Mañana, decenas de pequeñas librerías de la Ciudad de México reabrirán tras casi tres meses de haber cerrado por la pandemia, pero lo harán a la buena de Dios, protegidos sólo con gel antibacterial, cubrebocas y soluciones sanitizadoras, pues el gobierno capitalino no les ha dado alguna guía para estos espacios que en buena parte son librerías de viejo. Nos cuentan que la Secretaría de Cultura ha venido trabajando en la búsqueda de diferentes disposiciones que se requieren para la nueva normalidad en materia de Cultura pero nomás no ha presentado nada; incluso, el secretario Alfonso Suárez del Real dijo que las librerías del Pasaje Zócalo-Pino Suárez abrirá sus puertas porque trabajan con tres empleados y hay una distancia “entre librería y librería de más de metro y medio”; pero contraviene la recomendación del Premio Nobel Mario Molina, quien ha dicho que la ventilación es clave para evitar contagios, y si algo hay encerrado en esta ciudad, es ese pasaje del Metro.

¿Por qué Álvarez-Buylla cree que hay ciencia en el Decálogo de AMLO?

El sábado pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el “Decálogo para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad”. Después, María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt, envió un mensaje en el que compartió el documento del Ejecutivo: “En congruencia con la evidencia científica acerca de los factores que más influyen en la salud, les comparto este decálogo que hoy sábado nos propone nuestro Presidente, el Lic. Andrés Manuel López Obrador, para cuidarnos en estos tiempos y siempre”.

Sin embargo, más de uno se preguntó dónde está la evidencia científica en más de un punto del decálogo, porque por ejemplo, el punto tres dice que se debe dar “la espalda al egoísmo y al individualismo y seamos solidarios y humanos”; el sexto señala que es necesario que “defendamos el derecho a gozar del cielo, del sol, del aire puro, de la flora y la fauna y de toda la naturaleza”, mientras que el décimo punto indica que, independientemente de si se cuenta con una religión o no, se debe buscar “un camino de espiritualidad, un ideal, una utopía, un sueño, un propósito en la vida, algo que te fortalezca en lo interno, en tu autoestima, y que te mantenga activo, entusiasmado, alegre, luchando, trabajando y amando a los seres queridos, al prójimo, a la naturaleza y a la patria”. En fin, sin datos duros ni estudios científicos concluyentes, así opera la ciencia de la 4T.

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