Expertos nacionales e internacionales llevaron a cabo una revisión histórica de las personas de origen africano que llegaron a México durante el siglo XVI, así como sus aportaciones en la conformación de la nación mexicana.

Durante el XIV Coloquio Internacional de Africanías , estimaron que en aproximadamente 250 mil personas de ese continente arribaron de manera forzada a la Nueva España , lo que derivó en luchas que buscaban la abolición de la esclavitud y el respeto a los derechos humanos.

Con el tema “Guerras, guerrillas y resistencias: estrategias de participación y lucha de las poblaciones afrodescendientes en México”, 15 ponentes disertaron sobre el comercio trasatlántico, la incursión de los afrodescendientes en la vida nacional y las estrategias de lucha actual en contra de la discriminación y el discurso de odio.

En el marco de la 29 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), la coordinadora nacional de Antropología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Elisa Velázquez señaló que el coloquio consideró dos vertientes fundamentales el análisis histórico-teórico y el contexto actual de los afromexicanos.

Moderada por Cristina Masferrer, de la Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS), se desarrolló la mesa redonda “Milicianos, soldados y guerreros”, en la que participaron Álvaro Alicántara (Centro INAH-Veracruz) con el tema “Milicias de pardos y mulatos en Veracruz: movilidad social y economía”

Así como María Teresa Pavía del Centro INAH-Guerrero, quien habló en relación a Vicente Guerrero y Juan Álvarez: afrodescendientes en la Independencia de México, y Christine Arce, del Departamento de Literatura y Lenguas Modernas de la Universidad de Miami sobre Carmen Robles: una mujer afrodescendiente en la Revolución Mexicana.

La doctora Pavía expuso sobre la participación de los afrodescendientes en las milicias surianas de la Nueva España y se refirió a la figura de Vicente Guerrero (1782-1831), pilar en la Consumación de la Guerra de Independencia , en 1821.

Manifestó que una primera pista sobre el origen de Guerrero es el padrón de población de 1791, donde se habla de su familia y por el cual se conoce su nombre completo: Vicente Guerrero Rodríguez.

En otra fuente anterior, un documento parroquial del pueblo de Tixtla, hoy estado de Guerrero, se habla de sus abuelos Manuel Guerrero y Michaela Campos, como “mulatos” y vecinos de esta cabecera.

En tanto, sobre Juan Álvarez (1790-1867), la investigadora cuestionó la versión de que éste era hijo de Antonio Álvarez, oriundo de España, y de Rafaela Hurtado, nativa del puerto de Acapulco.

Teresa Pavía puntualizó que no hay testimonios documentales que atestigüen la existencia de Antonio Álvarez entre la población española, castiza o mestiza de la costa y tampoco de sus propiedades, además, en el caso de la madre, no había indígenas en el puerto de Acapulco.

Especificó que, en el padrón de población de 1792, el apellido Hurtado estaba vinculado con mujeres de origen africano.

Guerrero, dijo, participó como militar en las partidas insurgentes del sur y mantuvo comunicación con las del norte, fue militar desde 1810 y el último jefe insurgente que se mantuvo de pie. Logró un pacto con Agustín de Iturbide para la Consumación de la Independencia en 1821 , en el acuerdo de que todas las personas quedaran iguales ante la ley.

Posterior a la Independencia de México, fue miembro del Supremo Poder Ejecutivo (1823-1824), comandante de Veracruz (1827), presidente del Supremo Tribunal de Guerra (1827 a 1828), y ministro de Guerra (1828). Como presidente de la República Mexicana, decretó la abolición de la esclavitud el 15 de septiembre de 1829.

Juan Álvarez fue también un insurgente, y en el México independiente, defensor de los pueblos indígenas, primer gobernador del estado de Guerrero y líder de la Revolución de Ayutla en contra de Antonio López de Santa Anna (1854-1855).

Sobre la coronela Carmen Robles, la investigadora Christine Arce presentó un estudio minucioso en torno al retrato de esta mujer revolucionaria, que se encuentra en la Fototeca Nacional del INAH, tomado con un fondo blanco, y que pertenece al Archivo Casasola, cuya primera fecha de registro dice 1910, pero también existe otro dato que lo vincula hacia 1915.

“Las mujeres revolucionarias estuvieron en el transfondo de la lucha, pero también asumieron papeles estratégicos y fueron valientes como militares. El retrato que ahora presento hace referencia a la historia mal entendida y al papel de la negritud en un primer plano del movimiento revolucionario”, señaló.

El XIV Coloquio Internacional de Africanías

cerró con el conversatorio sobre las estrategias para evitar la violencia en torno a la comunidad afrodescendiente y con la presentación musical de Los Vega, grupo de son jarocho.

akc

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses