Sharjah. —Tras un poco más de 50 millones de infectados y 1 millón 253 mil muertos por Covid-19, y una segunda ola en aumento, el mundo está por cumplir un año conviviendo con el virus SARS-CoV-2. En lo que respecta a México, pasamos casi siete meses encerrados, las bibliotecas siguen sin abrir y hemos dejado de vivir de forma presencial grandes eventos culturales como el Festival Cervantino y así será también con la Feria Internacional del libro de Guadalajara. Es un panorama desalentador para el sector cultural. Pero no es igual en todo el mundo.

Pese a la pandemia, en el emirato de Sharjah se vive otra realidad que se asemeja mucho a la vida de antes, solo que ahora “adornada” por cubrebocas. Y es que en la capital cultural de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se atrevió a ofrecer el primer evento masivo en un mundo pandémico: la Feria Internacional del Libro de Sharjah (SIBF, por sus siglas en inglés). En Alemania, la Feria de Frankfurt —la más importante de la industria editorial— se realizó a pequeña escala y sin eventos culturales ni venta de libros de forma presencial.

¿Cómo y por qué Sharjah pudo hacer la feria del libro presencial?
¿Cómo y por qué Sharjah pudo hacer la feria del libro presencial?

En entrevista con EL UNIVERSAL, Ahmed bin Rakkad Al Ameri, Autoridad del Libro de Sharjah, y varios colaboradores de la industria editorial árabe, hablan sobre por qué la Feria no podía esperar, cuáles fueron las medidas que aplicaron para un evento masivo en la nueva normalidad y la participación del emirato en la FIL Guadalajara en 2022.

Para Ahmed bin Rakkad Al Ameri, la ausencia del evento pudo haber desatado complicaciones en la industria editorial de Medio Oriente: “Las editoriales árabes no tienen compañías de distribución alrededor del mundo, ellos solo distribuyen sus libros en las ferias y el tener la SIBF hoy les da esperanza de que pronto se harán más”.

Aunque la realización de uno de los encuentros libreros más grandes del mundo no sólo es para dar un impulso a su sector del libro. Para la Autoridad del Libro hoy es fundamental apoyar a editores y lectores para combatir la desinformación en tiempos de incertidumbre.

“(Frente a) los incidentes de extremistas, ya sean religiosos o de cualquier aspecto, la única cosa que protege la mente de las personas es la cultura y la información. Cuando lees, puedes identificar una fake news. Recuerda que al inicio de la pandemia, en México la gente atacaba a las enfermeras porque creían que esparcían el virus; eso es ignorancia. La literatura puede abrir la mente, puede sacar todas las ideas erróneas que tiene uno, rompe las barreras entre información real e información falsa. Leer es un ejercicio para la mente y en estos tiempos es como una medicina para la mente”, dijo.

Hace unos días, el Sultan Al Qasimi, emir de Sharjah y miembro del Consejo Supremo de los Emiratos Árabes Unidos, destinó 10 millones de dírhams emiratíes (equivalente a poco más de 56 millones de pesos mexicanos) a los editores que participaron en la feria, ya sean árabes o internacionales. Respecto al porqué Sharjah ofrece apoyo también a editores internacionales, la Autoridad del Libro argumentó que la lectura no sólo desarrolla a los países, sino a la sociedad en general.

“No vivimos solos, no somos un país en otro planeta, no sólo los árabes vivimos en este planeta. Si no nos abrimos, nadie viene. Todos ven nuestra puerta, pero si no la abrimos y los invitamos a pasar no se acercan a ver que es lo que estamos haciendo. Es por eso que abrimos nuestras puertas, damos ese paso extra”, dijo.

Encuentro con Guadalajara.

A diferencia de la SIBF, la FIL Guadalajara se vio obligada a cancelar su edición 34, —ésta sólo será virtual—; para esta edición, el emirato de Sharjah era el invitado de honor. Respecto al cambio de planes, la Autoridad del Libro aseguró que no fue sorpresa alguna porque estaban enterados de ese posible escenario. “Todo el tiempo mantuvimos contacto con Raúl (Padilla) y Marisol (Schulz). Tuvimos muchas reuniones virtuales, sabíamos todo lo que estaba pasando, de hecho estábamos en la misma página”, dijo Ahmed bin Rakkad Al Ameri, y añadió que Sharjah formará parte de las actividades virtuales de este año.

Además, mostró confianza sobre su visita el próximo año: “Seguro estaremos allá. Ningún plan ha cambiado, creo que para mayo ya todo estará normal, veremos a la gente vacunada o ya hasta con otras alternativas, todo estará tranquilo”.

Salim Omar Salem, director de Sharjah Publishing City – free zone —institución gubernamental que se dedica a apoyar la industria editorial del emirato—, quien hace un año declaró a EL UNIVERSAL que México era el próximo mercado editorial del país árabe, aseguró que ni la cancelación de la FIL Guadalajara ni la pandemia interfieren con los planes en los que ambas naciones siguen aportando para todo “siga como se planeó”.

Controlar el virus en un evento masivo

¿Cómo y por qué Sharjah pudo hacer la feria del libro presencial?
¿Cómo y por qué Sharjah pudo hacer la feria del libro presencial?

“Esto demuestra cómo nos retamos a nosotros mismos, a los demás, para tener los protocolos más seguros”, afirmó acerca de la ventaja que llevan sobre las demás ferias del libro.

En los EAU, según cifras oficiales del gobierno (https://covid19.ncema.gov.ae/en), la pandemia ha cobrado la vida de 514 personas, una cifra por mucho inferior a las de otras partes del mundo, y ha registrado un total de 141 mil casos. Su confinamiento solo duró tres meses, de marzo a mayo, y desde hace dos meses aproximadamente las restricciones han ido desapareciendo, con excepción del uso de cubrebocas.

“Tenemos uno de los mejores procedimientos de salud del mundo y hoy vemos el impacto de esto: la gente está viniendo a la feria, tenemos participación, hubo editores mexicanos y brasileños y otros de Latinoamérica que están comprando y vendiendo derechos en la Feria”, reportó Ahmed bin Rakkad Al Ameri. Sin embargo, este éxito tuvo un costo: De recibir entre 85 mil a 100 mil personas diarias en años pasados, la SIBF ahora solo permite el acceso a 5 mil visitantes.

La decisión de hacer la feria fue tomada por un comité de precaución y las autoridades que han manejado la crisis en el país, pero bajo una condición: estar dispuestos a algunos sacrificios, como ampliar el tamaño de los pasillos de tres a cuatro metros —implica más espacio— por lo que este año se vendieron menos áreas y solo participan mil 24 editoriales, explicó Bader Mohammed Saab, director corporativo del departamento comunicaciones de la Autoridad del Libro.

Otras medidas son la participación de 150 voluntarios —encargados de disolver grupos, vigilar que se respeten los turnos de tres horas por visita—, la colaboración de la policía de Sharjah con cascos con sensores para medir la temperatura corporal.

También la sanitización de todos los objetos que ingresen a las bodegas y sanitización con UV al final de las jornadas de los stands y libros, y la creación de un centro Covid-19 para realizar pruebas y ofrecer cuarentena preventiva a editores, vendedores y medios de comunicación del extranjero en caso de presentar síntomas, son las medidas de prevención que se han aplicado desde que inició la SIBF el 4 de noviembre.

Bader Mohammed Saab asegura que estos procesos sí implicaron un gasto y que se tuvo que modificar el presupuesto, pero que tampoco representa una grave pérdida.

Lecciones de la pandemia a la industria editorial árabe

Sharjah Publishing City – free zone, espacio gubernamental que impulsa a editores no emiratíes, ha ofrecido descuentos y apoyos a emprendedores e inversionistas de la industria librera durante la pandemia, como descuentos en la renta de oficinas.

Salim Omar Salem, director de la institución, expuso que con la pandemia, el sector ha aprendido que es momento de abandonar la idea de trabajar de forma exclusiva los libros impresos, si bien aseguró que cree que no se van a extinguir porque siempre habrá clientela, también reconoció que el formato se vio opacado en los tiempos de crisis por los libros digitales y audiolibros.

“Debemos diversificar nuestro acercamiento al lector, no podemos seguir con la mentalidad de solo hacer libros impresos, la forma de presentar contenido debe ser variada”, explicó.

Otra lección, a nivel local, fue que los editores árabes deben aprender a delegar tareas para propiciar la oferta laboral y fortalecer el mercado del libro. “Si se tratan temas de tecnología, se necesita a un experto, si es sobre logística, deben recurrir al especialista, solo así estimula la industria”, concluyó.

La Feria Internacional del Libro de Sharjah concluye el 14 de noviembre. Para acceder a sus conferencias virtuales con escritores, tanto locales como extranjeros. y a sus talleres de redes sociales, se requiere el regístro en el sitio sharjahreads.com.

Datos

Mil 24 editorialesde

73 países participan en la Feria Internacional del Libro de Sharjah.

514 personas han fallecido en los Emiratos Árabes Unidos como consecuencia del Covid-19

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