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El doloroso sismo nos dejó un espejo indiscreto revelador que exhibe las infamias y proezas de los moradores de una gran ciudad que se nos cae a pedazos. Estas son algunas imágenes de tan complejo mosaico.

El Fridagate. Al amparo de comunicados oficiales que emitió un funcionario de la Secretaría de Marina, Televisa, que no cuestionó ni confirmó la veracidad de lo asentado, montó las bases de un desafortunado reality: el rescate de Frida Sofía, que ahora categóricamente niega. Tan vergonzoso montaje pudo haber sido creíble en 1985. Hoy existe Internet. La postverdad no es atributo exclusivo de las redes sociales, como pregonan algunos. Televisa y la Semar parecen no advertir la existencia de Internet.

Soldados en rapiña. Los soldados que fueron exhibidos en penosa rapiña por Arturo Rodríguez Castañeda tampoco saben de la existencia de Internet. Esos militares aprovecharon la confusión para hacerse de chalecos, cangureras y bolsas sueltas marca Newswear (especiales para fotógrafos), que tomaron de los escombros del departamento de Wesley Bocxe, dueño de la marca que los fabrica, quien fue rescatado con vida de un edificio derrumbado en la Condesa. Así cobraron su participación de rescate y salvamento.

Miserables buitres. Alejandra Vicente Cristóbal tenía 24 años de edad. Perdió la vida al derrumbarse el edificio ubicado en Viaducto Miguel Alemán 106, colonia Narvarte. En los escombros del inmueble algún buitre encontró la tarjeta de débito de Alejandra, la cual, gracias a los hábitos de ahorro de sus padres tenía la suma de 32 mil pesos. El buitre se dedicó a gastar los fondos en tiendas como Zara y Best Buy. Empleados de los referidos establecimientos tendrían que haber verificado la firma de la poseedora de la tarjeta. Confiamos en que las cámaras de seguridad permitan identificar a la desalmada persona que dispuso de los ahorros.

El banco británico HSBC, acusado en Estados Unidos de servir de cauce para el lavado de dinero e investigado en Argentina y Suiza por evasión fiscal, no se distinguió por su sensibilidad. Aunque después devolvió los fondos.

Robots rescatadores. Estudiantes de la Universidad Panamericana, campus Aguascalientes, crearon a Xinamiqui Olinki, robot que ayudó al perro Humo a rescatar 11 personas en edificios en la colonia del Valle que colapsaron. El robot obtuvo el segundo lugar en la competencia internacional Robocup en Nagoya, Japón, y por primera ocasión fue sometido a una prueba real.

Otro frente, el ciberespacio. En el ciberespacio han aparecido falsos sitios en los que se solicitan donaciones de dinero para tareas de rescate y apoyo a los miles de damnificados. Kevin Islas, estudiante de la maestría en ciencias computacionales en el Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, se dio a la tarea de tirar algunos de los servidores que alojaban estos sitios . Convendría saber si la Policía Cibernética se ha percatado de ello y si algo ha hecho al respecto.

Nuestro círculo rojo región IV. En 2015, desde la comodidad de su altar, “San” Umberto Eco afirmó que “las redes sociales “le dan el derecho a hablar a legiones de idiotas”. Es la “invasión de los imbéciles”, declaró al diario La Stampa. No pocos intelectuales han calificado a millennials y centennials precisamente como imbéciles.

¿Cuántos de los reconocidos intelectuales mexicanos salieron a las calles para colaborar en tareas de rescate?

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