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En junio de 2013, un adolescente romano se quitó la vida colgándose del techo de su cuarto con una bufanda rosa, su color favorito y por el que sus compañeros del colegio le acosaban. El chico de 13 años no pudo más con el bullying que padecía a través de sus redes sociales y en su escuela. Esta historia dolorosa, que conmovió a la comunidad gay italiana, tocó también las fibras más sensibles de Stefano Ricci y Gianni Forte, quienes desde 2006 se dieron a conocer en la escena teatral europea como una dupla irreverente y disruptiva.

La historia de este adolescente se convirtió para ellos en inspiración para crear Still Life, descrita como un manifiesto contra el bullying y la homofobia que aún se vive en diversas partes del mundo. “La historia se convirtió en algo importante para nosotros porque en nuestro trabajo siempre hemos tratado de tocar los temas más sensibles de nuestro tiempo. En este caso, las contradicciones sobre la libertad individual, el Estado o la sociedad ataca cualquier cosa que esté fuera de los estándares y de la normalidad”, relata en entrevista telefónica Gianni Forte, uno de los directores de la compañía Ricci/Forte, que traerá esta puesta en escena al Festival Internacional Cervantino.

La obra, que combina danza, teatro y videoinstalación, se presentará el 27 y 28 de octubre en el Teatro Cervantes de Guanajuato. Será una versión actualizada de la que se presentó en 2013, ya que hace referencia a otras historias similares, esparcidas por el mundo, casos en América Latina y en México. “Es un tema muy doloroso, que está presente en nuestra vida cotidiana; y el gran problema está en no aceptar a las personas que son diferentes”, dice el creador.

Desde que Ricci y Forte se unieron para fundar en 2006 esta agrupación, su obra se dio a conocer en la escena internacional por sus producciones crueles, perturbadoras y provocativas, como su obra Troia’s Discount, basada en el clásico de Virgilio, pero con toques del universo Pasolini y David Lynch, o Macadamia Nut Brittle, que pone en escena a cuatro personajes obsesionados por el helado de Haagen Dazs, las series de televisión, y el sexo, como anestesia ante la soledad existencial.

En el caso de Still Life, la propuesta es provocar algunas reflexiones en el público porque, dice, “todo el mundo tiene que tomar su propia responsabilidad para detener esta plaga (de la homofobia): es realmente increíble que estemos viviendo ya en 2017 y sigan existiendo jóvenes que mueran por esta razón”, cuestiona Forte.

“Con Still Life queremos dar un testimonio directo sobre el tema de la homofobia y el bullying sin temor, crear una conversación íntima entre el espectáculo y el público”, añade.

Aclara que no se trata de una puesta en escena provocativa, sino una obra que incluye los mismos ingredientes que utilizan para el resto de su trabajo: “Nuestro teatro es muy, muy sabroso, es como una sopa caliente, muy condimentada y fuerte”, ilustra.

Pasolini, inspiración. Considerada una de las compañías de teatro contemporáneo más internacionales e influyentes de Italia, Ricci/Forte ha reconocido desde sus primeras producciones la influencia de Pier Paolo Pasolini, principalmente para criticar la sociedad de consumo, la degeneración de la ética y la moral. “Con Troia's Discount, nuestro primer trabajo entre 2005 y 2006, nos acercamos a Pasolini; y en nuestro último trabajo, PPP el último inventario antes de la liquidación, también volvemos a su obra, y la influencia o admiración que tenemos a su trabajo te lo puedo resumir en una palabra: coherencia. Fue un hombre coherente cuyo valor y consistencia hoy están casi ausentes. Nadie ahora se da el valor o toma la responsabilidad de cuestionar a la sociedad como él lo hizo, incluso pagando un alto precio”, dice Forte.

Lo que les interesa de la narrativa poderosa de este escritor y cineasta italiano, añade, es explorar los aspectos más frágiles de la condición del hombre contemporáneo, tal como él lo hizo en su tiempo. Pero más allá de las obras del controvertido escritor italiano, sus producciones, tanto para el teatro como para el cine, se alimentan de todo lo que les rodea: “Nuestras historias vienen de la literatura, de las películas, del cine, de la música, del arte, de todo”.

Gianni Forte sostiene que el ser humano y sus problemas contemporáneos son el centro de su reflexión artística, por ello, además de la homofobia, el consumismo y el individualismo, ahora están interesados en explorar al ser humano y su dependencia de la tecnología que al final lo convierte en un ser solitario: “Es increíble que uno ya no pueda comunicarse directamente, mirar a las personas a los ojos, oírlas, escuchar el latido de su corazón, ahora hablamos en Facebook, por WhatsApp, Messenger, en Instagram... Ya no hay comunicación, estamos rodeados de personas, pero en realidad somos personas solitarias, dependemos de nuestro smartphone o computadora. No miramos a los demás a los ojos, nunca. Es increíble, es terrible”. Sobre este tema, Ricci y Forte preparan una película que estrenarán el próximo año.

La compañía, que se ha presentado en festivales y teatros de Francia, Rumania, Rusia, Inglaterra, Brasil, Turquía y España, visitará por primera vez México. Sus presentaciones serán el 27 y 28 de octubre en el Teatro Cervantes de Guanajuato. La obra también se presentará en Culiacán, Mazatlán y León, Guanajuato.

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