Berlín.— “Nuestros valores son nuestro futuro”, dijo Angela Merkel en su mensaje a la 29º Convención del Partido Unidad Demócrata Cristiana (CDU) del pasado diciembre, en la que anunció su postulación para un cuarto periodo como canciller de la República Federal de Alemania.

En esta coyuntura histórica marcada por acuciantes incertidumbres y amenazas, los valores humanistas son el faro de diversos líderes internacionales para no errar el camino y acertar en la toma de decisiones.

En la sociedad occidental fracturada por las crisis del Estado moderno, de la democracia representativa y de la economía liberal globalizada; aceleradas por la transformación de la sociedad de masas en sociedad digital, han resurgido con fuerza inusitada las hordas de populismos nacionalistas, autoritarios, agresivos y excluyentes.

A esta nueva barbarie que ataca la cultura del respeto a la dignidad humana, a las instituciones democráticas y el libre mercado al servicio de los consumidores, se impone enfrentarla con la fuerza del humanismo político. La defensa ha de realizarse en conjunto, no aisladamente, mediante la articulación de actores políticos en todos los países y por las instituciones multilaterales.

En este contexto histórico y geopolítico debe valorarse el reciente encuentro (13/02/2017) entre de la líder democristiana alemana Merkel y el presidente nacional del PAN , Ricardo Anaya. El diálogo, al más alto nivel, entre los representantes de dos importantes fuerzas humanistas con influencia en Europa y Latinoamérica es una importante señal para todos aquellos que buscan signos esperanzadores de resistencia efectiva, no simbólica, al rampante salvajismo político de nuestros días. He tenido la oportunidad de estar cerca de la génesis y el desarrollo de este acontecimiento y puedo dar fe de su espesura histórica y la fuerza de futuro que contiene.

En su entrevista intercambiaron puntos de vista sobre la situación de cada uno de sus países, de los retos que enfrenta el orden mundial y los efectos del factor Trump en cada uno de estos ámbitos. Hablaron del Muro que se pretende edificar a lo largo de la frontera mexicoamericana y de los sufrimientos que imponen a los seres humanos y a las familias este tipo de falsas medidas contra el movimiento las personas. Con pleno conocimiento, pues ella vivió en carne propia el dolor del Muro de Berlín como residente en Alemania oriental, expresó su convicción de que las barreras físicas no son la solución a los problemas migratorios, los que deben ser abordados desde sus causas más profundas. Subrayaron la importancia de defender el comercio libre y justo entre las naciones como camino hacia la prosperidad compartida.

La reunión puso a la vista la coincidencia en la necesidad trabajar por políticas eficaces para encarar las problemáticas nacionales y en el espacio global con una perspectiva innovadoramente humanista.

El programa político de la CDU para las próximas elecciones del 24 de septiembre en la que se renovará el parlamento federal contiene tres prioridades: conservar una economía fuerte y competitiva, reforzar la cohesión social como condición básica de una democracia eficaz con libertad, responsabilidad y equilibrio entre regiones y generaciones; mantener seguridad , lo que incluye imperio de la ley, defensa de la libertad, migración con orden y estabilidad europea.

Después del fascismo y nazismo, la reconstrucción europea contó entre sus obreros a destacados líderes democristianos: Adenauer, canciller de Alemania; De Gasperi, primer ministro en Italia; el francés Schuman. En Latinoamérica los pioneros de la democratización de posguerra fueron de la misma familia política: Frei en Chile, Caldera en Venezuela, más tarde, en la tercera ola democratizadora de la región estuvieron Patricio Aylwin chileno y Castillo Peraza en México.

Llegó la hora para una nueva generación de políticos humanistas.

Ex presidente nacional del PAN.
@ L_ FBravoMena

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