El jueves de la semana pasada, María Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), estuvo en la octava reunión de trabajo de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores. En las poco más de tres horas que duró la sesión, la funcionaria dijo que el Conacyt “es una dependencia que directamente responde a los lineamientos y acuerdos con el presidente Andrés Manuel López Obrador” y que, dicho sea de paso, la ciencia en México va requetebién; sin embargo, cuando fue cuestionada sobre la renuncia de Julia Tagüeña, física por la UNAM y doctora en ciencias por la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, a la coordinación del Foro Consultivo Científico y Tecnológico —porque Conacyt los dejó sin recursos—, Álvarez-Buylla afirmó que el Foro Consultivo es una asociación civil privada de 2002 y que ellos, los del Foro, “torcieron” los lineamientos jurídicos del Conacyt para que después de haber formado una asociación civil pudieran justificar su formación. Pero ahí no terminó todo, la funcionaria fue más allá y acusó a la doctora Julia Tagüeña de que cuando fue directora adjunta del Conacyt transfirió 50 millones de pesos al Foro Consultivo, hecho al que definió como una “autoasignación de recursos”. El pequeño gran detalle es que María Elena Álvarez-Buylla no mostró pruebas para sustentar ninguna de sus acusaciones y omitió hablar de algunos detalles, como por ejemplo de la demanda que el Foro Consultivo interpuso sobre Conacyt por privarlo de recursos, contraviniendo lo que estipula el artículo 38 de la Ley de Ciencia y Tecnología; así como de los cambios que ha realizado al Estatuto Orgánico del Conacyt para que pueda operar.

De agente de la CIA a tallerista de la Coordinación Nacional de Literatura

Era un viernes tranquilo cuando la Coordinación Nacional de Literatura invitó a los usuarios de Twitter a inscribirse en un taller de iniciación a la poesía con Carmen Amato. ¿Y quién es Carmen Amato? Ah, pues para que no hubiera dudas etiquetaron la cuenta de Carmen Amato @CarmenConnects. Horas después un usuario preguntó si las sesiones serían por Zoom o si la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos haría la transmisión. Y es que resulta que la Carmen que arrobaron sí es escritora, pero es también una agente retirada de la CIA. La Coordinación tuvo que corregir y le echó la culpa a su CM: “Nuestro compañero etiquetó a la persona equivocada”. Y dieron el perfil correcto de la Carmen Amato a la que se referían, una escritora, originaria de Aguascalientes. Ups.

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