Cuando el historiador Carlos Herrejón Peredo ingresó a El Colegio de Michoacán , el presidente y fundador de esa institución, Luis González y González, le preguntó cuál era la investigación que podría llevar a cabo dijo que le interesaban la gente de a pie que había vivido la insurgencia, sin embargo pronto se adentró en las grandes figuras y hoy es considerado el gran historiador de Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón .

“Por diversas circunstancias finalmente caí en los próceres; me hice la pregunta ¿Qué podría aportar yo si ya han sido muy tratados por muchos autores, hay muchas biografías de Hidalgo, muchas biografías de Morelos? Mi respuesta fue que el reto era hacer algo diferente; valiéndome desde luego de todos los aportes que ya se habían hecho, pero poniéndolos ahora a prueba, yéndome a los archivos nuevamente pero tratando de incorporar todo en una gran unidad que es la biografía”, afirma Carlos Herrejón.

El doctor en Historia por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales , París; licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III, ha llegado a donde pocos se han adentrado y con profundidad ha construido dos grandes biografías: “Hidalgo. Maestro, párroco e insurgente” (2011) y “Morelos. Revelaciones y enigmas” (2019), ambas coeditadas por El Colegio de Michoacán.

“Confieso que la biografía como tal, que es seguir la huella del personaje, en el caso tanto de Hidalgo como de Morelos resulta no fácil porque los acontecimientos rebasan con mucho estas personalidades”, señala el historiador a EL UNIVERSAL, y explica que su reto siempre ha sido construir las biografías lejos del bronce, del mármol y de los mitos.

“El propósito no fue desmitificar a como diera lugar a los próceres ni tampoco glorificarlos una vez más haciendo más y más dura la estatua de bronce; ninguno de esos propósitos fueron los que me guiaron, más bien el comprender a estas personas, ya luego en mi narración están todos los hechos que naturalmente sí los encaminan hacia la gloria de héroes, eso sin duda alguna, no lo vamos a negar ni a ocultar, pero junto con eso evidentemente está todo el aspecto humano y sus limitaciones”, afirma.

Para Carlos Herrejón (Morelia, 1942) es muy importante que se conozcan las contradicciones que vivía el movimiento y ellos mismos tanto frente a otros de los colaboradores como dentro de sí mismos, que son, dice, las propias contradicciones que carga todo mundo.

Mientras Hidalgo tenía una enorme ilustración y era un líder del clero, Morelos había tenido una mayor experiencia en distintas capas de la sociedad y en muchos lugares. “Algo que se le reconoce mucho a Morelos es que podía hablar con los de más abajo, con los de en medio y con los de arriba; y desde luego se echa de ver que estaba más a gusto con las clases populares. También su carácter le ayudaba”, dice Herrejón.

Tras una profunda investigación, el historiador logró un libro de más de 700 páginas en el que muestra que todos los ángulos en la vida y la personalidad de Morelos, un hombre que tenía un aspecto rígido y de mucha disciplina.

“Morelos es un hombre que respeta mucho la autoridad constituida y por consiguiente la obediencia, la disciplina, y eso le exigía a sus subordinados y era una parte de su éxito. Otra cosa muy importante es que logró hacer escuela, crear un equipo de capitanes; ahí es donde radica el éxito de sus campañas gloriosas, supo crear a un grupo que le fue enteramente fiel”, señala Herrejón.

Desmentidos y correcciones

Uno de los grandes aportes de Carlos Herrejón en “ Morelos. Revelaciones y enigmas ” (El Colegio de Michoacán, Debate) es el Apéndice, que espera sea uno de los apartados más leídos, pues contiene los más importantes documentos apócrifos, supuestamente firmados por Morelos que Herrejón desmiente.

“Yo trato de demostrar que son apócrifos, ahí están por ejemplo la serie de documentos en relación a su aprehensor Matías Carranco; es toda una maraña de documentos donde se han tejido muchas cosas que no tienen sustento, gran parte se fundamenta de esas noticias falsas tiene los supuestos de rivalidad de amores entre Morelos y Matías Carranco. Lo que yo trato de hacer no es nada más dar cuenta de la vida de Morelos, sino desvanecer algunos de los episodios que se creen auténticos de la vida de Morelos y que no lo son”, afirma el historiador que ha publicado 24 libros.

Uno de los aportes de su obra, que no se había profundizado mucho en los estudios sobre José María Morelos son los últimos años de su vida, es decir, entre 1814 y 1815.

La vida de Morelos, lejos del bronce y el mito
La vida de Morelos, lejos del bronce y el mito

El historiador Carlos Herrejón ha sido reconocido con la Condecoración Generalísimo Morelos y la Presea Vito Alessio Robles. Foto: Especial

“En ese tiempo Morelos había sido despojado del poder ejecutivo, sobre todo en el 14 sufrió mucho, entró en un estado de depresión, y en el 15, aun cuando lo restituyeron en el poder ejecutivo, era un poder ejecutivo muy débil porque quien realmente mandaba era el Congreso y además el ejecutivo lo ocupaban tres personas, una de ellas Morelos”, dice Herrejón.

El miembro de la Academia Mexicana de Historia y quien fuera presidente de El Colegio de Michoacán, entre 1997 y 2003, asegura que Morelos a pesar de todo ese conjunto de acciones, en 1815 trató de hacer todo lo que pudo por la causa.

“Eso es muy importante, no pasó como con otros dirigentes que ante las dificultades y traiciones que recibían finalmente se acogían al indulto, Morelos no, Morelos siguió fiel a la causa hasta el último momento de su vida. A mí me interesaba mucho ver qué pasó con Morelos en ese último año que se conoce poco de 1815 que yo título Rutas de amargura, y cómo termina luego de haber sido el Generalísimo”, afirma Herrejón Peredo.

Hoy, el historiador que ha recibido la Condecoración Generalísimo Morelos y la Presea Vito Alessio Robles , ha decidido descansar un poco del tema de la insurgencia para adentrarse a otra época, a una nueva investigación que lo alejen de los próceres de la Patria.

“Quisiera entrar en otra época, al último tercio de nuestro siglo XIX, en esa etapa que va de la República Restaurada hasta el Porfiriato tratando de entender un poco qué es lo que sucedió en nuestro país y sobre todo en algunos lugares como Michoacán y en algunas de las gentes que vivieron por acá; pero eso apenas estoy empezando”, afirma el historiador más especializado en la Guerra de Independencia de México.

fjb

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