“Ambazonia”: la nueva guerra separatista en África que desestabiliza a Camerún

Considerada una de las repúblicas más estables del África subsahariana, Camerún enfrenta un movimiento armado separatista en sus regiones angloparlantes desde 2016 , que se suma a la incertidumbre política tras las elecciones presidenciales del domingo.

Localizada entre el Golfo de Guinea y África Central , durante la era colonial la parte sur del país se convirtió en el Camerún Alemán en 1885 .

El gobierno del kaiser terminó en la Primera Guerra Mundial , cuando tropas francesas y británicas ocuparon el territorio.

Tres años más tarde, 80% de Camerún fue asignado a Francia y 20% al Reino Unido : el primero se independizó en 1960 y después de un referéndum, el Camerún Británico del Sur se le unió, al tiempo que Camerún del Norte se sumó a la Nigeria de habla inglesa .

El resultado de este complejo legado debido al dominio extranjero y las fronteras trazadas artificialmente —que también afectan a Ghana , Togo , Costa de Marfil , Ruanda , Burkina Faso y otras naciones africanas—es visible no sólo en las diferencias idiomáticas , sino también en los sistemas legal y educativo .

Para 1972 , la república federal de Camerún se transformó en un Estado unitario, mientras que las actuales regiones Noroeste y Suroeste conservaron las leyes y el modelo académico británico , el resto del país se apegó al sistema legal francés y el bachillerato.

La estabilidad política se mantuvo reservando la presidencia para la mayoría francófona ; el puesto de primer ministro y jefe del gobierno corresponde a la comunidad minoritaria anglófona , que asciende a 20% de la población ( 17 millones ).

En los últimos años aumentaron las quejas de marginación y falta de infraestructura en las regiones Noroeste y Suroeste , pese a que albergan los campos petroleros que representan 40% del PIB.

Las tensiones se elevaron en 2017 durante protestas de abogados y profesores en demanda de mejores condiciones para el uso del inglés , seguidas por la suspensión durante 93 días de internet y choques entre las fuerzas de seguridad y militantes favorables a una “ Ambazonia ” independiente, nombre tomado de la Bahía Ambas , área donde se establecieron esclavos libertos que es considerada el límite natural entre las dos comunidades.

En vísperas de los comicios del domingo, los ataques contra civiles y el ejército se incrementaron.

Amnistía Internacional

llamó al gobierno central de Yaoundé a actuar de inmediato para restaurar la paz, al subrayar que 400 civiles fueron asesinados en el último año y que 160 efectivos de la seguridad murieron desde fines de 2016.

Otras 20,000 personas han escapado a Nigeria y 170,000 son desplazados internos , de acuerdo con el centro de estudios International Crisis Group , que calcula el saldo total de muertos en al menos 2,000 .

Saldo económico

La Agrupación Interpatronal declaró que USD $500 millones se han perdido por el conflicto, junto a 6,500 empleos en el sector formal, especialmente en Buea la capital turística de las regiones anglófonas.

En enero, Julius Tabe , autoproclamado líder del “ gobierno interino ” de los separatistas , fue arrestado en Abuya , la capital nigeriana, por cargos de terrorismo.

Posteriormente, el premier Philemon Yang culpó a la diáspora camerunesa de incitar a la violencia en las redes sociales.

Analistas en Nigeria creen que la insurgencia angloparlante tiene de 500 a 1,000 combatientes activos en diez grupos, que utilizan tácticas de ataque y retirada contra unidades aisladas de la policía y del ejército o blancos prestigiosos como líderes locales, que son secuestrados.

Las armas y municiones son contrabandeadas de Nigeria y algunos soldados de habla inglesa han desertado para fortalecer al movimiento.

Para agravar la crisis, desde 2012 el grupo islamista Boko Haram extendió sus acciones de Nigeria a la cuenca del Lago Chad ( Nigeria , Camerún , Chad y Níger ), incluyendo la región Extremo Norte de Camerún con atentados suicidas e incursiones, destacó un reporte de Quartz Africa .

Casi 300,000 personas han sido desplazadas tan sólo en la región camerunesa por los rebeldes.

En este contexto, se espera que el líder de mayor edad de África, el presidente Paul Biya ( 85 años ), quien ha gobernado desde 1982 , logre reelegirse para un séptimo periodo de siete años (los resultados serán anunciados en un plazo de 15 días).

Bajo presión de Gran Bretaña y Francia para terminar el conflicto separatista, Biya respondió con cambios en su gabinete y la creación de un ministerio para la descentralización , prometiendo un mayor control local sobre el desarrollo y los servicios públicos.

Sin embargo, Maurice Kamto , candidato del opositor Movimiento para el Renacimiento de Camerún ( MRC ), proclamó su victoria, pese a las advertencias gubernamentales de no difundir resultados ajenos a los oficiales.

El ex ministro de Justicia prometió defender su “triunfo” e invitó a Biya a “ organizar una manera pacífica de transferir el poder ”.

El Movimiento Popular Democrático de Camerún ( CPDM ) de Biya condenó enérgicamente esta posición, al señalar que se trata de una maniobra para comprometer la paz y la tranquilidad.

El CPDM ha dominado la arena política desde los años 60 y Biya es respaldado por figuras bien conocidas, relacionadas históricamente con la oposición, usualmente considerada débil y desorganizada.

No obstante, la era de las presidencias que se extendían por décadas se extingue en África.

Criticado por su estilo de gobierno de “manos fuera”, Biya pasó cerca de 60 días en visitas privadas fuera de Camerún en 2017.

Ginebra

, Suiza , sería su destino favorito, resaltó en Yaoundé el Proyecto de Reporte sobre Crimen Organizado y Corrupción .

Luego de viajar a Beijing en septiembre para participar en la cumbre China-África, Biya voló en su jet privado a Ginebra y no regresó al país hasta diez días después.

China construye el mayor puerto de aguas profundas de África Central en la población de Kribi , un proyecto de USD $1,300 millones .

Pese a la inversión, la economía de Camerún sufre y 48% de la población vive bajo la línea de pobreza.

Por su lado, Transparencia Internacional ubicó a Camerún en el puesto 136 de 175 países en su índice de corrupción.

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