La elección al parlamento multinacional ha confirmado el creciente poder de los partidos populistas anti Unión Europea pese al surgimiento de verdes y centristas, cuyas ganancias en las urnas también se lograron a costa de las agrupaciones conservadoras y socialdemócratas tradicionales en los principales países del bloque regional.

Si el voto de cada país a menudo sirve como un termómetro sobre asuntos internos de importancia en la única institución elegida directamente en la Unión Europea , el parlamento de 751 asientos, será necesario destacar entonces que Reunión Nacional ( RN ), otra vez, está al borde de convertirse en la fuerza política dominante en Francia , tras superar estrechamente con 23.3% de los sufragios a República en Marcha del presidente Emmanuel Macron , con 22.1%.

Mientras que en la última elección de la Unión Europea en 2014 la RN de Marine Le Pen venció a los conservadores con cuatro puntos porcentuales de diferencia y Francois Hollande , el predecesor socialista de Macron, terminó en tercer lugar, el resultado aún constituye un revés para el dirigente galo, que trata de persuadir a la Unión Europea de buscar una integración más estrecha, rechazada por Italia , Polonia y otros países donde los “ euroescépticos ” en el poder ganaron el proceso de cuatro días la semana pasada.

Además, Macron prepara una gran reforma del sistema de pensiones , que seguramente encontrará la oposición del movimiento de los Chalecos Amarillos , ya en su sexto mes de protestas contra la caída de los niveles de vida en la nación europea.

“El presidente convirtió esta elección en un referéndum. Él y sus políticas han sido rechazados”, declaró Jordan Bardella , quien encabezó la lista electoral del ex Frente Nacional.

Bardella y Le Pen llamaron a “reorientar dramáticamente” la política económica, restringir a los inmigrantes y realizar nuevos comicios legislativos.

Por su parte, los Verdes ascendieron al tercer puesto con 13.1%. Los gaulistas Republicanos y el Partido Socialista , institutos tradicionales en el poder desde 1968 , cayeron hasta un humillante 8.4% y 6.6%, respectivamente, mientras que el comunista Francia Insumisa , que obtuvo 20% en la votación presidencial de 2017, apenas alcanzó 6.6%.

En Alemania , el motor económico de la Unión Europea, la conservadora Unión Democristiana-Unión Social Cristiana ( CDU-CSU ), ganó 28% del voto y el Partido Socialdemócrata ( SPD ) 15.5%, una caída, respectivamente, de 7% y 11.8%. La “gran coalición” que integran, encabezada por la canciller federal Angela Merkel , ahora sólo tiene 43.8% del sufragio.

El Partido de Izquierda descendió de 5.4% a 2%, al tiempo que los Verdes y la xenofóbica Alternativa para Alemania crecieron a 22% y 10.5%, respectivamente.

¿Il Capitano, líder emergente?

En Italia , la derechista Liga del vicepremier y ministro del Interior, Matteo Salvini , logró un tercio de la votación y se encamina a ser uno de los mayores partidos del Parlamento Europeo, con 28 asientos.

Considerado un político con poder suficiente para recrear el fascismo en Italia y sacar al país mediterráneo de la Eurozona , que ha contribuido a su economía estancada, Il Capitano Salvini habló con Le Pen, el autoritario primer ministro húngaro Viktor Orbán y Nigel Farage , líder del Partido Brexit del Reino Unido , a fin de formar una coalición en el Parlamento Europeo.

“Queremos ser un grupo que tenga al menos cien miembros y tenga la ambición de llegar al menos a 150, si todos pueden superar los celos, las simpatías y las antipatías. Tu juegas para crear una alternativa, no lo haces alejando las narices”, afirmó.

Sin embargo, algunas diferencias en torno a temas como la migración y las relaciones con Rusia ya han surgido entre los partidos derechistas, empañando las perspectivas de un frente unido capaz de remodelar el futuro de la Unión Europea y enfrentar problemas como las altas tasas de desempleo y la seguridad .

Consciente de dichas diferencias, Macron también ha estado activo, dialogando con los dirigentes de Bélgica , la República Checa , Alemania , Polonia y Eslovaquia .

Pedro Sánchez

, presidente del Gobierno de España , cuyos socialistas tendrán la mayor bancada del Parlamento Europeo tras frenar el crecimiento del partido ultraderechista Vox , cenará con Macrón en el Elíseo el próximo lunes.

A medida que Merkel deja gradualmente el escenario luego de casi 15 años en el poder, Macron está ansioso por asumir el liderazgo con el respaldo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa ( ALDE ), que aumentó su presencia en el parlamento de 68 puestos a 109.

Con las dos fuerzas hasta ahora dominantes—el Partido Popular Europeo ( EPP ) a la derecha y los Socialistas y Demócratas ( S&D ) en la izquierda—sin los 376 asientos necesarios para una mayoría, la ALDE será crucial para entablar cualquier coalición, posiblemente con los Verdes.

No obstante, la prueba de fuego para el naciente liderazgo regional de Macron podría ser su desacuerdo con Merkel respecto a los cargos clave de la Unión Europea , que incluyen al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker , quien se halla en el final de su periodo de cinco años.

En 2014, Juncker fue elegido para la comisión como candidato del EPP, después del triunfo conservador en las elecciones. Pero esta vez, pese al apoyo de Merkel para el nuevo aspirante del EPP, Manfred Weber —un alemán—Macron promueve para el puesto, responsable del cumplimiento de la legislación y de elaborar iniciativas de ley, a su paisano y negociador en jefe del Brexit, Michel Barnier , a la danesa Margrethe Vestager y al neerlandés Frans Timmermans .

Es probable que las negociaciones sean largas y complicadas; varios nombres irán y vendrán antes de que eventualmente el proceso termine a fines de año.

Los otros altos funcionarios de la Unión Europea que serán reemplazados son los presidentes del Consejo Europeo , Donald Tusk ( Polonia ) y del Banco Central Europeo , Mario Draghi ( Italia ), así como la Alta Representante para Asuntos Exteriores , Federica Mogherini ( Italia ).

El avance populista y derechista también fue evidente en el Reino Unido , donde se suponía que sus votantes no participarían en la elección, ya que el país dejaría la Unión Europea a fines de marzo.

Pero con dos aplazamientos—y planes de salida fijados ahora para el 31 de octubre —los electores tuvieron que acudir a las urnas y dieron al nuevo Partido Brexit más de 30% de los sufragios.

Los ciudadanos británicos expresaron su frustración con la primera ministra saliente Theresa May , asestando a los conservadores su peor resultado en los 185 años de historia del partido.

Fundado hace unas semanas para reemplazar al Partido Independencia del Reino Unido ( UKIP ) el Partido Brexit se llevó el voto rural y también hizo progresos en el norte de Inglaterra y Gales con un mensaje claro, que Gran Bretaña debe abandonar este año la Unión Europea, sin ningún acuerdo si es necesario, y a cualquier costo económico.

En un ambiente político polarizado y fragmentado, en el que la figura del legislador Tory Boris Johnson luce como el próximo ocupante de Downing Street, los resultados representaron asimismo un duro golpe para el Partido Laborista y su líder Jeremy Corbyn , quien perdió su distrito de Islington en Londres ante los demócratas liberales.

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