Texto: Perla Miranda
Foto Antigua: EL UNIVERSAL ILUSTRADO
Foto Actual: Perla Miranda

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Todo ocurrió en Chimalistac. Ese barrio sirvió de inspiración para que el novelista mexicano Federico Gamboa escribiera ―entre 1900 y 1902 cuando radicaba en Guatemala― su novela Santa, que en el año de 1932 se adaptó al cine convirtiéndose en el primer filme sonoro mexicano.

En ese sitio se desarrolló parte de la historia de la obra calificada por el escritor José Emilio Pacheco como “el primer best seller mexicano”, pues la primera edición de 1913 vendió 5 mil ejemplares. La novela cuenta la vida de una joven de 19 años quien, al ser engañada por un militar y exiliada de su hogar, se condenó a vivir en un burdel de la época porfiriana.

Ahí, en Chimalistac, fue donde la actriz Lupita Tovar, quien actualmente tiene 105 años y vive en los Ángeles, California, conoció las raíces de Santa y pudo darle vida en la adaptación cinematográfica de la novela. Ahora, en ese lugar se encuentra la Plaza Federico Gamboa, nombrada así en 1923, en honor al también ex ministro de Relaciones Exteriores.

Y todo adquiere sentido porque visitar Chimalistac, un fraccionamiento al sur de la Ciudad de México, es como transportarse a otro mundo, uno lleno de calma, donde la urbe no se vislumbra, no se escuchan los claxon de los automóviles que pasan por avenida Insurgentes, a la altura de la estación La Bombilla del Metrobús. Las banquetas son angostas y maltrechas, apenas se puede caminar.

El callejón de Hipo y la calle de Santa llevan a la Plaza Federico Gamboa. Lo primero que aparece a la vista es la parte trasera de la capilla de San Sebastián, edificada por las carmelitas descalzas en 1585. En la parte frontal se aprecia la iglesia, al centro una cruz de piedra y la fuente.

Esta imagen es exactamente igual a la que ilustra el reportaje publicado el 28 de diciembre de 1930 en EL UNIVERSAL  ILUSTRADO. Como podrán verlo en nuestro comparativo del ayer y hoy. En la imagen del pasado se observa la antigua Plazuela de Chimalistac; en la fuente se encuentra a la actriz Lupita Tovar sentada, con las manos sobre sus piernas cruzadas; atrás de ella el literato Federico Gamboa que reposa una pierna sobre la fuente y se sostiene con un bastón, y el periodista Carlos Noriega Hope, director de El UNIVERSAL ILUSTRADO acompañándolos.

Al principio del recorrido realizado por EL UNIVERSAL encontramos una plaza vacía, sólo un policía vigilaba la entrada del Centro de Estudios de Historia de México CARSO ―sitio donde vivió el escritor Federico Gamboa―, pero antes de abandonar el pueblito de Santa, dos parejas llegaron a la plaza y empezaron a tomar fotografías frente a  la fachada de la iglesia. Se trataba del holandés Guillermo van der Loos y Emma Olivia Flores, acompañados de su hija y su yerno. Ellos, al conocer la historia de esta plaza, accedieron a recrear la imagen de 1930. Olivia ocupó el lugar de Lupita Tovar y sus familiares el de Gamboa y Noriega Hope.

Emocionados contaron a EL UNIVERSAL que visitaban el lugar donde hace casi medio siglo dijeron “sí” ante el altar de la capilla de San Sebastián.

“Hace 49 años nos conocimos en París, los dos estudiábamos, después ella volvió a México y yo a mi país Holanda, pero estábamos tan enamorados que escribí cartas de amor cada 24 horas, y terminamos casándonos el 19 de diciembre de 1966”, contó emocionado Guillermo van der Loos.

Emma estudiaba Ortofonía, que es la pronunciación correcta de los sonidos de una lengua; él, Derecho. Se alojaban en la misma casa de estudiantes, por eso se conocieron y seis meses bastaron para enamorarse. Y aunque la madre de Emma no tomó bien la noticia de que su hija uniera su vida con la de un extranjero, al final accedió.

De su boda recuerdan que fue  a las 7 de la noche, que no tuvieron muchos invitados y que la iglesia lucía hermosa por dentro. Guillermo relató que cuando raptó a su esposa se fueron a vivir al extranjero, pero que hace nueve años regresaron a México para morir aquí.

La pareja van der Loos no sabía que este lugar fue la inspiración de Federico Gamboa para escribir Santa, pero al conocer la historia entendieron el embelesamiento por Chimalistac. Porque como sucedió con  la historia de Gamboa, Tovar y Santa, para ellos también todo ocurrió ahí.

“Yo creo que es uno de los lugares más bonitos de la Ciudad de México y en aquella época era totalmente hermoso. Es un lugar donde todavía se oye el silencio”, dijo Emma.


La calle de Santa es angosta y desemboca en la plaza Federico Gamboa, al llegar, apenas y se escucha el ajetreo cotidiano de la ciudad de México


Entre arbustos y árboles sobresale el busto del escritor Federico Gamboa, erigido en 1954 por obra de los trabajadores del Sindicato de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana

De acuerdo con una nota publicada el 18 de diciembre de 1930 también en EL UNIVERSAL ILUSTRADO, después de que Lupita Tovar leyera apasionadamente Santa, “quizás la novela mexicana más leída por las mujeres”, refería la publicación, y regresara a México luego de triunfar en Hollywood, se interesó en saber dónde estaba la fantasía y dónde la historia de la novela de Federico Gamboa.

El semanario relataba que el novelista invitó a la actriz a visitar el lugar que le había inspirado para crear su obra más conocida, en el recorrido también los acompañó el periodista Carlos Noriega Hope, quien estuvo al frente del semanario EL UNIVERSAL ILUSTRADO de 1920 a 1934, fecha en que falleció.


Federico Gamboa les enseñó la placa a Lupita Tovar y a Carlos Noriega Hope en su primera visita a Chimalistac en 1930

Durante el trayecto a Chimalistac, Lupita Tovar preguntó si Santa, el personaje de la novela, de verdad existía. Para su sorpresa, Federico Gamboa los llevó a conocer a la señora Emeteria, quien era hija de la lavandera de su casa, y les contó que cuando era niño pasaba el verano en Chimalistac y con Emeteria jugaba, leía cuentos. Ella era bonita, sensitiva y buena, ella era la “Santa” de la primera parte de su novela.

Llegaron a la casa de Emeteria y al conocerla Lupita Tovar quedo impactada, el periodista Noriega Hope dijo: “Ahí tiene usted a la mujer de carne y hueso”.

En la siguiente imagen se ilustra ese encuentro:


Luego de conocer Chimalistac y de haber visitado la supuesta tumba de Santa, Lupita Tovar rezó y aseguró que para ella, Santa, de verdad existía.

En 1928 Lupita Tovar ganó el concurso La Novia de México promovido por EL UNIVERSAL ILUSTRADO y la cadena Fox Film y encarnó a Santa en el rodaje, en 1931, bajo la dirección del cineasta Antonio Moreno. El filme se estrenó el 30 de marzo de 1932 y contó con la música de Agustín Lara.


El 30 de marzo de 1932 en la cartelera de EL UNIVERSAL se invitaba a presenciar el estreno de la primera película sonora del país

Sin embargo,  la carrera artística de Tovar no arrancó con la película de Santa. De acuerdo con la revista Imágenes, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, en septiembre de 1928 llegó a México el cineasta estadunidense Robert J. Flaherty, acompañado del fotógrafo Ernest Palmer y de su ayudante Stanley Little, además del gerente de negocios de Fox Film. El grupo tenía dos semanas para hacer pruebas a por lo menos cien aspirantes y encontrar a la nueva “estrella cinematográfica”.

Dos señoritas lo lograron: Guadalupe Tovar obtuvo el primer puesto y el 6 de diciembre de 1928 ocupó la primera plana de EL UNIVERSAL ILUSTRADO con la leyenda “Señorita Guadalupe Tovar 1er premio Fox Film”. El segundo lugar fue para Delia Magaña, quien ya había actuado en teatro.

Tovar llegó a Hollywood y se convirtió en Lupita, a petición de la cadena Fox, pues no querían que la confundieran con la también mexicana Lupe Vélez. Ya instalada en la ciudad de las luces, Tovar incursionó en la película The veiled woman, que se estrenó en 1929. En ese año también participó en Joy Street. En 1930 rodó La voluntad del muerto, de Enrique Tovar Ávalos. Un año después tendría más oportunidades con las producciones Carne de cabaret, East of Borneo y Drácula. Más adelante Lupita regresaría a México, donde participaría en Santa, el primer filme mexicano del entonces nuevo cine sonoro.


La actriz Lupita Tovar actualmente tiene 105 años y vive en Los Ángeles, California

Fuente: EL UNIVERSAL ILUSTRADO del 18 de diciembre 1930 y 6 de diciembre de 1928, Libro Ciudad de México, crónica de sus delegaciones, Santa de Federico Gamboa, Revista Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, EL UNIVERSAL-http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/562010.html

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