Sandra Martínez Aguilar y Daniel Alejandro Pacheco Rojas

Termina 2016 con malos augurios para millones de trabajadores, y no es cuestión de percepción, sino consecuencia de revisar los resultados del desempeño económico de México de este año y las expectativas que formulan los especialistas para 2017. La economía crecerá en 2016 apenas 2.08% y para 2017 se estima que el crecimiento estará entre 1.6 y 1.9%, lo que determinará, entre otras cosas, la calidad y cantidad de nuevos empleos.

Durante 2016, a pesar del gran esfuerzo que hace el presidente Enrique Peña Nieto por mostrarnos un panorama halagüeño en materia de empleo y salarios, hay que señalar que se incrementó 14% el número de trabajadores que ganan hasta un salario mínimo (SM). Así, de acuerdo con información de la Secretaría del Trabajo (STyPS), hasta el tercer trimestre de este año que termina, 7 millones 850 mil 761 trabajadores ganaban apenas un SM, lo que significa que se incrementó en 970 mil 68 el número de trabajadores con ese salario con respecto a igual periodo de 2015.

Los datos anteriores carecerían de importancia si el SM cumpliera con el precepto constitucional de ser suficiente para cubrir las necesidades del trabajador y de su familia. Según la Conasami, el SM se incrementó (en términos nominales) en 2016 en 5.49% respecto de 2015, al pasar de un promedio diario de 69.24 a 73.04 pesos diarios en 2016. Para 2017, el SM será de 80.04 pesos, o sea, 9.6% más que en 2016. Sin embargo, el Coneval determinó que para que una persona logre cubrir la línea de bienestar debe ganar al menos 89.35 pesos, lo cual quedará lejos del salario del próximo año.

Además, para hacer aún más difícil la situación de los trabajadores que ganan un SM, se prevé que la inflación del próximo año rondará el 4%, lo que mermará aún más su poder adquisitivo. Lo único “positivo” de esta situación es que, en dólares, el SM se ha reducido dada la devaluación del peso, ya que de 4.4 dólares que representaba en 2015, este año se redujo a 3.90 dólares, lo que seguramente continuará haciendo atractivo al mercado de trabajo mexicano.

El Presidente dijo el pasado 13 de diciembre que durante su administración se han creado 2.6 millones de empleos, de los cuales, un millón se generó de enero a noviembre de 2016, pero en realidad puede decirse que no todos los empleos a los que aludió el presidente son empleos nuevos, sino empleos formalizados a través del programa del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).

Se formalizaron muchos microempresarios, tiendas de abarrotes, trabajadores por cuenta propia, comerciantes minoristas, carnicerías, salones de belleza, entre otros, que de manera simultánea se incorporaron al RIF y al IMSS, lo cual incrementó el número de asegurados registrados por este instituto. Así en 2014 se formalizaron 714 mil 256 trabajadores; en 2015, 644 mil 446 y hasta mayo de 2016, 581 mil más, dando un total de un millón, 940 mil “nuevos” empleos formales.

Además, de los 52 millones 43 mil personas que contaban con empleo hasta septiembre pasado, 62.5% carecían de acceso a instituciones de salud, es decir, 32 millones 511 mil trabajadores se encontraban en esa situación.

La mano de obra barata seguirá siendo el principal atractivo de México para las inversiones extranjeras, además de la creciente precarización del trabajo por la erosión o pérdida de derechos y prestaciones de los trabajadores que se ha expresado en la temporalidad laboral, reducción del salario real, seguridad social, pensiones, contratos por horas, además de contratar empleados a través de un tercero, que es denominado outsourcing, mecanismo de subcontratación que permite reducción de costos y evasión de responsabilidades.

Profesores de la Facultad de Economía e integrantes del Centro de Análisis de Coyuntura
Económica, Política y Social. caceps@gmail.com

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