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México
es este territorio en donde se le dice que no a pocas cosas, el país que —sin problema alguno— abre brazos y puertas a todo lo que ingresa. Somos un mercado estratégico, comercialmente hablando. Lo que llega del exterior nos enamora rápido; con muy poco nos deslumbran, al punto de dejar de consumir lo nacional, caminando —sin darnos cuenta— al malinchismo.
El deporte organizado en nuestro país deja mucho qué desear: involucrado en malos manejos, con poca sustentabilidad económica, un espectáculo en un eterno desarrollo y sucumbido a los intereses económicos de todo aquel relacionado a éste, lo ha orillado a crecer poco y competir con entidades deportivas extranjeras a las que no tiene forma de enfrentar.
Salvo en el futbol, el mexicano siente mayor empatía por las organizaciones deportivas del exterior, como es el caso de la NFL, MLB y NBA, entre otras. Sean cuales sean las razones, puedo destacar la distancia que hay entre éstas y sus similares mexicanas. Desafortunadamente para éstas, el aficionado al deporte ha estado expuesto mucho más hacia el exterior.
Hace unas semanas, México recibió un partido regular de la NFL , con una asistencia mayor a la que cualquiera de las organizaciones de este deporte podría aspirar. En días pasados, la NBA visitó nuevamente México y, a pesar de no haber tenido las grandes entradas esperadas, el evento genera mucho mayor expectativa y emoción que cualquier juego de baloncesto en nuestra nación. La gente muestra mucho mayor empatía hacia los jugadores extranjeros que los nacionales, por una obvia razón: son un mejor producto.
La apertura comercial también existe en el deporte. Más allá de todo nacionalismo, el mercado siempre otorga el poder de decidir. Para el deporte nacional, la clave es mejorar la calidad, el servicio, el producto y la mercadotecnia. La tarea no es sencilla, pero es el único camino a seguir si se busca competir. Para ello, las instituciones del deporte deberán dejar de buscar rotativos en primera plana y apostar por aliarse con los suyos, por el producto nacional.
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