Desde 2013, a través de una plataforma digital llamada Open Ministry, los finlandeses pueden proponer legislaciones al Parlamento de ese país. Si se juntan más de 50 mil firmas apoyando cualquiera de los proyectos, el Legislativo de ese país escandinavo está obligado a considerarla, discutirla y, en su caso, aprobarla. Esta es una muestra de cómo se puede difuminar la línea divisoria entre sociedad y gobierno al fomentar la participación ciudadana en las tareas legislativas. También ilustra parte de lo que representa un Parlamento Abierto: transparencia, innovación y apertura para el fortalecimiento del Estado democrático.

El ejercicio de Parlamento Abierto es una oportunidad para reducir distancias entre gobernantes y gobernados, de comprometerse con esa representación que por deber tienen los diputados y senadores con los votantes y sus intereses; y para hacerlo, cuentan con el apoyo de la tecnología y la sociedad.

México, como miembro de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), al igual que otros 60 países, desde 2014 se comprometió con los 10 principios del ejercicio de Parlamento Abierto, los cuales, en resumen, explicitan la garantía del derecho a la información parlamentaria, el tipo de datos que deben estar disponibles e incluso la forma en que deben compartirse y una perspectiva transversal de apertura gubernamental en los proyectos de ley que se trabajen. Como se observa, no se trata entonces sólo de cumplir con las normas, sino de institucionalizar la transparencia como elemento indispensable de un buen gobierno.

Los trabajos de un Parlamento Abierto deben ser de largo alcance, presentarse con el interés general en mente y ejecutarse sin titubeos para contribuir a eliminar las múltiples capas de sospecha ciudadana derivadas de la secrecía y los incumplimientos de las autoridades. La sociedad espera contacto, cercanía, soluciones y, desde luego, transparencia, no solo en las finanzas, que es quizá el componente más lógico de un ejercicio de esta naturaleza, sino también para entender la toma de decisiones en sus Cámaras.

Para lograr con éxito esta misión, además, es necesario poner la información a disposición del ciudadano de manera sencilla y entendible. De poco servirán los esfuerzos que nuestro Legislativo realice sin el fomento en paralelo a la educación cívica que permita entender los procedimientos de las Cámaras y sin la utilización de un lenguaje llano, comprensible para todos en cualquier forma de diálogo. Para eso y más, el Parlamento tiene como aliados al Inai, al Canal del Congreso y a más de una decena de organizaciones sociales especializadas en la fiscalización y el monitoreo de las actividades legislativas.

Se ha acordado en el seno de la AGA que los ejercicios de Parlamento Abierto sean calificados con base en el cumplimiento de una serie de reactivos. En México, aunque los resultados no son los mejores, tenemos todo lo necesario para que lo sean. Un primer paso es lograr que las 34 Legislaturas nacionales asuman para 2018 los compromisos del Parlamento Abierto, pero hay muchos más.

Es en este contexto que el próximo 7 y 8 de noviembre se llevará a cabo el Seminario de Transparencia Legislativa 2016: Hacia un modelo de Parlamento Abierto, en el cual se examinará el estado que guarda el Congreso de la Unión en la materia y las mejores prácticas existentes considerando las recientes reformas de transparencia y combate a la corrupción —incluido, desde luego, lo señalado en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública al respecto del Poder Legislativo. El evento, de entrada libre y con sede en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, es organizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD), el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP), el Inai, la UNAM y las organizaciones de la sociedad civil promotoras del Parlamento Abierto en México

El Parlamento Abierto, como todas las acciones de Gobierno Abierto, no busca ser la solución a todos los problemas del Legislativo, pero sí trazar vías para el entendimiento y el diálogo con la sociedad. Igualmente permite el estudio a fondo de la situación del Congreso para comenzar a conectar lo desconectado en beneficio de todos.

Comisionada presidente del Inai.
@XimenaPuente

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