El senador del PRD, Miguel Barbosa, se voló la barda al apoyar a Andrés Manuel.

Tiene todo el derecho de mantenerse en una estructura o moverse a otra. También, por supuesto, de cambiar de opinión. Pero lo que pasó en el Partido de la Revolución Democrática es extremo.

Ya decidió que él está con López Obrador. No es el primero ni será el último de los funcionarios y empresarios que quieran en estos momentos unirse al proyecto del tabasqueño. Es común que las personas se sumen a quien ven como posible ganador. Y el candidato de Morena va arriba en las preferencias rumbo al 2018.

Lo cuestionable en este caso es que el mismísimo coordinador de la bancada del Sol Azteca es quien promueve al Peje; despepita contra su propio partido integrado por varios “expertos en la mentira”, según sus palabras; pero no se va de ahí.

Al senador le interesa acordar con quienes ostentan poder, sin importar colores ni sabores. En 140 caracteres el ex diputado Fernando Belaunzarán lo resumió: “He visto a Barbosa de chucho radical, aliancista con el PAN, cuauhtemista, mancerista, operador de Castillejos, televiso y ahora pejista”. Belaunzarán, además, denunció en sus redes que los legisladores que han renunciado continúan en el grupo porque con Barbosa se reparten los recursos de labores partidarias.

Para colmo de amnesia, apenas en 2015 Miguel Barbosa aseguró: “La soberbia de Andrés Manuel López Obrador parece infinita… nadie le va a rogar a AMLO con esa soberbia… el PRD nunca será cabús de nadie”.

A pregunta expresa de reporteros sobre su opinión ante el sorpresivo cambio y respaldo de esta semana, el Peje dijo: “Bienvenidos todos los que quieren un cambio verdadero, mujeres y hombres de buena voluntad, están abiertas las puertas de Morena”.

¿Barbosa cumple con esas características? ¿O será que el líder de las encuestas ha perdonado con misericordia infinita a la corte de la mafia en el poder?

No crean que el perredista va tras fama y fortuna. No. Es que tiene un corazón lleno de buena voluntad.

RAZONES Y PASIONES: Dijo Felipe Calderón que se deben profundizar las investigaciones para fincar responsabilidades. Esto luego de que su nombre figurara en correos del caso “Lava Jato” en Brasil, sobre los sobornos que dio Odebrecht a funcionarios de América Latina para obtener contratos multimillonarios. En México se entregaron sobornos por 4.5 millones de dólares en los dos últimos años del sexenio calderonista y 6 millones de dólares en los dos primeros del gobierno de Enrique Peña Nieto. Ahora solo falta que la PGR procure justicia.

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