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Investigadores y académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tuvieron un primer encuentro con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), donde expresaron sus preocupaciones sobre el Tren Maya, pues de acuerdo con Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del INAH, se trata de un proyecto que tendrá consecuencias como aumento de solicitudes para realización de rituales, toma de fotografías y video, así como un incremento considerable de turistas, entre otros.

Sánchez Nava dijo que en la ruta donde se prevé que sea construido el Tren hay diferentes centros arqueológicos; sin embargo dejó en claro que el INAH no autoriza proyectos sino que realiza un acompañamiento para salvaguardar el patrimonio cultural y que en este caso no será la excepción porque en la zona hay 3 mil 24 sitios arqueológicos inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricos.

No obstante, el coordinador de Arqueología del INAH indicó que hasta el momento las autoridades competentes no les han compartido la ruta definitiva ni las estaciones que tendrá el Tren Maya. A pesar de ello, comentó que es necesario hacer estudios para analizar la capacidad de carga de las construcciones prehispánicas para prevenir posibles daños.

En el seminario “El Tren Maya. Realidades y mitos”, en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, también participaron Fernando Mohedano, investigador y docente de la Escuela Superior de Turismo del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y Javier Velázquez Moctezuma, asesor del Fonatur, en representación de Rogelio Jiménez Pons, director del organismo federal.

Velázquez Moctezuma explicó que el Tren Maya está pensado para transitar por mil 525 kilómetros y que tendrá 15 estaciones distribuidas entre Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quitana Roo, y que la mitad de la vías son las mismas que fueron construidas desde hace 50 años. Además, dijo que se trataba de un proyecto incluyente en el participarán la sociedad civil, el gobierno, empresas y la academia:

“Hay una vía férrea desde hace más de 50 años que va de Palenque a Mérida y por la que transcurre con cierta regularidad un tren; por donde no hay vías férreas, lo que existen son carreteras y torres de electricidad y ahí será construido el nuevo Tren Maya. (Habrá) una consulta a los pueblos originarios que se tienen que informar previa, libre y culturalmente para que los pueblos indígenas tomen una decisión y cómo participar en él. Este no es un proyecto que avasallará o que no respetará a las comunidades, no es un proyecto que se genere como en los gobiernos anteriores”.

Durante su explicación, el representante del Fonatur se enfrentó a risas, murmullos y cuestionamientos de la comunidad del INAH, ante ello, dijo: “Perdón si creían que veníamos a consultarles para ver si el Tren (Maya) se hace o no, hubo una confusión”. Luego señaló que alrededor del 1.5% del presupuesto será para salvamento arqueológico, que equivaldría a mil 500 millones de pesos, dinero que “es suficiente”. Al respecto, Sánchez Nava comentó que ese monto también será para “todos los estudios” que el INAH haga a lo largo de la construcción.

Velázquez Moctezuma indicó que para este proyecto tienen convenios con la UNAM, la UAM, el IPN y el Cinvestav, además de instituciones estatales. “Con la UNAM firmaremos dentro de una semana un convenio marco para colaborar y, particularmente con el Instituto de Investigaciones Antropológicas para un proyecto de impacto social”.

En su intervención, Fernando Mohedano, del IPN, indicó que para esta construcción férrea es necesario el “turismo regenerativo”, para que el visitante sea consciente del espacio que le rodea.

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