El Año Internacional de las Lenguas Indígenas

(2019) y el Día Internacional de la Lengua Materna (21 de febrero) son conmemoraciones que ayudan a valorar la diversidad lingüística no sólo en México, sino a nivel mundial, y a dignificar a las personas y comunidades que las preservan.

Regina Martínez Casas

, investigadora del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), aseguró que en el mundo se hablan muchos idiomas, y en México en particular la diversidad lingüística es una de las riquezas, pero también es de las menos preciadas.

En ese sentido, dijo que hay un buen número de lenguas originarias de México en riesgo, en parte por procesos de discriminación hacia las personas que las hablan , y también por la falta de una política sistemática de lenguaje que apoye su uso en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, tanto en lo privado como en lo público.

Martínez Casas, quien fue investigadora Asociada del Institut de Recherche pour le Développement, Francia, de 2013 a 2017, señaló que es difícil encontrar espacios en los que los hablantes de lenguas indígenas puedan ejercer plenamente sus derechos de utilizarla como sería en la escuela, el ámbito administrativo o en el Poder Judicial.

“Eso paulatinamente genera la sensación de que son idiomas poco útiles o propios para ser usados únicamente en el ámbito privado, y a las familias se les desalienta a enseñar estos idiomas a sus hijos por considerar que no tienen una utilidad en diversos espacios en México”, explicó la experta.

Agregó que también se expone a los niños al maltrato por su condición lingüística cuando se animan a utilizar idiomas en diferentes ámbitos.

Una de las soluciones para lograr que los idiomas no estén en peligro de extinción es tener más espacios de uso en los medios de comunicación, entre ellos el cine.

Por ejemplo, todo el revuelo que ha causado la película “Roma”, nominada en 10 categorías al Oscar, tiene un conjunto de diálogos que se realizan en mixteco y donde se refleja este uso que se tiene que hacer sólo en ciertas coyunturas muy privadas, donde afloran muchos sentimientos, pero son lenguas que se pueden usar más allá de estas interacciones particulares.

“Aunque hemos ido construyendo espacios para que las lenguas indígenas se escuchen más, se hablen más, se escriban más, todavía los esfuerzos son insuficientes precisamente para que no se queden en el ámbito de las comunidades, sino que toda la sociedad mexicana se sensibilice sobre su importancia, valor y deje de considerarlas lenguas menos prestigiosas que el español o el inglés”, afirmó Martínez Casas.

 
El catálogo de lenguas mexicanas

, abundó, que elaboró el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), plantea que hay 68 agrupaciones lingüísticas que tienen 364 variantes de lenguas.

Esto dificulta un poco saber exactamente cuántos idiomas se hablan en México, agregó la investigadora, quien agregó: “Creo que ninguno de los que nos dedicamos a este tema podemos contabilizarlos con certeza".

Abundó que esos números dan una idea de que en este país se hablarían alrededor de 364 variantes lingüísticas, por lo menos la mitad de ellas están en gran riesgo, más o menos 20 por ciento están en una fase en la que se enfrentan a la última generación de esos hablantes.

“Es decir, todas las personas que la hablan son personas mayores de 50 años que ya no van a tener hijos a quién enseñarles y que a los que tuvieron no les inculcaron el idioma, y sus nietos difícilmente tienen oportunidad de aprenderla”, concluyó.

akc

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