Desde tiempos prehispánicos, la figura del águila ha sido adoptada como un símbolo patrio que hasta hoy en día no solo significa identidad sino también un espejo espiritual, que nos representa como nación y como mexicanos, afirmó el historiador Guillermo Macías.

En entrevista con Notimex , el académico de la Universidad Anáhuac explicó que por esa razón la figura del águila como símbolo patrio tiene dos aspectos principales, divididos en el origen entre lo mítico e histórico desde la concepción prehispánica, así como en el uso que se le ha dado a lo largo del México independiente como escudo nacional.

Nuestra historia más antigua, la que se pierde en el mito comienza con la figura del águila, cuando el pueblo azteca emigra hacia el centro del país desde la isla de Mexcaltitán, en Nayarit, como una sociedad politeísta, con una tendencia particular al culto lunar, y que en un momento dado en el camino entra en contacto con Teotihuacán.

De lo anterior habrá un giro cultural hacia el culto al Sol, ya no a la luna, por dicha razón, detalló, si entendemos estas figuras como la representación de otras realidades, “veremos que el águila en realidad representa al Sol y la serpiente a la Luna” en el escudo nacional, dijo.

Así, más que hablar del águila devorando a la serpiente, estamos hablando de que el culto solar se encuentra sobre el lunar, además de que la figura del nopal representa propiamente al pueblo azteca.

Al referirse en este punto a los colores que conforman la bandera mexicana, mencionó “cada que vemos el blanco, en realidad estamos viendo un códice prehispánico que nos explica el mito cosmogónico azteca, en lo que ‘cosmos’ significa el orden del mundo”.

Entonces, continuó, los mitos sobre el origen del mundo o el origen del orden particularmente en la cultura azteca tienen que ver con lo anterior, “nosotros estamos acostumbrados a verlo como escudo, cuando en realidad deberíamos verlo como un códice prehispánico, representado, por ejemplo, en el Códice Mendocino ”.

Este último, a partir de un cuadrado tachado con dos líneas color azul, ejemplificando dos canales de Tenochtitlán, y en el centro, el nopal con el águila, sin serpientes.

Siglos después de esa fundación de la cultura mexica, continuó el experto, en el periodo novohispano también se conoció el simbolismo del águila, pero fue nula su utilización, pues entonces se utilizaban el escudo y la bandera de la Nueva España, con el Aspa de Borgoña.

Posteriormente durante la Independencia, el cura Miguel Hidalgo decidió usar la figura de la Virgen de Guadalupe, siendo José María Morelos el primero en implementar la figura del águila, en la bandera emblemática de color blanco con una serie de cuadrados azules.

En ella en el centro puso una mezcla del escudo de la Ciudad de México (un puente de tres ojos sobre agua) en el que coloca el nopal con el águila coronada y sin serpiente, con la frase “Victrix. Oculis et unguibus ae que”, algo así como “vencedora por sus ojos y uñas”, haciendo referencia al águila, lo que lleva la figura de alguna manera a la era colonial, señaló el historiador.

Fue Agustín de Iturbide quien diseñó la primer bandera retomando las ideas de Morelos, representando las tres garantías de los mexicanos: Unión, Religión e Independencia, pero en la primer bandera no aparece el águila sino el lema de Morelos.

Una vez que Iturbide toma el poder, presenta la bandera como la conocemos en la actualidad con los colores verde (independencia), blanco (religión) y rojo (unión), para después conformarla imitando la bandera francesa.

Por lo que aprovechó el centro blanco para poner el águila como entendía, momento en el que la figura adopta no una forma prehispánica, sino un águila más europea, parecida a la de las ciudades republicanas en Europa y al imperio Romano.

Una característica de la bandera de Iturbide es que al igual que en la de Morelos, no tiene serpiente y está coronada.

Después se daría paso a la bandera republicana de México, que incluye la serpiente y deja fuera la corona, rodeada de una corona de laurel y flores, figura muy propia de las ciudades de esa forma de gobierno.

Periodo en el que se emplean cambios muy significativos en el escudo, pues se representa al ave sobre el nopal en una forma republicana rodeada de una figura ovalada sobre el que coloca una corona, además de la “orden del águila mexicana” que el mismo Maximiliano fundó; actualmente conocida como la “Orden del Águila Azteca”.

Con la llegada del presidente Benito Juárez se retoma la bandera republicana de que se habló y que permanece hasta los tiempos del presidente Porfirio Díaz , quien nota que el águila crea un efecto óptico que pareciera que el águila se desplaza hacia atrás mientras él mismo avanza.

"La figura seguirá cambiando “de acuerdo a los gustos de la época, (y) va a tener un cambio casi definitivo hoy en día con Venustiano Carranza ”, sostiene el historiador Guillermo Macías.

Tiempo en el que se retoma el modelo prehispánico, el águila de perfil orientada hacia el verde, junto con una serpiente más definida aparentando ser de cascabel, dejando la guirnalda de laureles y el roble por abajo.

“Va haber un momento muy curioso en el que a la bandera se le va a representar con otras imágenes, hacia 1934, en tiempos de Lázaro Cárdenas, cuando se hace un nuevo diseño del escudo nacional, manteniendo el águila de perfil pero cerrando la guirnalda en un círculo”, explicó Macías.

El último diseño se elaboró durante la presidencia de Gustavo Días Ordaz, en 1968, cuando se pidió a Francisco Eppens Helguera la nueva propuesta, misma que se utiliza hasta la actualidad, y que consiste en un águila de perfil que sigue la tradición prehispánica acompañada de una víbora de cascabel.

Luego de la explicación, el académico, enunció que los símbolos patrios son importantes a nivel cultural porque brindan identidad, “no solo en un sentido de decir ‘soy idéntico con’, sino que es una especie de espejo espiritual”.

Puntualizó: “en el momento en el que escucho el himno, que veo la bandera, que veo el escudo, digo ´esto es México y México también soy yo´. Entonces ese águila, en cierto sentido, me representa, esa es la fuerza que tienen los símbolos, que yo pueda verlos en cualquier momento y me regresan a mi raíz natural”.

Como ejemplo, recordó el papel del hombre que izó la bandera sobre los escombros del Palacio Municipal de Juchitán, Oaxaca, tras el sismo de 8.2 grados que azotó al país la semana pasada.

“Eso es lo que hacen los símbolos, independientemente sí el águila representa el Sol, lo que importa es que representa a tu país; vivimos siendo un país independiente del que podemos decir tenemos historia que se pierde en el mito precolombino, pero que subsiste a partir de todo el periodo novohispano y vuelve a resurgir con la Independencia”, destacó.

Finalmente, mencionó que el águila es una imagen que nos representa, que al ser representada con el Sol augura el bien, mientras la serpiente significa la oscuridad en su relación con el mal, por lo que el escudo podría significar “el bien venciendo al mal”.

nrv

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