“El gobierno de la ciudad quería un museo tan grande como Papaplote”, relata Dolores Beistegui , directora general de Papalote. Se refiere a la invitación de Miguel Ángel Mancera para crear en Iztapalapa un museo del niño. Era 2015. Mancera y su gobierno se acercaron a Papalote para que desarrollara el proyecto de un museo interactivo infantil; no abrió licitación a pesar de que eran más de 420 mdp.

En el nuevo museo del niño, Papalote iba a desarrollar los contenidos, la narrativa y a costear las exhibiciones y su operación. “Para nosotros no había un negocio de por medio; nunca cobramos para poder desarrollar el proyecto. El concurso, el proyecto ejecutivo, el diseño de la museografía, los pagó Papalote. ¿Cómo lo pagamos? Levantando fondos”.

También lee:

Dolores Beistegui dice que destinaron 37 millones a la obra. “Eso se pagó con inversión privada. Todo lo podemos comprobar. Los patrocinadores quedaron sorprendidos, y pidieron reintegrar de una forma u otra lo que habían invertido. Entre todos los riesgos que podíamos considerar, nunca pensamos que Morena lo podría cancelar. Nos parecía un proyecto ganar-ganar. Parte del problema financiero que enfrenta hoy Papalote se debe a la enorme crisis financiera que generó esa cancelación unilateral. Fueron 37 millones que tuvimos que reintegrar”.

La directora pide que se reconozca la autoría del grupo de arquitectos que diseñaron el proyecto y los antecedentes: “Papalote tuvo una partición muy importante y significativa. No es cierto que íbamos a hacer un negocio, Papalote no es un negocio, tanto no lo es que estamos como estamos”.

También lee:

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses