“Mi experiencia con el Covid está íntimamente relacionada con mi experiencia con el cáncer de mama. Ha sido una lucha constante para vencer el cáncer por medio de quimioterapia, cirugía y radioterapia. Pero también una lucha por no enfermar de Covid”, escribe Mónica Farrera .

“Los cambios que he pasado en esta pandemia han sido muy drásticos, algunos dolorosos y con angustia y otros con nuevas oportunidades. Aun así, reconozco mi lugar de privilegio y me duele ver cómo el Covid-19 ha dejado a mis comunidades en un estado vulnerable y en precariedad. La lucha sigue...”, escribe a su vez Andrea Rodríguez.

Estos testimonios y, sobre todo, sus fotografías, son ejemplo de las primeras intervenciones en diariasglobal.com, un proyecto realizado por la artista y activista Lorena Wolffer, producido por el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), que se activa desde este 25 de noviembre cuando se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Diarias Global es una intervención participativa en línea que propone a las mujeres, niñas, jóvenes, adultas, de cualquier lugar del mundo, reunir allí fotografías de la vida transformada y las experiencias ocurridas durante la emergencia sanitaria por el Covid-19.

“Invitamos a niñas, jóvenes, mujeres de lo que ahora estamos llamando el Nuevo Mundo —no nos gusta la idea del Nuevo Orden porque supone un orden y algo que establecen—, invitamos a las mujeres del Nuevo Mundo a compartir hasta cuatro fotos de su experiencia en la contingencia sanitaria”, explica la artista.

Este 25 empieza a operar la plataforma entera que contiene las fotografías; todo va sucediendo en tiempo real, al subirlas se verán publicadas en el sitio. Las usuarias deben responder un breve cuestionario donde podrán dejar sus datos, si lo desean pueden escribir un testimonio sobre lo que han vivido estos meses, deben autorizar cómo y dónde se difunden sus imágenes y finalmente las comparten. Las fotos se pueden ver en un mosaico de imágenes, geolocalizadas en un mapa y/o en una línea de tiempo.

La idea atrás de todo esto se resume en el hashtag #JuntasSeamosVisibles. Lorena lo explica así: “Es desde la pluralidad, la multiplicidad, hacernos visibles. Porque lo que ha pasado es que las niñas y las mujeres no somos visibles, y nuestras narrativas no suelen formar parte ni de la ciudad ni del país que habitamos; no somos, muy a menudo, dueñas de nuestras historias ni tampoco de quién y cómo se cuentan. Y en la contingencia sabemos que hay un impacto diferenciado en la vida de las mujeres, las jóvenes y las niñas. Para los hombres, el confinamiento significó irse a la casa; para las mujeres significó regresar, y esa vuelta a la casa implicó regresar al espacio físico, pero sobre todo al espacio político de la casa, y regresar al espacio político de la casa significó regresar a los mandatos que trae esa casa.

Regresamos a ser, aún más, las encargadas del cuidado de las demás personas —incluso en este caso de los que han enfermado—. Desde la casa nuestras actividades se multiplican y explotan de una manera impensable. En México y otras partes del mundo la casa no es un territorio seguro. El regreso a casa para muchas significa estar en contacto con sus agresores que suelen ser sus padres, hermanos, tíos, primos, etc. Lo que me interesa desde #JuntasSeamosVisibles es cómo vivimos la pandemia, cómo nos está afectando, cómo lo estamos sobrellevando”.

Una obra de Lorena Wolffer registra cómo viven las mujeres la pandemia
Una obra de Lorena Wolffer registra cómo viven las mujeres la pandemia

Detalle de cómo se ve en el sitio web la intervención Diarias Global.

El proyecto en línea contiene las fotografías —y las historias y testimonios si las participantes así lo aceptan—, así como una serie de documentos que dan cuenta de la violencia contra las mujeres y la violencia que se ha incrementado durante la pandemia, y manuales para apoyo.

Lorena retoma informes de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos que revelan un incremento de la violencia hacia las mujeres donde se infiere que la casa es, en muchos casos, el principal escenario de la violencia.

El documento “Las dos pandemias. Violencia contra las mujeres en México en el contexto de Covid-19”, que es un informe para la relatora especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, da cuenta de que en abril de 2020 hubo 337 mujeres asesinadas (se basa en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública). Este documento dice textualmente: “Esta proporción significó, en promedio, 11.2 mujeres asesinadas por día, y es la cifra mensual más alta registrada en lo que va del año. También es abril el mes con más asesinatos de mujeres desde 2015. De hecho, si se compara marzo de 2020 con abril de 2020, puede verse que los asesinatos de mujeres aumentaron en 2%, mientras que los de los hombres se redujeron 0.2%. El hecho de que aún con la implementación de las medidas de distanciamiento social y confinamiento en casa los asesinatos de mujeres hayan aumentado, demuestra la persistencia de la crisis de violencia en México”.

Este reporte concluye que en México se ha registrado un aumento notable tanto en asesinatos de mujeres, como en llamados de auxilio relacionados con violencia y apertura de investigaciones penales por violencia familiar durante la contingencia sanitaria.

“Para mí este es un asunto de procurarnos un espacio a todas, es un espacio de y para todas. Que una se haga visible, hace visible a las demás”
LORENA WOLFFER, artista y activista

Por su parte, el informe “Covid-19 en la vida de las mujeres”, de la Comisión Mujeres de la OEA, señala que el confinamiento obliga a las mujeres a estar encerradas con sus maltratadores. “Teniendo en cuenta que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres el encierro hace que se incremente el riesgo de violencia contra ellas en la medida en que aumenta el tiempo de convivencia; se generan conflictos alrededor de cuestiones domésticas y familiares; la violencia se prolonga sin que sea interrumpida y se genera una percepción de seguridad e impunidad del agresor”. Advierte que el confinamiento hace que las niñas estén más expuestas al abuso y la violencia, y que si bien la tecnología es una herramienta muy necesaria en estos tiempos, también abre nuevos caminos a los perpetradores, expone a las víctimas en las redes y activa la red de los depredadores sexuales.

El origen de diariasglobal.com

Lorena Wolffer recuerda cómo el pasado 8M fue un momento en que “las mujeres logramos poner en el centro de la conversación nacional la violencia contra las mujeres. Eso fue el 8 y 9 de marzo, y para el 23 de marzo ya estábamos en confinamiento obligado. Fue terrible. Pasamos de ese gran logro, de ponerlo en el centro de la discusión y que ocupara un espacio en psique mexicana, a que la emergencia fuera otra”.

A lo largo de la pandemia, la artista ha desarrollado proyectos como Historias Propias Desde Casa, donde comenzó a explorar cómo estaban las niñas, jóvenes y mujeres en confinamiento. Luego le siguió el primer ejercicio de Diarias Comunidades de Cuidado, que refleja cómo también las relaciones afectivas fueron cambiando.

Ahora, la plataforma que hoy se activa (se puede consultar en diariasglobal.com y desde el MUAC), pone el acento en el momento que vivimos: “Con este repunte —que no es segunda ola porque aquí la curva nunca bajó— las preguntas siguen siendo ¿cómo estamos nosotras?, ¿qué nos está pasando?, ¿qué nos está significando?, ¿por qué, de nuevo, las implicaciones son distintas para nosotras?, ¿por qué los mandatos de género son distintos para los hombres que para las mujeres? La estancia de niñas, jóvenes, mujeres en estas nuevas formas de organización son muy diferentes”.

Wolffer también se cuestiona acerca de cuáles pueden ser las nuevas formas de organización para las feministas desde la casa. “Generar una revolución desde las cuatro paredes y en un momento en México donde las protestas están siendo criminalizadas y, de nuevo, quienes luchamos por una vida vivible para las mujeres estamos en la lista negra del Estado. Y surgen todas esas preguntas: ¿qué vamos a hacer, sobre todo cuando el Estado ha sido omiso y no ha hecho nada por lo que implica este regreso de las mujeres a la casa?, ¿cómo estamos aquí? Todo es bien complicado, y para las mujeres tiene un elemento añadido. Los hombres no están luchando a diario por sus vidas, las mujeres sí. Entonces ¿cómo continuar esa lucha desde casa, más aún si somos de México, si vives en Cancún y salir a la calle significa encontrarse balazos?”

Es por eso que diariasglobal.com invita a hacernos visibles juntas: “Para mí este es un asunto de procurarnos un espacio a todas, es un espacio de y para todas. Que una se haga visible, hace visible a las demás. Es mirar la vida propia para mirar las de las demás. Bajo la prerrogativa de que todas podamos vivir vidas vivibles y vidas dignas”.

La artista destaca el trabajo que hoy lleva a cabo el MUAC, donde por ejemplo, acaba de activarse un proyecto de Rafael Lozano-Hemmer, que es un memorial de las víctimas de Covid-19.

Cuestiona, por otra parte, el olvido del Estado hacia los artistas y las mujeres: “Un estado que ha emprendido una serie de luchas contra nuestros sectores. Es un año completamente difícil para el arte y la cultura, sin un paquete de rescate, sin soluciones, con mega proyectos. Lo que decíamos al principio de la pandemia con el Frente Amplio de Trabajadores y Trabajadoras de la Cultura no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que nosotras, nosotros, nosotres hemos ido encontrando otras formas de sobrevivencia. Los esfuerzos que vemos y encontramos son los que se están haciendo al margen del Estado. A mí esto me lleva a replantear la relación que creo que el arte y la cultura deben tener con el Estado como intermediario permanente”.

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