El arqueólogo , titular del Proyecto , compartió en su cuenta de Twitter, una imagen sobre la exploración de la ofrenda 178, encontrada en 2019.

"¡Bendita chamba! Seguimos excavando la ofrenda 178 del Templo Mayor. Se ve el esqueleto de un jaguar , así como miles de conchas y cientos de estrellas de mar y corales. La exploración está a cargo de Tomás Cruz (quien estuvo al borde de la muerte por Covid) y Miguel Ángel Báez", escribió.

En un segundo tuit, detalló: "¡Un jaguar oceánico! El jaguar es el depredador relacionado con el inframundo, femenino, acuático, oscuro y de fertilidad absoluta. Es antítesis del águila real, depredador celeste, masculino, seco y diáfano..".

Así se ve la ofrenda del jaguar enterrado en posible tumba de emperador azteca en Templo Mayor
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Foto: Leonardo López Luján vía Twitter

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"Encontramos esa ofrenda justo antes de la pandemia y entonces la dimos a conocer. Obviamente, por el covid tuvimos que cerrar nuestras excavaciones y laboratorios, por lo que dejamos el trabajo de "campo" colectivo para enfocarnos en el "home office individual". Ahora, con semáforo verde, regresamos todos a la zona arqueológica del Templo Mayor. Abrimos ofrendas en proceso y laboratorios para retomar todo lo que quedó pendiente durante 19 meses... Y por eso escribí "bendito trabajo", porque nos da una enorme alegría estar ya de vuelta y en plena acción. El trabajo en equipo es sumamente edificante y estimulante", explicó el arqueólogo a EL UNIVERSAL.

De acuerdo con el arqueólogo, la ofrenda 178 es una de las que quedaron pendientes y data del reinado de Ahuítzotl, quien gobernó el imperio de 1486 a 1502 d.C., es decir, poco antes de la llegada de los españoles.

"Se encuentra al pie del Templo Mayor, es decir, justo al oeste de la pirámide principal de Tenochtitlan, en el centro de una plataforma circular que nosotros hemos identificado como el Cuauhxicalco y donde suponemos se encontrarían los restos cremados de algunos gobernantes", detalló.

López Luján explicó que hasta arriba encontraron esta caja de ofrenda que contiene el esqueleto completo de un jaguar hembra, ataviado como guerrero, pues tiene dardos y lanzadardos de madera en una de sus garras y un escudo de petate en la otra.

"Está rodeado por cientos de organismos marinos, como conchas, caracoles, corales, estrellas de mar y peces globo. Y su excavación está a cargo de Tomás Cruz y Miguel Báez, dos miembros distinguidos de nuestro equipo. En fin, ahora concluiremos lo que dejamos pendiente, y con gran alegría", dijo.

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En 2019, el López Lujan dio cuenta a la revista "National Geographic" que se encontraban trabajando en el centro del Cuauhxicalco, en donde habian descubierto dos espacios cuadrangulares con ofrendas de los aztecas.

Uno de ellos contenía el esqueleto de un jaguar adulto del sexo femenino, "engalanado como un guerrero; y el espacio más pequeño contenía miles de conchas y caracoles, además de barras de copal, una resina aromática que se usaba como incienso".

En 2019 se reportó que el jaguar estaba ricamente adornado y vestido como un guerrero, entonces, para los arqueólogos, podría ser el preámbulo de un hallazgo todavía grande aún: la tumba de un emperador azteca .

Las ofrendas fueron depositadas por los sacerdotes aztecas hace más de cinco siglos en una plataforma circular y ritual, una vez ubicada frente al templo, donde los primeros relatos históricos describen el lugar de descanso final de los reyes aztecas.

La ofrenda de jaguar, que se encuentra en una gran caja rectangular de piedra que habría sido el centro de la plataforma circular, despertó una emoción particular.

En ese momento sólo se había excavado una décima parte del contenido de la caja.

fjb

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