El mes pasado, en Bremen, Alemania cuatro jóvenes fueron hospitalizados después de que un muchacho buscador de Pokémons acuchillara a sus contrincantes por una discusión suscitada en torno a la captura de este monstruo virtual. El videojuego también ha provocado accidentes debido al descuido de los jugadores al estar viendo el dispositivo móvil al caminar, manejar o andar en bicicleta. De hecho, varias compañías de seguros han lanzado ya pólizas que cubren daños por accidentes personales como caídas, pérdida de órganos o incluso la muerte, como consecuencia de estar jugando Pokémon go (El Universal informó en su sección Techbit el 10 de agosto que la compañía Jiro y Asociados lanzó en México el seguro “go” por 400 pesos anuales).

¿Qué es y en qué consiste este videojuego? Pokémon go es un juego de vídeo para dispositivos móviles —celulares o tabletas con sistemas iOS o Android— que une el mundo real con el mundo virtual de Pokémon. Su finalidad es explorar, a nivel mundial, diversos lugares que aparecen en un mapa, usando Google maps, en los que pueden aparecer más de 100 tipos de figuras de esta saga, una vez que encuentras uno de ellos, el jugador oprime un botón del dispositivo móvil —que normalmente será un teléfono— y atrapará la figura con una herramienta o arma virtual llamada Pokébolas. Existen las llamadas “Poképaradas” que se anuncian gracias a la función de localización que debe estar activada en el dispositivo móvil todo el tiempo en las que se puede recargar las Pokébolas, estos son lugares públicos reales, como edificios, monumentos o parques importantes de una ciudad. La idea fue concebida por la compañía Nintendo con sede en Japón y desarrollada por la estadounidense Niantic. Aunque a nivel mundial el juego fue lanzado el 6 de julio de este año, en México inició el 3 de agosto. El modelo de negocios es freemium (free + premium), en el que la aplicación es gratuita pero existen costos por compras asociadas con el juego como las pokémonedas que sirven para comprar las pokébolas, elementos de ayuda al jugador para capturar a los monstruos o bien artículos como las pulseras pokémon go plus, que sirven para jugar inclusive sin que se cuente con el dispositivo móvil en línea. Adicionalmente, existen diversos negocios relacionados con el juego, por ejemplo, McDonald´s anunció que miles de sus restaurantes en el mundo se convertirán en Poképaradas, también los operadores móviles virtuales Weex y Virgin Mobile en México anunciaron paquetes de datos especiales para jugadores de Pokémon go.

El Estado y la realidad aumentada. La fiebre Pokémon go es el inicio de una era de videojuegos de realidad aumentada, el mes pasado, solo en Estados Unidos existían 21 millones de usuarios activos y en Reino Unido el juego ya superó los 5 millones. Por esto resulta necesario plantearnos hasta dónde deben las instancias del Estado involucrarse en el tema; este tipo de juegos puede tener diversos efectos adversos, entre los que se encuentran: 1. Seguridad informática: existen versiones falsas del juego que pueden extraer información de tú móvil y utilizarla de manera negativa. 2. Privacidad: este es quizás el tema más delicado; las políticas del juego te advierten que la aplicación tendrá acceso y podrá recopilar, y en algunos casos compartir con otras empresas, información como tu dirección IP, la página web por la que navegabas antes de iniciar sesión en Pokémon go, nombre de usuario, tu ubicación en tiempo real, dirección de correo electrónico. 3. El Pokémon go es un distractor: suceden accidentes peatonales y viales por usar el móvil sin precaución en la euforia de atrapar monstruos. 4. Interacción social: este juego pudiera causar riñas con otros jugadores, hay que tener cuidado en el contacto con otros usuarios. De igual manera, los lugares que se visitan —como “Poképaradas”—, pudieran ser sitios peligrosos donde estén casual o deliberadamente delincuentes que aprovechen la distracción de los jugadores para atacar. 5. Consumo: es importante difundir la gran cantidad de datos que se utilizan con este juego, así como el alto consumo de batería. 6. Temas educativos y psicológicos: las instituciones educativas no deben escapar del análisis sobre las consecuencias de adicción, obsesión, así como fuga de la realidad que pueden originar este tipo de juegos. 7. Seguridad nacional y sensibilidad: algunas instalaciones estratégicas o sensibles pudieran ser señaladas como “poképaradas” —aeropuertos, sitios públicos muy concurridos, campos militares, ciertos monumentos, cementerios, hospitales, escuelas, entre otros—. En China e Irán está prohibido el juego por razones de seguridad, y aunque no digo que deba hacerse lo mismo en México, sí estoy convencida que debe abrirse el debate sobre diversos tópicos relacionados, ciertamente novedosos: ¿debería el Estado interesarse en regular la realidad aumentada o eso es una auténtica locura?, ¿qué sitios pueden ser “utilizados/invadidos” por estas aplicaciones?, ¿a qué nivel deben regularse los videojuegos? El quinto transitorio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establece que el Ejecutivo Federal debía emitir, desde enero de 2015, las disposiciones reglamentarias y lineamientos en materia de clasificación de videojuegos. Independientemente de la decisión de regular o no el tema, y dada la amplia penetración de este juego, es indispensable que las diversas instancias analicen y difundan de manera clara, amigable y masiva sobre las consecuencias de jugarlo, a fin de que la población tome decisiones informadas: El INAI debe estudiar a fondo, definir y difundir los riesgos a la privacidad y las precauciones que deben tener los jugadores y sus padres. Nadie lee los avisos de privacidad. El IFT y la Profeco deben advertir sobre el consumo de datos y batería al jugar Pokémon go. El Ejecutivo debe expedir la clasificación de los videojuegos, para ello sería conveniente abrir un debate sobre cómo hacerlo. La SEP debe comunicar a los padres e instituciones educativas sobre los riesgos y medidas que deben tomarse respecto de este juego. El juego parece divertido pero tiene muchísimas implicaciones que no aparecen a primera vista en su profundidad y conjunto, es necesario ir a fondo. Y usted… ¿moriría por un Pokémon?

*Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana.

Esta columna refleja la posición personal de la autora

@soyirenelevy

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