El 22 de octubre pasado se anunció que se había alcanzado un acuerdo definitivo para la adquisición de Time Warner por AT&T. La empresa de entretenimiento llevaba tiempo considerando una negociación semejante, en tanto la propuesta de AT&T le resultará atractiva. Los términos son de 107.5 dólares por acción con partes iguales en efectivo y en acciones, además la nueva firma asume 24 mil millones de dólares de deuda de Time Warner.

El resultado es una oferta de 85 mil 400 millones dólares, la mayor operación de compra en el año, que supera ampliamente la adquisición de Monsanto por Bayer, pactada en 66 mil millones de dólares. En los veinte años recientes es la octava mayor operación de compra entre grandes empresas a nivel mundial. En enero de 1984 la American Telephone and Telegraph (AT&T) fue desmantelada. Es una decisión ejecutada en el gobierno de Reagan con el argumento de favorecer la competencia y dar opciones a los consumidores. En ese momento el monopolio de la AT&T se dividió en 7 empresas regionales, cada una de las cuales conservó el monopolio de la telefonía local en las zonas en que operaban, sin posibilidad de actuar en otras regiones y una octava firma que opera las largas distancias interregionales e internacionales. Esta compañía mantuvo el nombre de AT&T. En los años siguientes muchos cambios sucedieron. En Estados Unidos, pronto MCI, GTE-Sprint y US Telephone se le enfrentaron en el mercado de larga distancia. Pero también, como AT&T, realizaron inversiones en extranjero, en una actividad que tendría notables transformaciones. Eran años sin telefonía móvil, sin Internet, sin televisión por teléfono y sistema de transmisión de voz, datos, imágenes por teléfono o por televisión o todo a la vez.

La dimensión y composición de la nueva AT&T considera muchas operaciones de compra y venta de activos y compañías en un sector con grandes movimientos en la propiedad de las compañías y con algunas de ellas que operan en condiciones mundiales. De las 7 firma regionales de telefonía fija producto del desmantelamiento de la AT&T en 1984 no queda nada. Hoy el sector está completamente modificado y se compone de un puñado de poderosos oligopolios con una operación a nivel global. En 2001, como parte de una larga negociación se cerró la venta del negocio de televisión por cable de AT&T a Comcast, identificable por la cadena de televisión estadounidense NBC y la firma Universal. En ese momento Comcast se situó como la mayor empresa de televisión por cable en Estados Unidos y producto de la operación adquirió interés en el canal de televisión HBO y en los propios estudios Warner. La operación contó con la participación de Microsoft, en tanto accionista de la firma. Años después una de las firmas surgidas en 1984, la Southwestern Bell Comunications (SBC) compró a la AT&T, pero mantuvo su nombre. Poco después la nueva compañía adquirió a una de las mayores empresas de telefonía en Estados Unidos, producto de la separación del 84: BellSouth. La compañía había estado muy activa realizando compras de empresas en América Latina, desde finales de los años ochenta y durante los noventa. A su vez, SBC participó como socio del grupo Carso en la compra de Teléfonos de México, en ocasión de su privatización. La participación de esa compañía, como la de France Cables et Radio se mantuvo por años. En el caso de SBC, la venta de acciones de América Móvil, denominación actual de la firma de telefonía del grupo Carso, se realiza en diversos momentos, cuando es AT&T la denominación de la compañía estadounidense. Para mediados del año 2014, Inmobiliaria Carso, compró el total de las acciones que AT&T mantenía en América Móvil.

A la fecha, AT&T, tiene el control accionario de DirecTV, el mayor proveedor de televisión de paga por satélite. Si se suman los contenidos y manejo de canales de Time Warner, varios con una presencia global, ubica a la firma en una condición única: Tiene la mayor red móvil en América del Norte, con contenidos para distribuir, además de una presencia creciente en el resto del continente. En México creció su participación con la adquisición de Iusacell y Nextel, convirtiéndose en el número dos en el mercado de móviles por ingresos y el tercero por número de suscriptores. Sin duda su apuesta es mayor y encara directamente a Televisa y América Móvil. El oligopolio se vuelve global y busca su espacio en el conjunto de América y genera contenidos a nivel mundial.

Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Email: vidal.gregorio@gmail.com

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