El pasado martes, el mismo día del debate republicano, todas las escuelas de Los Ángeles suspendieron actividades por una amenaza terrorista que, se dijo, era creíble, aunque posteriormente resultó falsa. El miedo se ha colado no solo en los medios y la agenda internacional, sino en la cotidianidad, en las preocupaciones y prioridades de la sociedad estadounidense. Eso es justamente lo que convierte al terrorismo en una estrategia eficaz y eso es, en buena medida, lo que explica su crecimiento. Y cuando eso ocurre, la competencia electoral no puede quedar exenta de ese tipo de temas. Así, aunque los demócratas quizás intentarán enfocar sus campañas en asuntos económicos y otras cuestiones internas, quizás no les va a ser muy posible. Tal y como se vio en el debate del martes, los republicanos intentarán poner el foco en el miedo y la desconfianza que una buena parte del electorado estadounidense hoy está sintiendo, lo que se ha intensificado a raíz de atentados como los de París o California. Para documentarlo, recupero algunos datos del blog FiveThirtyEight especializado en temas electorales, así como de diversas encuestas recientes.

Como ya hemos explicado en estas páginas, el terrorismo es un problema grave, pero se trata de un problema inferior a muchos otros, al menos en materia de muertes. El año pasado 32,600 personas en el planeta, lamentablemente, perdieron la vida en ataques terroristas, mientras que alrededor de 437,000 personas - trece veces más- murieron en otros tipos de asesinatos como los tiroteos masivos en EU (IEP, 2015). No obstante, según una encuesta reciente (WSJ/NBC, 2015), para 40% de estadounidenses, el terrorismo es la mayor de sus preocupaciones, lo que representa 19 puntos porcentuales más que en abril. Los temas económicos pasaron a segundo lugar. Podríamos decir que quizás la permanencia del tema en ese sitio durante los próximos meses, dependerá de si ocurren o no más atentados en países europeos o en el propio territorio norteamericano.

A pesar de que una investigación del Pew Research Center encontró que los musulmanes estadounidenses rechazan la violencia en el nombre del Islam más que los musulmanes de otros países –de hecho, alrededor de 81% de musulmanes en EU indica que los ataques suicidas o actos similares nunca se justifican-, una gran mayoría de potenciales electores republicanos tiene una visión negativa de las personas de religión musulmana, lo que se ha intensificado tras los atentados de Paris y San Bernardino (FiveThirthyEight.com). Por tanto, no debe extrañarnos que las declaraciones de Trump en cuanto a no permitir la entrada a musulmanes a EU, hayan recibido un enorme respaldo en las encuestas entre potenciales electores republicanos. Más aún, en esas encuestas, la mayoría de participantes manifiesta que confía en Trump para enfrentar al terrorismo.

Marco Rubio, por su parte, durante el debate de esta semana, dijo que los republicanos solo apoyan las declaraciones de Trump debido a que Obama ha hecho a los estadounidenses sentirse inseguros. Al hacerlo, Rubio estaba explotando indicadores que han estado emergiendo a lo largo de meses. De acuerdo con el Pew Research Center, solo 37% de estadounidenses aprueba la forma como Obama está enfrentando el terrorismo mientras que 57% lo desaprueba. Esto representa la más baja calificación que se le da en esta temática al presidente en toda su gestión. Según el mismo estudio, uno de cada tres estadounidenses menciona al terrorismo, a ISIS o a la seguridad nacional, como el mayor problema que su país enfrenta, en contraste con el año pasado cuando solo 4% de estadounidenses mencionaba esos como los mayores problemas del país. Es más, para una parte importante del electorado republicano, Obama representa la mayor amenaza para Estados Unidos (IPSOS, 2015). En otra encuesta (Monmouth University, 2015), 75% de republicanos manifiesta que es necesario enviar tropas de combate terrestre al Medio Oriente para combatir a ISIS, cosa que Obama ha prometido no hacer.

Considerando los datos anteriores, se puede entender el papel que temas como Siria, ISIS y el terrorismo en general, jugaron en el debate republicano del martes, lo que quizás sea un signo de la tónica de las campañas en los próximos meses.

La cuestión es que, por ahora, la estrategia que Obama ha implementado para combatir a ISIS -sin duda la organización responsable del repunte del terrorismo en la agenda-, no obtendrá resultados en el corto plazo, asumiendo que algún día los obtenga. En el mejor de los casos, ISIS perderá una parte del territorio que controla en Siria e Irak. Sin embargo, si ello ocurre, lo más probable es que esa organización incrementará el empleo de tácticas terroristas en los países en donde opera, e invitará a sus seguidores en todo el mundo a intensificar los atentados, los cuales, por su propia naturaleza, ya están en aumento.

Las estrategias más eficaces para detener ataques terroristas en el corto plazo se encuentran esencialmente en el uso de inteligencia y de las policías. Pero 70% de atentados en países occidentales son perpetrados por lobos solitarios o pequeños grupos de personas, los más difíciles de detectar y prevenir (IEP, 2015). Por otra parte, en el mediano y largo plazos, las respuestas más eficaces para atenuar el riesgo del terrorismo consisten en medidas para reducir la marginación y exclusión económica, política y social, además de medidas de construcción de paz en el corazón de conflictos en donde grupos como ISIS encuentran su mayor caldo de cultivo, tales como los de Siria, Yemen o Libia. Sin embargo, como eso no ocurrirá en lo inmediato, es probable que los temas relativos al terrorismo y a ISIS, sigan marcando la agenda, las conversaciones y los debates en 2016.

Twitter: @maurimm

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