas con logotipos oficiales de algunos medios (lo que también era falso) para hacer crecer aún más la desinformación. Por ejemplo, el supuesto apoyo del Papa a Trump fue compartido, en 48 horas, 868 mil veces.

El tema de la información falsa circulando impunemente en Facebook obligó este fin de semana al creador y director ejecutivo de esta red social, Mark Zuckerberg, a prometer que tomarán medidas de inmediato para evitar que ello continúe.

¿Qué puede hacer Facebook? Una, el reporte cita, es poner editores que manejen la información “Trendy” (algo que ya se hacía, pero Facebook retiró a sus “Trending editors” por presiones conservadoras). Otra es contratar a periodistas y asegurar que las historias evidentemente falsas tengan un castigo algorítmico y sean señaladas como notas falsas a los usuarios de esa red.

La cobertura de los medios tradicionales en Estados Unidos fue, en la mayoría de los casos, equilibrada y los temas polémicos de ambos candidatos tuvieron amplia cobertura, los debates fueron transmitidos por las principales cadenas de televisión e incluso los medios que dieron apoyo (endorsements) a Hillary Clinton (203) siguieron reportando cuestiones que afectaban a su candidatura, como la investigación del FBI sobre sus mails privados.

Sin embargo, en un país en el que 90% de la población tiene acceso a internet y en donde Facebook es por mucho la red social más utilizada, las notas falsas se usaron como herramienta electoral en una magnitud insospechada y con rotundo éxito.

Para México y nuestros procesos electorales parece que lo acontecido en Estados Unidos en redes sociales será nuestra nueva normalidad, lo que debe llevar a preguntarnos: ¿De qué sirve tener tanta regulación para los medios en México (réplica, procedimientos especiales sancionadores, etc.) si ahora las elecciones en buena parte se dirimirán en redes sociales basadas en el extranjero?

Cambiando de tema:

*Red Compartida: de no lograr el consorcio de Rivada Networks para este jueves una suspensión judicial, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) declarará a Altán como ganadora de la concesión para operar la Red. La Secretaría está confiada en que el proyecto servirá para aumentar la cobertura y bajar los precios y la concentración actual en el sector de las telecomunicaciones. También, la SCT confía que los candados que ha puesto en el Contrato de Asociación Público-Privada y en la Concesión de Espectro evitarán que Altán, de incumplir, renegocie en lo futuro y se quede con espectro (como fue el reciente caso de MVS en la banda de 2.5 Ghz). Incluso, Altán entregaría la cantidad de $5 mil millones como garantía durante el despliegue de la Red.

Sobre el plan de negocios de Altán hay dudas en torno a su viabilidad, al no existir proyectos similares en el mundo, pero la SCT señala que está cumpliendo con la Constitución.

Sin embargo, en el tema de la transparencia la SCT está quedando a deber quiénes conforman realmente el consorcio de Altán, sus porcentajes y fuentes de financiamiento. Esto es importante dado que ha trascendido que en la “panza” de este consorcio hay financiamiento público, de la banca de desarrollo y hasta del fondo México-China, lo que ha generado la percepción de que se otorgan recursos públicos, en condiciones en extremo favorables, para que se hagan negocios privados.

Finalmente, la versión del robo de cajas que ha aludido en medios el CEO de Rivada, Declan Ganley, parecería no tener sustento. A este columnista no pudieron responder si habían hecho alguna denuncia del robo previo a su descalificación, por lo que el gobierno federal estaría en proceso de presentar una denuncia contra esa empresa por los alegatos difamatorios que se han hecho contra la SCT. Ojalá y la SCT sí la presente y demuestre —legalmente— que Rivada no tiene razón en sus acusaciones de que la licitación está amañada a favor de Altán.

Twitter: @JTejado

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