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De a poco se recupera el turismo en Malinalco, uno de los nueve pueblos mágicos del Estado de México; sin embargo, la Parroquia del Divino Salvador y el Convento Agustino, uno de los principales atractivos, sigue en ruinas, al igual que 80% de lo dañado por el sismo del 19 de septiembre en esta región.

Las misas contratadas antes del temblor no fueron canceladas, todos en Malinalco procuran seguir con su vida aún entre piedras y escombros, e incluso maderas que sirven para apuntalar la cúpula y el segundo piso del convento. “El campanario, la bóveda, la cúpula, están en malas condiciones, algunas de las habitaciones y pasillos del convento son intransitables por las maderas, pero en cuatro meses no ha vuelto nadie”, dijo el padre Secundino Peña Mery.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia acudió para elaborar el diagnóstico sobre los daños, “ahí se detectó todo el peligro que corre la bóveda, pero nadie está trabajando”, dijo Peña Nery, quien junto con los frailes Abraham Vázquez Martínez y Carlos Martínez López, dijo que avanzan con la “buena voluntad” de la gente que lleva a cabo kermés, rifas, colectas, aunado a los donativos de organizaciones civiles.

Dijo que en un primer instante les recomendaron irse a vivir a otro sitio, élpreguntó “¿A dónde?” Ya serían cuatro meses pidiendo posada con algún feligrés, dado que las 14 capillas de los 29 pueblos de Malinalco están dañadas, y en peores condiciones las de San Martín y el Barrio de San Juan.

“No quiero decir más para no lastimar a nuestro gobierno, pero este apuntalamiento sólo lo hizo la arquitecta Sandra Hurtado, todo mundo viene a prometer, el mismo gobernador tuvo temor de entrar porque sería peligroso”, reclamó y dijo que entre los daños al patrimonio cultural y religioso está el Santuario del Señor de Chalma.

Los prestadores de servicios coinciden en que a la fecha recuperaron la vida de esta localidad turística en 70% de su actividad, pues en el centro histórico los daños a viviendas y hoteles no fueron graves, pero hay pocos visitantes. “Disminuyó la actividad, sobre todo en el primer semestre, entendemos que el ánimo de la gente no estaba preparado para viajar”, dijo una prestadora de servicios.

Hay 678 casas dañadas, en 35 casos no localizaron a los dueños. Con pérdida total son 234 y parcial 409; son familias a las que les ha costado mucho trabajo levantarse porque algunos son comerciantes de hojas de té.

En Malinalco ya cumplieron con la entrega de los apoyos del FONDEN a los damnificados, según informó el ayuntamiento de Toluca, fue uno de los 12 municipios declarados en desastre, especialmente en las comunidades de San Simón el Alto y San Martín, los sitios con mayor índice de pobreza. Aún así cambió la vida en este pueblo, “ya no suenan las campanas”.

Desde quienes venden tacos en la plaza hasta los neveros piden volver a su vida cotidiana porque hay poco trabajo y con ello poco flujo de dinero. Hay carteles espectaculares en distintos puntos del estado para reforzar la imagen de Pueblo Mágico, sin embargo, los habitantes piden auxilio a las autoridades para concluir la reconstrucción necesaria o la remodelación de espacios históricos y a la gente que pase aquí su fin de semana, porque les urge retomar la vida que perdieron con el sismo.

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