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29 de diciembre de 2016. Un supuesto miembro de la organización delictiva de Los Rojos, apodado El Trece, revela a autoridades de Morelos que su jefe inmediato es Marco Antonio Aviña, alias El Maseca.
El Maseca, según la versión del detenido, opera en Cuernavaca y Jiutepec, y es uno de los principales lugartenientes de Santiago Mazari Miranda, El Carrete, líder del cártel de Los Rojos: la organización criminal que se apoderó de Morelos tras la muerte en 2009 del capo Arturo Beltrán Leyva, y a la que se le acreditan secuestros, extorsiones, ejecuciones, desapariciones y el control del narcomenudeo.
El Maseca figura en los expedientes judiciales al menos desde septiembre de 2014.
La policía de Morelos lo detuvo en esa fecha con once envoltorios de marihuana, a la salida de un hotel de Mazatepec. La investigación lo ubicó como uno de los principales distribuidores de droga en la zona.
Según un reporte oficial, El Maseca ingresó en el Cereso de Morelos “por delitos contra la salud en materia de enervantes y sicotrópicos”. Posteriormente fue remitido al penal de Matamoros, y meses más tarde lo enviaron de regreso al Cereso de Morelos.
De ahí salió un año y medio más tarde, luego de obtener su libertad bajo caución.
Desde diciembre de 2015 se ignoraba su paradero. La policía comenzó a seguir su rastro en Mazatepec.
Unas semanas más tarde, El Maseca fue localizado en la carretera que va de Tlatenchi a Tequesquitengo. Iba acompañado por una mujer, Ericka “N”. Según el fiscal de Morelos, “ambos tenían en su poder 37 envoltorios de marihuana y 16 de metanfetaminas”.
Ericka “N” portaba una credencial vigente de la Cámara de Senadores, que la acreditaba como “gestora” del grupo parlamentario del PRD. La credencial está firmada por el senador Fidel Demédicis. Según el reporte correspondiente, la mujer “trabaja para Fidel Demédicis (senador por el PRD en la XLII Legislatura), fungiendo como gestora política”.
Demédicis es uno de los enemigos políticos más señalados del gobernador del estado, Graco Ramírez. Apoyó “con todo” al alcalde de Tlaquiltenango, Enrique Alonso Plascencia, quien se opuso a la llegada del Mando Único en un municipio al que el gobierno de Graco considera uno de los principales centros de operación de Santiago Mazari Miranda, El Carrete.
En los círculos políticos locales, el senador Demédicis es considerado “el soporte principal de Enrique Alonso Plascencia”.
El historial del Plascencia ha creado grandes suspicacias en Morelos. En 2012 se registró como candidato sin notificar que había estado preso en Chiapas, acusado de tráfico de personas. En medio del escándalo subsecuente presentó documentos que señalaban que un juez lo había absuelto, pero luego, según el gobierno de Ramírez, ocultó que su esposa o su ex esposa, no quedó claro, se hallaba condenada a 45 años por el secuestro y asesinato de su propia prima.
El alcalde atribuyó estas versiones a una guerra de lodo desatada por el propio Graco en medio de la controversia por el Mando Único.
Demédicis apoyó, también “con todo”, la candidatura de Gisela Mota a la alcaldía de Temixco. Como se recordará, Mota tomó posesión del cargo el 1º de enero de 2016. Unas horas más tarde un grupo de sicarios irrumpió en su domicilio y la masacró.
Los agresores eran miembros del grupo de Los Rojos. Según la declaración de uno de los implicados en el crimen, la orden de abatir a la alcaldesa fue girada por un jefe de célula que aseguraba que Mota había hecho un acuerdo para arrebatarle la plaza a Los Rojos, y entregarla a sus rivales: los Guerreros Unidos.
De acuerdo con el parte de la detención, Marco Antonio Aviña, El Maseca, reconoció que se halla a las órdenes de Santiago Mazari Miranda, El Carrete, uno de los objetivos prioritarios de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos.
Al margen de una supuesta guerra entre tribus perredistas, la historia parece confirmar que en Morelos el narcotráfico rodea, toca e inunda por todas partes a la política, en una epidemia que al parecer nunca va a terminar.
@hdemauleon
demauleon@hotmail.com