El Museo Nacional de Antropología e Historia

resguarda desde enero la escultura del dios Xochipilli , obra maestra de la cultura mexica que data del periodo Posclásico Tardío.

Dicha pieza fue objeto de estudio para identificar los tonos que conforman su policromía, la distribución de los colores y estado de conservación.

La investigación fue realizada por las especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Luisa Olga Martínez López y María del Rocío Muiños Barros, restauradoras del Laboratorio de Conservación del MNA, quienes determinaron que la deidad presenta el rojo en la mayor parte de la escultura, ocre que fue usado para delinear algunas de las decoraciones corporales o indumentaria, y blanco como base de preparación.

Estudio revela los colores de la escultura del dios Xochipilli
Estudio revela los colores de la escultura del dios Xochipilli

Análisis con luz ultravioleta (UV) de onda corta. Foto: COrtesía INAH

De acuerdo con el INAH, los avances de este estudio en torno a la figura sedente labrada en piedra andesita y que mide 118 x 52 x 43 centímetros, fueron dados a conocer dentro del ciclo de conferencias alusivo a la exposición Xochipilli, el señor de las flores , que se presenta hasta el 29 de julio en el MNA, y que forma parte de la serie de exhibiciones “Una pieza, una cultura”.

Martínez López explicó que la metodología para el estudio polícromo de Xochipilli fue, en primera instancia, la investigación documental, con el fin de conocer los antecedentes históricos, simbólicos y materiales de la pieza.

Estudio revela los colores de la escultura del dios Xochipilli
Estudio revela los colores de la escultura del dios Xochipilli

El estudio permitió la identificación en la escultura del tono rojo (mayor parte), ocre en el delineado de las decoraciones y blanco como base de preparación. Foto: Cortesía INAH

Por otra parte, añadió, la exploración organoléptica o sensorial ayudó a aproximarse a la obra en su totalidad, mientras que el análisis hecho por medio de edición de imagen permitió apreciar áreas que a simple vista no son perceptibles, y que sirvieron como puntos de referencia para el análisis con microscopía digital, en el cual se tomaron más de 800 microfotografías para tener un acercamiento a la distribución y aplicación de la policromía.

“Una técnica más fue el análisis con luz ultravioleta (UV) de onda corta, con la que se reconocieron intervenciones anteriores como reintegraciones cromáticas y consolidaciones, para finalmente utilizar el sistema de Munsell digital e identificar los tonos observados en las microfotografías, a partir de ello se obtuvo una estadística de los tonos predominantes y permitió establecer la paleta de colores utilizados”, precisó Luisa Martínez

El pigmento rojo predomina en la mayor parte del cuerpo, destaca en las flores, el tocado, la máscara, los brazaletes, el pectoral y la base, mientras que la mayoría de la decoración corporal e indumentaria está delineada con ocre, sobresale en el tocado, el raquis de las plumas y las barras; en la parte superior de las cavidades de la máscara; en las orejeras (con una mayor concentración en el centro), en el delineado de las sandalias y el maxtli o taparrabos.

Respecto de la capa de base de preparación de color blanco, se sitúa directamente sobre el soporte pétreo, abunda por lo regular en las zonas más profundas, como en la boca, el delineado de las cavidades de los ojos y en los elementos decorativos animales y vegetales de la base de la escultura.

Las restauradoras mencionaron que esta interpretación es un primer acercamiento para conocer la estratigrafía y distribución de los colores utilizada en la decoración pictórica de la escultura, ya que debido a las distintas capas que tiene la pieza, la historia misma de su hallazgo, su traslado e intervenciones pasadas, resulta complicado con estas técnicas obtener una información precisa, por lo que sería necesario complementar el estudio más adelante.

akc

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