El ajedrez es un juego que se basa en el conocimiento. Conocer es averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, las cualidades, los nexos y la utilidad de las cosas. Todo conocimiento resulta de la relación entre un sujeto cognoscente: el jugador, en ajedrez, y los objetos inteligibles: el tablero y las piezas. De acuerdo con el filósofo Martin Heidegger (1889- 1976), “todas las manifestaciones o los grados del conocimiento: el observar, el percibir, el determinar, el interpretar y el afirmar, presuponen la relación del hombre con el mundo y son posibles solamente a base de esta relación”.

Los procedimientos para conocer no son otra cosa que métodos. El filósofo Sócrates (470- 399 a.C.) dijo: “Sólo es útil el conocimiento que nos hace mejores”. En el juego ciencia, es el que permite comprender a fondo la información que ofrece una posición, establecer analogías, obtener conclusiones y decidir la mejor jugada. Aunque el escritor británico Graham Greene (1904- 1991) también advirtió: “Si conociéramos el verdadero fondo de todo tendríamos compasión hasta de las estrellas”.

El ajedrez es un juego silente. El silencio estimula la reflexión y ayuda a procesar los conocimientos. Desde la filosofía oriental, el pensador Osho dice: “Conocer significa permanecer en silencio, en total silencio de forma que puedas oír la pequeña y callada voz que hay en tu interior. Cuando estas totalmente callado, inmóvil, cuando nada se mueve en ti, la puerta se abre. Tú eres parte de la existencia misteriosa. Llegas a conocerla al participar de ella. Eso es el conocimiento”.

Ajedrecista es alguien que juega, reflexiona y conoce los caminos del juego, pero no debe olvidar lo que advierte un proverbio chino: “jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino”. Sin embargo, el filósofo y poeta mexicano Ramón Xirau también hizo notar: “La reflexión no excluye el juego y el hombre que juega es ya un hombre que conoce”.

Partida del torneo de Zu-
rich, Suiza. Las negras se adueñan de las principales columnas y diagonales, in-
movilizan al rival, amenazan con ganar una pieza y ganan cómodamente.

Blancas: Alexei Shirov (2684)

Negras: Levon Aronian (2792)

Zurich, Suiza, febrero 14 de 2016

Apertura española, defensa Berlín, (Eco C67)

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 Cf6 4.0–0 Cxe4 5.d4 Cd6 6.Axc6 dxc6 7.dxe5 Cf5 8.Dxd8+ Rxd8 9.Cc3 Ae7 10.h3 Ch4 11.Td1+ Re8 12.Cd4 Cg6 13.f4 h5 14.Ce4 h4 15.Ae3 a6 16.c4 Th5 17.Td3 f6 18.exf6 gxf6 19.Tf1 Ad7 20.f5 Ce5 21.Tc3 Rf7 22.Af4 Td8 23.Axe5 fxe5 24.Cf3 Axf5 25.Cxh4 Axh4 26.g4 Re7 27.gxf5 Td4 28.Cc5 Td2 29.Rh1 Txb2 30.Td3 Af6 31.Ce4 Th4 32.Te3 Txa2 33.Tb1 b6 34.Tbe1 Tc2 35.c5 b5 36.Ta3 Tf4 37.Txa6 Ah4 38.f6+ Rf7, rinden blancas, 0-1.

rjavier_vargas@terra.com.mx

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