Este 16 de junio se celebró el Día Internacional de las Remesas Familiares, una forma más de reconocer las valiosas aportaciones de los migrantes a las sociedades en las que viven y trabajan, así como a sus comunidades y países de origen.

Se calculan en más de 250 millones los migrantes en todo el mundo que viven lejos de lo que consideran su patria y en alrededor de 500 mil millones de dólares las remesas que envían al año a sus familias. Sus envíos, producto de horas de trabajo en condiciones laborales o sociales no siempre fáciles, hacen con frecuencia la diferencia para que sus familias de origen puedan alimentarse bien, tener acceso a cuidados médicos de calidad, hacerse de una mejor vivienda o brindar una mejor educación a sus hijas e hijos.

Los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos son ya más de 12 millones. Allá pagan impuestos y contribuyen más que económicamente al engrandecimiento de la sociedad que los alberga. A través de las remesas que envían a sus familias en México, colaboran también con el desarrollo de nuestro país.

En 2016, México recibió 26 mil 970 millones de dólares (mdd) por remesas de sus migrantes, una cantidad similar a la que recibimos como inversión extranjera directa y la cantidad más alta desde que se tiene registro.

Una parte de las remesas que envían los migrantes mexicanos llegan a sus familiares gracias al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi). Esta institución pública se encarga de que los beneficiarios de esos flujos no paguen nada por recibir su dinero y que quien les hace el envío pague en promedio unos 8 dólares. Bajas comisiones para el remitente, gran seguridad en el envío y tipo de cambio preferencial es lo que, a través de Bansefi y los bancos y uniones de crédito que trabajan con esta institución nacional, podemos asegurar a los migrantes mexicanos y sus familiares en nuestro país.

En este Día Internacional de las Remesas Familiares, me gustaría subrayar, en primer lugar, que los migrantes mexicanos siempre tienen presentes a sus familias y comunidades de origen. Las tienen presentes en el corazón y también mediante el envío de cantidades que hacen una gran diferencia en la vida de quienes las reciben. Reconozcamos entonces su esfuerzo y la importancia de éste en la vida de quienes reciben sus apoyos.

No olvidemos que estos envíos proceden de trabajadores que viven al día y que envían una parte sustantiva de sus ahorros a sus familiares en México. El dinero que envían lo ganaron con el sudor de su frente y lo justo es que el gobierno cuide que ese dinero llegue, al menor costo posible, a lo más valioso que tienen los migrantes, es decir, a sus familias.

Debemos encontrar vías para seguir reduciendo las comisiones que pagan y para darle más valor al dinero de nuestros migrantes, poniéndolo a trabajar de forma productiva. Bansefi trabaja para lograrlo y, por ello, este Día Internacional de las Remesas Familiares anunciamos una nueva fase del Programa de Asistencia Técnica a las Microfinanzas Rurales (PATMIR), en la que se incluirá financieramente a 57 mil personas de las 13 entidades federativas con mayor grado de migración y también se otorgarán créditos productivos, de 4 mil pesos para arriba, para impulsar el desarrollo de la población en las zonas atendidas. Incluso tenemos prevista una expansión del proyecto en 2018, dado el potencial que tiene el mismo en el contexto actual.

Los migrantes son y han sido siempre solidarios con nosotros. Es momento de retribuir esta solidaridad con todo el apoyo que podamos brindarles.

Secretario de Hacienda y Crédito Público.

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