Se ha puesto de moda en el fútbol mexicano la palabra “interinato”, que me hace recordar cómo está nuestro querido México: que no sabemos a ciencia cierta qué es lo que realmente queremos, porque siempre estamos jugando y esperando reacciones para ver si son favorables o no, y siempre buscamos culpables.

La mayoría de los directivos mexicanos siempre buscan escudos humanos, que al final serán los culpables de sus malas decisiones.

Estamos malacostumbrados a que siempre sea igual.

Ojalá nos tocara la oportunidad de presenciar un cambio de mentalidad, de costumbres y ser más profesionales en lo que hacemos. Pero al haber tanta incultura y analfabetismo en México, es más fácil manejar a toda esa gente sin que causen incomodidades.

Por eso necesitamos un país más preparado, educado y culto para que no nos sigan engañando en el manejo de muchas estructuras, que son básicas para ser un país poderoso.

Dentro de esas estructuras está lo deportivo, que tristemente ha estado siempre dividido y dirigido por varias cabezas. Yo sugerí alguna vez que el deporte en México tiene que estar unificado, y todas las federaciones tienen que rendir cuentas para un mismo fin, que es el crecimiento, tanto amateur como profesional.

Porque si somos el país con mayor índice de obesidad en el mundo es debido a que muchos dirigentes que están encargados de promover el deporte no lo están haciendo bien.

A quienes tenemos mucha inquietud de querer contribuir para mejorar en este rubro no nos dejan participar y tenemos que emigrar a otros países, como casi siempre sucede, porque en México hay un coto de poder que lo han establecido entre pocas empresas y poca gente. Y sólo crecen sus familias, sus socios, sus amigos y sus vecinos.

A todos los demás no nos dan el respaldo y el apoyo para realmente hacer crecer este país, que está necesitado de gente sana, honesta, positiva, trabajadora e incorruptible.

Más bien crecemos por nuestros logros, por sacar provecho de nuestras cualidades y talento. Y mira que hay muchísimos mexicanos que hemos destacado en diferentes áreas y que lamentablemente no podemos ocupar esos puestos para dirigir correctamente a nuestra población al camino del éxito, y así poder ser una potencia mundial.

Mi etapa como director técnico la considero exitosa por los títulos logrados y los jugadores a los que he debutado y dirigido.

Espero que se recuerde mi etapa en la Selección Nacional mayor, llegando a la final de la Copa de Oro en 2007 contra Estados Unidos, y logrando el tercer lugar en la Copa América de Venezuela, únicamente detrás de Brasil y Argentina.

Ese es el recuerdo que se debe tener de mi paso por el Tri.

¡Que te lo digo yo!

@hugosanchez_9

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