En mi última columna les platiqué sobre la próxima Asamblea Nacional del PRI. Previo a este importante evento, quiero hacer una reflexión sobre los retos que enfrentaremos y la propuesta de futuro que el PRI ofrece.

El partido político que se creó en 1929, PNR, tuvo un gran desafío: institucionalizar los beneficios sociales y económicos que se habían logrado con la Revolución, otorgando nuevos derechos y salvaguardando la estabilidad social; había que crear instituciones educativas, de salubridad, de seguridad y de gobierno desde los escombros que había dejado la lucha armada.

En 1929 había 16.5 millones de habitantes, pero 8.5 millones, con 6 años o más de edad, eran analfabetos (51% de la población). Hoy, en cambio, somos 120 millones y 94.6% somos alfabetos; tan sólo el próximo ciclo escolar habrá 26 millones de estudiantes en nivel básico; en total, 1.7 millones de estudiantes más de los que había en 2012.

Por otro lado, no existía un sistema de salud pública. En 1943 se creó la Secretaría de Salubridad, el IMSS y el Hospital Infantil de México; después se crearían el ISSSTE y los Institutos Nacionales de Alta Especialidad. Hoy, casi 100 millones de mexicanos ya tienen acceso a la salud y se ha incorporado a casi un millón de personas por año durante esta administración.

En estos cinco años de gobierno hemos propuesto transformaciones y combatido lo que nos aqueja como nación. Debemos pensar cómo era el país hace casi 90 años, ver el México de hace 5 años y contrastarlo con el que estamos construyendo hoy.

Prácticamente en todos los índices de salud, educación y vivienda estamos mucho mejor, ya no hablemos de empleo, salarios, crecimiento económico o las nuevas oportunidades en energía, telecomunicaciones e infraestructura.

La próxima asamblea será una oportunidad para dialogar, discutir y encontrar una nueva narrativa para, como escribí en mi anterior artículo, transmitirle a la gente los logros obtenidos, lo que debemos mantener como política pública y lo que debemos cambiar. En esta asamblea veremos cómo se reorganiza el partido para, nutriéndose de las ideas de sus militantes, explicar hacia dónde va; y así poder decir con una mejor narrativa qué ha hecho y porqué merece la confianza de la ciudadanía en las siguientes elecciones. El reto de esta Asamblea será elaborar y dar a conocer su propuesta a través de 5 mesas con temática global:

1.— Visión de Futuro: resaltarán temas que nos permitan vislumbrar el México de nuestros nietos: la agenda 2030, migración, educación, salud, perspectiva de género, cambio climático, vida ciudadana y su relación con el poder, entre otros. 2.— Rendición de Cuentas y Ética: declaración 3de3 obligatoria a precandidatos, Consejos de Ética, reafiliación, nuevas facultades a Contraloría, etcétera. 3.— Declaración de Principios: PRI del siglo XXI, México en el mundo, sociedad de futuro y varias más. 4.— Programa de Acción: se discutirá una nueva propuesta con 6 apartados principales: a) Gobernabilidad democrática y ciudadanía efectiva; b) Educación de calidad; c) Economía abierta con dinamismo regional; d) México sin pobreza y con prosperidad; e) Seguridad y justicia; f) México abierto al mundo. 5.— Estatutos: se establecerán las obligaciones de militantes, renovación de dirigencia, requisitos de candidatos y justicia partidaria, por resaltar algunos.

A diferencia de lo que pasa en algunos países de Latinoamérica o incluso en algunos partidos políticos, en el PRI se defiende la libertad de expresión. Creemos firmemente en la frase atribuida a Voltaire: “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Hemos logrado construir un país donde todos pueden expresarse, con o sin razón. Imaginemos en el futuro un gobierno en el que no podamos disentir y esto sea causa de persecución. Como ciudadanos tenemos que reconocer, darle valor y defender la libertad que tenemos en México.

Coordinador general de Puertos y Marina Mercante

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