Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer por lo que se llevarán a cabo marchas en todo el país. Además, el día 9, mujeres y colectivos han convocado a un Paro Nacional para no realizar actividades cotidianas en el trabajo o la escuela, y para no hacer compras ni tener presencia en redes sociales o centros comerciales con el fin de protestar contra los feminicidios y la violencia de género.

En los últimos días, en estas páginas y en nuestro suplemento cultural , muchas creadoras han compartido sus puntos de vista sobre la realidad de millones de mexicanas, sobre la violencia de género y el quehacer del Estado y de las instituciones frente los alarmantes índices de violencia.

Ahora, EL UNIVERSAL ha convocado a mujeres que laboran cotidianamente en espacios culturales desde muy distintas trincheras, muchas con puestos de mando; otras en sitios estratégicos; otras desde el último eslabón; con el propósito de conocer la opinión de una gran diversidad femenina que comparte un fin común: la equidad, la igualdad, el derecho a vivir sin violencia.

Margarita de Orellana, directora de Artes de México

Yo pienso apoyar porque desde que estaba en la universidad pensaba que el movimiento feminista sería el que cambiaría un poco la sociedad en que vivimos. Pero ahora, con todo lo que está pasando, y con la violencia tan brutal que estamos viviendo, veo que al contrario: Vamos para atrás. Es muy necesario, realmente, que las mujeres hagan cosas fuertes y que puedan responder a este embate que viene de todos lados.

Me sumo a lo que la mayoría de mujeres sensatas e inteligentes hagan porque creo que es necesario. Desde los 70, que empecé a reflexionar, dadas las circunstancias cuando entré a la universidad –que por ser mujer no podía entrar porque el cupo era 70% hombres y 30% mujeres-, yo dije: ¡Qué les pasa, están locos! Y desde ahí empecé a escribir, y mi primer texto fue sobre las mujeres en el cine; me lo habían pedido para el suplemento Siempre! Y no lo publicaron, lo mandaron a El Día pero ahí me lo censuraron. Me quitaron la crítica que hacía del cine que llegaba a la Cineteca, criticaba cómo eran vistas las mujeres en el cine que hacían en la Unión Soviética o en Checoslovaquia.

El movimiento feminista está muy por encima de la izquierda o la derecha, siempre ha ido más allá. Sorprende que el gobierno se vea amenazado, que diga que son los conservadores. Esto va más allá de cualquier partido, de cualquier gobierno y más ahora que nunca. Estoy absolutamente con todo lo que se está haciendo, y sobre todo con las jóvenes, porque se les va a venir más duro a ellas que a nosotras. En la oficina paramos. Que todas las mujeres hagan lo que quieran ese día. ¿Qué haré? No salir a la calle. Pensar en cómo seguir adelante a partir de esto.

Amanda de la Garza, directora de Artes Visuales de la UNAM y del MUAC

En términos institucionales, la Universidad se ha sumado al paro del 9 de marzo, se han tomado todas las medidas: que ninguna trabajadora, académica o estudiante tenga alguna sanción si decide parar ese día. En términos personales, lo hago con convicción, es muy importante que de alguna manera las mujeres, mediante esta acción, hagamos eco del movimiento que se ha despertado en la sociedad. En la dependencia a mi cargo, estoy en total apoyo a todas colaboradoras que decidan parar. Los colegas hombres tendrán que hacer otro trabajo; en Difusión Cultural, ellos van a acudir a un curso de reflexión sobre la masculinidad, y en el caso de los cursos de Campus Expandido, las estudiantes que quieran parar lo harán y los estudiantes hombres se dedicarán por decisión del grupo y los profesores a revisar literatura feminista. Yo, ese día, seguramente voy a reunirme con un conjunto de amigas, a conversar, a acompañarnos, y a reflexionar sobre qué significa la transformación que estamos viviendo y qué podemos hacer desde los lugares institucionales y personales en los que nos toca actuar.

Ximena Valle Gutiérrez, estudiante de cuarto semestre en la escuela La Esmeralda

El paro es una forma que yo considero muy pacífica: no hacernos notar implica hacernos notar. Ahí viene todo. Me parece bien. Al principio me sorprendió, pero ya se ha pasado por muchas cosas, se ha intentado manejar la situación de muchas maneras. Y, la verdad, me parece bien lo del paro, sí pienso quedarme en mi casa y apoyar con el movimiento. Aquí en la escuela hay carteles de #UnDiaSinNosotras y nos apoyaron, a docentes, a alumnas, en el aspecto de ese día. Creo que casi todas vamos a faltar.

Roberta Olguín, estudiante de segundo semestre en la escuela La Esmeralda

Me gustó la idea porque siento que si se logra -aunque parezca idealista- que todas las mujeres se ausenten por un día, esto tendrá un impacto enorme en todo el mundo. Me pregunto ¿hasta dónde llegará? Quiero hacerlo, para que sea una pequeña marca. Creo que muchos faltarán. Voy a estar con mi mamá y mi hermana en casa, no vamos a pedir nada, a consumir nada, no vamos a participar en redes sociales, para que sí se note esa ausencia. La mayoría de mis compañeras van a hacer el paro. Los hombres no lo están tomando como un día de vacaciones. Este es un ambiente bastante feminista, amistoso, aunque me dicen que hubo cosas feas, y tuvimos el muro de denuncias el año pasado. Ese muro fue como lo de #MeToo, las personas imprimían fotos de quien las había acosado y ponían la situación, discutimos mucho si era bueno, si era linchamiento. Y sí estoy de acuerdo, es un método rudo de tratar algo que no se ha tratado, es el extremo al que uno llega cuando hay algo que se ignora mucho; los hombres se lo pensarán dos veces, cuando hagan las cosas.

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Marina Núñez, subsecretaria de Desarrollo Cultural

Ha costado tiempo y trabajo que las mujeres vuelvan a tomar la calle, que lo hagan, además, con el llamado de las más jóvenes, las que no se conforman, las que no quieren obviar más y eso las honra porque no tienen miedo, ellas han hecho que a ninguna nos dé miedo. Me parece que irse al paro es un acto de comunión femenina, pero también una muestra de nuestro profundo malestar, porque seguimos sin tener las mismas condiciones de desarrollo que los hombres, porque caminamos con un cuerpo que puede vulnerarse y al que hay que cuidar todo el tiempo, porque es más rígido el rasero que nos mide y hemos aprendido a medirnos con él a un precio muy alto. Cuando las mujeres se movilizan casi siempre lo hacen para pedir el respeto a lo más elemental: la vida, justicia, participación, equidad. ¿No dice esto ya algo? Espero que estemos a la altura para respondernos a nosotras mismas, para dejar un mejor mundo a nuestras hijas y para no temer solo porque somos mujeres.

Natalia Toledo, subsecretaria de Diversidad Cultural

Las mujeres hemos padecido mucha violencia, nos ha tocado a todas. Las mujeres siempre hemos sido perseguidas desde tiempos primitivos: con prejuicios, con tabúes, sometidas en todos los espacios. Hemos puesto nuestro cuerpo para arropar la vida, para defender territorios pero yo ya no quiero defenderme, quiero que mi cuerpo sea libre. Yo estoy con todas las mujeres del planeta porque mi primera casa fue mujer. Como gobierno y como sociedad debemos trabajar de manera ardua responsable y empática para erradicar la violencia y crear espacios donde se privilegie el respeto y la igualdad.

Alejandra Frausto, secretaria de Cultura

Lo primero es reconocer a todas las mujeres que abrieron camino durante años para que el movimiento actual tenga la fuerza que tiene. A nosotros nos toca acompañar y entender el dolor, jamás apropiarnos de un movimiento porque venimos de un movimiento social. Desde noviembre que presentamos el programa Equitativa hemos trabajado en una nueva mirada de las acciones culturales con perspectiva de género, este marzo se materializa ese camino de la mano de distintas instituciones. Acompañamos desde la cultura y a través del arte que resulta el espacio de la libertad, a partir del próximo 25 de marzo, promoveremos escenarios libres para las mujeres. A través de la cultura de paz, el movimiento y el gobierno sabremos construir un horizonte que nos sea común en nuestra diversidad, con inclusión y generosidad.

María Elena, custodia de museos del INBAL

La mayoría del personal de seguridad somos mujeres, de unos 24 custodios, al menos 18 somos mujeres. Todos estamos a favor de la marcha y todas estamos a favor del paro; los lunes los museos permanecen cerrados y es nuestro día de descanso, pero si nos hubiera tocado día laboral no hubiéramos asistido. Y a la marcha también vamos a buscar acudir para apoyar porque somos mujeres y no nos gusta que se pasen de listos, no nos gusta que el machismo siempre pase por delante, así que si hay modo de hacernos valer, nos vamos a sumar.

Bertha, custodia de museos del INBAL 

Nosotras, las mujeres, vivimos el machismo todos los días, en el transporte público, en los trabajos, en la calle, por eso voy a apoyar la marcha y voy a apoyar el paro. Es hora de decir: ¡Ya párenle cabrones, ya estuvo! Si no hay de otro modo para que entiendan, entonces vamos a salir a las calles otra vez y también vamos a parar.

Patricia Ramírez, staff administrativo de la Compañía Nacional de Danza

Se han dicho tantas cosas sobre el Paro, pero la realidad es que no importa quién la convoca o quién la apoya, lo que realmente importa es que es una forma de hacer visible la violencia que vivimos las mujeres todos los días, es un llamado a que se atienda la violencia, se haga justicia a las víctimas de los feminicidios. Yo he apoyado siempre cualquier movimiento que sirva para que haya cambios en la sociedad y también siempre he creído que sólo a través de la cultura y de la educación vamos a lograr un cambio. México no sólo necesita un día sin mujeres, necesita que no haya violencia. Yo voy a parar y todas las mujeres de mi área, somos alrededor de 8, tampoco van a asistir al trabajo. Cuando salió la convocatoria muchas dudamos, justo porque se empezaron a decir muchas cosas sobre quiénes estaban detrás, pero la convocatoria fue tan grande que muchas comenzamos a decidir apoyar, otras más tomaron la decisión hasta que el INBAL y la Secretaría avisaron que se sumaban. En esta administración se han implementado una serie de programas en contra de la violencia de género, incluso abres tu computadora y te aparece que el INBAL está en contra de la violencia contra las mujeres, se nos ha invitado incluso a denunciar acoso a través de la Unidad de Género. Ahora lo que necesitamos ver en los hechos es que no haya mujeres de primera, de segunda y de tercera, sino que ese apoyo sea el mismo para todas.

María Magdalena Pérez, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH

Es una excelente propuesta del movimiento feminista para mostrar la fuerza de la indignación que hay en todo el país, por la violencia feminicida creciente y la violencia de género en general; el hartazgo que se demostrado en las instituciones educativas pero que también está presente en la cotidianidad, en otras instituciones, en los gobiernos e incluso en las relaciones familiares y personales. (El paro) es una forma de demostrar que el movimiento está poniendo esto en el debate nacional. Es también la indignación ante las muchas mujeres que aún faltan, así como la despenalización del aborto, el reconocimiento de la labor doméstica, los derechos laborales en los que no se ha alcanzado igualdad y todas las brechas que tenemos. Para nada creo que (el paro) tenga que ver con la manipulación de unos cuantos oportunistas que han querido colgarse, incluso las empresas y partidos políticos que se las dan de feministas por “darle permiso” a sus empleadas. El domingo iré con mis amigas y familia a la marcha, algunas es la primera vez que van a una marcha feminista. El lunes el plan es estar juntas, pero no trabajar ni nada.

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Andrea González Martínez, encargada de la Biblioteca Juventino Rosas, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero 

El paro está muy bien, ya es hora de que las mujeres levantemos la voz, que se escuche nuestra voz hasta donde se tenga que escuchar para que todo el mundo se entere que nos están matando, aniquilarnos, como si no tuviéramos derechos cuando sí los tenemos. Nosotras debemos manifestarnos y decir aquí estamos, somos de carne y hueso. Si no exigimos respeto no nos lo van a dar, desde cualquier lugar como el transporte público, en el supermercado, en el trabajo, socialmente, una mujer es relegada. Las mujeres no estamos siendo valoradas, ni por el Estado que nos debe nuestra seguridad. El 9 de marzo vamos a unirnos al paro. Vamos a parar con la esperanza de que este oficio que las autoridades mandan desde el gobierno local y federal que no habrá represalias, que cada quien puede tomar una decisión que quiera.

Helena Aguilar Hernández, artesana de Oaxaca que vende sus creaciones en el Mercado de Artesanías La Ciudadela 

Yo no sabía del paro, no sé sobre estas cosas. Yo estaré trabajando el lunes, no hay de otra.

Marisol Schulz, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Lamentablemente las cosas no cambiarán de un día para otro, no porque el tema este en los medios, no porque estemos protestando, dejan de ocurrir los feminicidios, pero creo que sí se pone es el dedo en el renglón; y por supuesto, en lo personal me sumo, voy a ir a la marcha; en lo personal no voy a trabajar el día 9, voy a tener un paro al frente de una feria que es una institución con más de 80% trabajadoras mujeres. He manifestado mi respaldo a las mujeres y a que ellas decidan desde su conciencia personal, sumarse al paro o no.

Rosalba Velásquez, jefa del departamento de Difusión de las Ciencias del CCH-UNAM

La convocatoria “Un día sin nosotras” es un parteaguas para crear nuevas formas de convivencia y reflexión en torno a la construcción de espacios igualitarios para las mujeres. Desde mi trinchera, como divulgadora de la ciencia en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, me interesa apoyar la difusión de protocolos que las instancias universitarias han creado para atender esta problemática; es trabajo de todos los días. Alumnas y alumnos deben conocer los pasos a seguir en caso de violencia de género en el ámbito escolar, pero lo principal es que tomen consciencia de lo que ya no es permisible. Espero que esta convocatoria sirva y se convierta en un bastión para el empoderamiento femenino, para consolidar la igualdad de género en la sociedad mexicana, pero principalmente para establecer puentes de empatía a fin de buscar soluciones a partir del reconocimiento del problema que representa la violencia contra las mujeres.

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Alejandra Quiroz, bibliotecaria

Un Día Sin Nosotras es una acción masiva para evidenciar la relevancia que las mujeres tenemos en la vida pública y privada. Entiendo que no todas puedan darse el lujo de faltar a sus trabajos o suspender sus labores domésticas y de cuidados. Sin embargo, valdría reflexionar qué pasaría si lo hiciéramos. ¿Qué riesgos se corren y por qué los evitamos a pesar de que nuestras propias vidas corren peligro? ¿Por qué no podemos salir del lugar social e histórico que se nos ha asignado? ¿Por qué cuando lo hacemos, nos violan, matan o desaparecen?

La violencia de género es la cúspide de un sistema que oprime la vida de las mujeres; que es enorme la cadena de omisiones que nos empuja a tomar trabajos mal remunerados, cubrir turnos extremos, correr riesgos innecesarios; que es la suma de la violencia sexual, económica y social que se ejerce contra nosotras. El Paro Nacional de Mujeres me sorprende en una situación inusual: actualmente estoy desempleada. He participado en convocatorias anteriores que no han tenido la resonancia de esta edición. La considero necesaria y urgente por lo que hubiera deseado que fuera más espontánea. De pronto cobró forma de mandato al que se respondió de manera condescendiente. Lamento que se la tome como un asueto o puente, así lo he escuchado de boca de varios hombres. Aún no determino de qué manera me sumaré al paro pero espero generar un espacio de convivencia y reflexión con otras mujeres, ocupando el espacio público. Si así lo deseamos, el 9M no nos van a encontrar ni en la cocina.

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