Como si fueran los policías corruptos del precinto 75 de Nueva York, cuyo escándalo de delitos casi inimaginables en los tempranos años 80 pusieron al descubierto a algunos emprendedores del crimen, que no sólo lograron fama sino mucho dinero, los policías de la División Rampart de la policía de L.A. se volvieron expertos en el crimen organizado alterno a las investigaciones que les eran asignadas.

Así se tornaron en profesionales en el arte de desaparecer drogas, dinero y hasta cadáveres, aparte de fabricar pruebas, darle pésimo trato a los detenidos y escuchar subrepticiamente para sacar provecho de secretos no muy bien guardados. Por eso no es casualidad que varios agentes de la ley de la oferta y la demanda para sacar provecho extra, aparte del sueldo corporativo, sean gentes como Woody Harrelson aunque, en la justa por encontrar al peor policía, todos –Ben Foster, Steve Buscemi, Ice Cube y hasta Sigourney Weaver— pueden tener las mismas oportunidades. A la historia no en balde la titularon Demencia policial, porque en un juicio fílmico, Rampartt, parece que no decía mucho.

Jackie Chan regresa con una más de la saga de Police story antes de que vendiera su alma al diablo en una serie de comedias, la mayoría, no recordables. Esta vez en Jin cha gu shi 2013, el capitán de policía Chan se entera de que su hija está saliendo con un tipo que quiere vengarse de él. La más explosiva historia de policía de hace tres años que llega al DVD en forma por demás alternativa, en su momento hizo más de 100 millones de dólares, y Jackie Chan regresa a lo suyo: que le den palizas mortales durante casi todo el metraje para, al final, sacar la casta.

No estrictamente policiaco, sino permitiéndose licencias dentro de la ciencia ficción, llega la nueva de Kevin Costner, Gary Oldman y lo que queda del veterano Tommy Lee Jones, con una historia un tanto increíble en la cual hay que tomar bando por buenos o malos, desde el principio, cuando las memorias y habilidades de un agente fuera de serie de la CIA, le son implantados a un peligroso e impredecible delincuente. Criminal Mente Implacable esta filmada a una velocidad vertiginosa con efectos especiales muy costosos, que le impiden al espectador pensar claramente lo que sucede de fondo. Bien podría ser un Bourne Reloaded y parece que Costner, por la edad, no sale lo que se dice muy bien librado, lo que ya es ganancia desde que interpretó a Jim Garrison en JFK.

La más palomera de la especialidad que, aparte combina, elementos de terrorismo es Londres bajo fuego, en donde como ven dan, y reparten por igual miles de balas que sobados tópicos policiaco-terroristas, Gerald Butler y Aaron Eckhart, teniendo casi como reefere a Morgan Freeman, con el pretexto de un funeral que reúne a todos los mandatarios del mundo, para una trampa que ahorre muchos ataúdes.

pepenavar60@gmail.com

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