Cada año, en México, se abre un espacio que estimula las neuronas de todos los presentes y los invita a pensar y profundizar sobre temas tan distintos como: la física, la salud, el deporte, la ecología, la música clásica y la danza, entre decenas de otras especialidades.

Estos temas son expuestos por expertos internacionales que se congregan en Puebla, en un evento llamado La Ciudad de las Ideas, que organiza brillantemente Andrés Roemer.

Una de las secciones del evento expone logros internacionales de mexicanos que poco se conocen. Se llama Mex-I-Can.

Ahí Andrés presentó, la primera semana de noviembre, a notables mexicanos que hoy están haciendo la diferencia. Te comparto algunos:

Jorge Soto, ingeniero electrónico, que cofundó Miroculus, en California, para desarrollar un método que detecta cáncer en la sangre en etapas iniciales, antes de tener síntomas, lo que eleva radicalmente la posibilidad de cura.

Esa forma de detección es tan sencilla y barata que podrá realizarse por cualquier persona desde su hogar y con un iPhone.

Si creemos que la computación está creciendo aceleradamente, la biotecnología crece seis veces más rápido y este mexicano lo entiende y aprovecha, en beneficio de millones de personas que, literalmente, evitarán la muerte.

Luis Roberto Flores, doctor en Física, miembro de la Organización Europea para la Investigación Nuclear en Ginebra, es responsable de parte del proceso del Gran Colisionador de Hadrones, aparato que mide 26 km, construido a 100 metros de profundidad entre Suiza y Francia y que, con base en el estudio del bosón de Higgs, mejor conocido como la partícula de Dios, estudia la existencia de un elemento antes desconocido pero que permite, ni más ni menos, la existencia de la materia.

Lorena Ochoa, la mejor golfista del mundo durante 157 semanas consecutivas, quien tuvo que levantarse de varios fracasos iniciales y tomar dolorosas decisiones para llegar a la cima, como cambiar en dos ocasiones de caddie que, aunque eran para ella muy queridos, requería su reemplazo. Tuvo la determinación de construir su carrera con inteligencia, además de talento.

Rodrigo Medellín, ecologista comprometido en la conservación de especies, que protege a los murciélagos porque son responsables de la existencia de muchas plantas y del control natural de plagas, al devorar cada noche mil mosquitos por murciélago. ¡Multiplícalo por decenas de millones de murciélagos en México! Sin ellos, las nubes no serían de vapor de agua, sino de mosquitos.

Estos son cuatro ejemplos de la enorme agenda que construye Roemer para acercarla a los jóvenes mexicanos.

Me llama la atención y es admirable que utilice sus vacaciones para trabajar en organizar y conducir un evento que ya tiene reconocimiento internacional.

Andrés Roemer le ha dado al Consulado de México en San Francisco una aportación de modernidad y servicio que muchos deberían imitar porque además de cumplir su deber de cónsul, logró desarrollar un área de promoción de México, de mexicanos y de sus ideas, junto con Ricardo Salinas y Rafael Moreno Valle.

Ante el daño que las ideologías hacen al mundo, recordemos una frase de la Ciudad de las Ideas: “No creas todo lo que piensas”.

Presidente ejecutivo de Fundación Azteca.
emoctezuma@tvazteca.com.mx
@EMoctezumaB

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