La fotógrafa colombiana Eliana Aponte expone desde hoy en La Habana una selección de los momentos que plasmó con su cámara tras la muerte de Fidel Castro , en una muestra con la que quiere homenajear, sin sesgo político ni oficial, a los cubanos fieles que en las calles despidieron a su líder.

Dieciséis fotografías en distintos formatos, todas en color, componen este "tributo a un pueblo fiel" de Aponte, que reside desde hace seis años en la isla, desde donde colabora con varios medios internacionales, tras años cubriendo zonas de conflicto como Oriente Medio.

"Fue un momento histórico. No quise exponer en el primer aniversario porque aún estaba muy reciente, pero ya la gente lo ha digerido mejor", señaló a Efe la fotoperiodista un día después de que se cumplieran los dos años de la muerte de Castro, fallecido en La Habana el 25 de noviembre de 2016, meses después de su noventa cumpleaños.

La mujer que retrató los últimos momentos de Fidel Castro
La mujer que retrató los últimos momentos de Fidel Castro

Foto: EFE/Yander Zamora

El objetivo de Aponte con esta "modesta" exposición titulada "Yo soy Fidel" -por la consigna que tanto se repitió esos días- es "mostrar a la gente".

Por eso en las imágenes priman las capturas de campesinos, personas a pie o a caballo que salieron a las calles para ver pasar la caravana que cruzó el país transportando las cenizas de Fidel Castro de la capital a Santiago de Cuba.

La única concesión a lo oficial es una instantánea tomada en la ciudad central de Santa Clara en la que se observa a un soldado que saluda militarmente al paso de los restos del expresidente.

La devoción de la gente humilde del oriente cubano fue lo que más impactó a la fotógrafa de aquellos días. "Me pareció tan bello ver a la gente haciendo altares, esperando horas y horas con las fotos en la mano", recuerda.

"Vengo de un país donde el campesinado vive en una extrema pobreza y ver en el campo de Cuba que sí es posible vivir dignamente me llena de felicidad. Eso es lo que traté de reflejar, no hay nada oficial, nada político, quiero mostrar la lealtad de la gente por un hombre que de una forma u otra les dio un giro de vida radical", explica.

De aquellos días de trabajo arduo recuerda que la noche del 25 de noviembre estaba a punto de dormirse y su esposo, también periodista gráfico, le avisó que Castro había muerto.

"Pensé 'lo han matado tantas veces' que no me lo creí hasta que escuché a Raúl Castro en la televisión. Lo grabé en video y salí a la calle con el video a mostrarlo a la gente y aún así no me creían", rememora de aquella "larga noche" y las jornadas "de muchos sentimientos encontrados" que le siguieron.

Fue una cobertura de diez días: las largas colas en la Plaza de la Revolución de La Habana para despedirse del barbado comandante y después, la semana de recorrido siguiendo a la caravana fúnebre hasta la otra punta de la isla.

Del oriente, sobre todo, proceden las fotografías que ahora se exponen, en las que se ve a niños y ancianos, hombres y mujeres con la bandera cubana, carteles de Fidel, consignas, flores, velas, todos bajo el afilado sol del Caribe.

La mujer que retrató los últimos momentos de Fidel Castro
La mujer que retrató los últimos momentos de Fidel Castro

Foto: EFE/Yander Zamora

Aponte cuenta que fue aquella una cobertura a contrarreloj en la que no paraban casi a comer y se pasaban el agua unos a otros desde los vehículos en marcha, ya que las medidas de seguridad eran muy estrictas y había que viajar siempre por delante de la caravana.

"Tanto sueño tenía que paré en una casa a pedir café para poder seguir y la señora me lo dio. La gente estaba dispuesta a ayudar en lo que fuera", comenta la fotógrafa, cuyo vehículo también quiso cooperar en un país en el que las averías son un problema cotidiano.

Además se libró por los pelos de acabar arrestada como les ocurrió a varios reporteros que desoyeron las órdenes de la Policía cubana y permanecieron dentro del "inviolable" perímetro de seguridad que cercaba la caravana mortuoria.

Así, fue una de las pocas que llegó a Santiago a tiempo para fotografiar la llegada de los restos de Fidel a la cuna de la Revolución, donde fue enterrado dentro de una gran piedra-mausoleo cuya imagen en primer plano cierra la exposición, que estará en la galería Carmen Montilla hasta el 17 de diciembre.

akc

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