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Para 2017 la Comisión Federal de Electricidad gastará más en pagar a 45 mil 340 trabajadores que se encuentran pensionados, que en cubrir la nómina de los más de 67 mil 137 empleados activos. En Petróleos Mexicanos la situación no es muy distinta, pues con lo que erogará el año próximo para cubrir pensiones podría comprar una refinería en Estados Unidos con valor de 3 mil millones de dólares. En conjunto, ambas compañías dispondrán de casi 113 mil millones de pesos para cubrir sus compromisos con los jubilados.
La carga es aún pesada a pesar de que recientemente se lograron acuerdos con sindicatos de ambas empresas para reducir el costo de las jubilaciones; lamentablemente, el ajuste a las prestaciones de esos gremios privilegiados llegó tarde; se actuó cuando era prácticamente imposible sostenerlas más.
Para el año próximo la CFE destinará 59 mil 794 millones de pesos para pagar a sus 45 mil pensionados, en cambio la nómina de 67 mil trabajadores activos será menor, ya que ascenderá a 55 mil 257 millones de pesos. En promedio, el ingreso promedio mensual de cada jubilado es de 109 mil pesos, mientras los trabajadores en activo tienen un sueldo promedio de 68 mil pesos mensuales.
El país no puede permitirse seguir otorgando ese tipo de pensiones a paraestatales, surgidos hace décadas sólo para mantener leales a sindicatos que basaban su influencia en el chantaje político y cuando el petróleo, por ejemplo, pasaba por una época boyante. Los elevados salarios que aún se devengan en el sector no están en sintonía con la realidad laboral de millones de trabajadores. Las elevadas prestaciones tampoco se reflejan en un mejor servicio de ambas compañías; el servicio que brindan no es malo, pero más grave sería que con ese tipo de sueldos sus desempeños fueran deficientes.
El problema no es exclusivo de Pemex y CFE. En 2017 el IMSS va a erogar en pago a jubilados 349 mil 333 millones de pesos y el ISSSTE 190 mil 804 millones. Esas cuatro entidades tienen comprometidos 653 mil millones de pesos para salarios y prestaciones de pensionados. Aunque el problema está presente desde hace años en el debate público, algunas acciones para remediarlo se han tomado apenas hace poco. ¿Serán la solución de fondo o sólo servirán para salir del atolladero por un tiempo y que a otros les toque resolverlo de manera definitiva más adelante?
Los sueldos en los nuevos contratos colectivos actuales aún están por arriba de lo que ofrece la mayoría de las empresas de la iniciativa privada. Los tiempos han cambiado y no puede haber dos tipos de trabajadores en el país. De ser necesarias mayores modificaciones, deben realizarse.
