En Europa es casi un milagro que el último de la clasificación venza en cualquier momento al líder del torneo.

Tienen que acomodarse circunstancias loquísimas, que el puntero caiga en el caos en esos 90 minutos, mientras el sotanero juega el partido del torneo.

Además, para que ello ocurra, el árbitro debió contribuir, aunque fuera de manera involuntaria en esa ecuación.

Pues en México, para bien o para mal, el fenómeno es mucho más probable que ocurra. Pumas se paró como favorito en el Azul, por sus buenos modales para tratar el balón, por su estabilidad defensiva y efervescencia ofensiva. Pero todos sabíamos que Cruz Azul tenía probabilidades si hacía un partido decente, pese a las ausencias, y ocurrió.

El juego fue parejo, aunque claramente, Pumas jugó por abajo de su nivel promedio y los azules incrementaron sus dosis de dinámica, cohesión y eficacia ofensiva.

Cuatro puntos de seis visitando al Monterrey y venciendo a Pumas, han mantenido en pie a Sergio Bueno en la banda cementera. Él mismo sabe que, pese a ello, Cruz Azul no está rehabilitado del todo.

América se desliza hacia la Liguilla sin ninguna dolencia. Es fuerte, práctico, inteligente y contundente en donde quiera que se pare.

Quizá donde haga un poco de énfasis está en el control de las emociones. Ricardo Peláez y José Romano volvieron a acertar: cuando en la organización hay estrategia y planeación sólida y consistente, el entrenador es un componente más y no el patrón que jala los hilos a placer en todas las áreas del club.

Frente a esa soltura y precisión del juego americanista, parece que Chivas no tendrá ni remedio ni salvación para el Clásico. Pero de resurrecciones rarísimas está hecho también en la historia, el partido de mayor arrastre en nuestra Liga.

Como sea, si Chivas gana, tendríamos que considerarlo una hazaña. Guadalajara está metido en el tobogán descendente de la oscuridad, porque sus propietarios se empeñan en manejarlo como si fuera una fábrica que vende productos. Han intentado con todos los estilos y nacionalidades, pero las ansías siguen venciendo. Cambiar por cambiar lleva invariablemente al caos.

Al final del torneo, lo que se ve venir es: América entre los 3 primeros, Pumas entre los 5 primeros, Cruz Azul metiéndose de milagro entre los 8, y Chivas manteniéndose entre los últimos 3 del cociente y sin Liguilla. ¿Será?

Twitter: @Javier_Alarcon_

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