Decía Darwin que no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la
más inteligente; sino la que
responde mejor al cambio.

México se erigió como el portavoz de América Latina y el Caribe ante la Organización de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, reafirmando así su liderazgo en la región, en un tema por demás sensible para 70 millones de seres humanos que habitamos en sus ciudades.

Como resultado de tres días de discusiones abiertas y plurales de la Reunión Regional hacia la tercera Cumbre Mundial de Hábitat, representantes de 33 países latinoamericanos emitimos la Declaración de Toluca, en la que coincidimos en dejar claro que los diagnósticos han sido suficientes y es momento de tomar decisiones: la realidad nos exige actuar mucho más allá de las coyunturas con una visión incluyente y de largo plazo.

Para tener una idea más clara de lo que estamos enfrentando, basta señalar que hoy 3% del territorio mundial está ocupado por ciudades y es ahí donde consumimos 75% de nuestros recursos naturales como planeta.

Pero además, cumplir cada uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, requiere una erogación de  1.3 trillones de dólares al año. De esa magnitud es el reto que tenemos.

México comparte con la región latinoamericana y del Caribe los mismos desafíos en sus zonas urbanas: pobreza, desigualdad, violencia e inseguridad, son parte de la vida cotidiana de quienes paradójicamente, emigran a las ciudades  en busca de mejores oportunidades.

La premisa fundamental de la Declaración de Toluca parte de reconocer que la urbanización y el desarrollo deben ser un binomio irrenunciable, que además asegure la sostenibilidad del crecimiento pues hoy, además, nuestras ciudades son altamente vulnerables ante los efectos del cambio climático.

Orientada a la acción, la Declaración de Toluca propone ocho elementos clave en la implementación de la nueva agenda urbana: planeación urbana y territorial; gobernanza urbana; vivienda adecuada; agua y saneamiento; movilidad sostenible; gestión del suelo; medio ambiente, cambio climático y resiliencia, además del seguimiento y examen.

Rumbo a la Cumbre Mundial de Hábitat, que se llevará a cabo este año en Quito, Ecuador, México llegará con una cabeza de sector creada en esta administración federal: la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; con una política de vivienda renovada y que ya cuenta con resultados tangibles, además de alcaldes que tendrán la posibilidad de reelegirse.

Sin duda uno de los mayores retos para nuestro país y la región, será la construcción de acuerdos para mejorar la gobernanza urbana: cómo involucrar a los diferentes órdenes de gobierno para garantizar colaboración y coordinación, pero sobre todo alcanzar formas innovadoras de financiamiento y fórmulas concretas de evaluación.

Se trata de no retrasar más el pleno acceso de todos al derecho a la ciudad, sin perder la perspectiva de que se trata de un derecho humano colectivo, no sólo para los que las habitamos hoy, sino también para nuestros hijos.

Es urgente recuperar la vocación de la ciudad como un lugar de encuentro, cultura, esparcimiento y de oportunidades para el desarrollo de las personas; lograrlo debe significar también descentralización y fortalecimiento de las capacidades técnicas y financieras de los gobiernos locales.

Respondamos al cambio pero no sólo para sobrevivir como especie, sino para construir un mundo más igualitario y justo, para lograr el derecho de todas y todos a la ciudad.

Senadora por el Estado de México.
@AnaLiliaHerrera 

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