Antonio Forseck Orendain

Al igual que toda la República Mexicana, la Ciudad de México está sumida en una crisis aguda de seguridad. El delito es heterogéneo, se comporta de acuerdo a las circunstancias especiales de cada región. En este sentido, la capital del país tiene sus propias complejidades. Delitos como trata de personas presentaron un aumento histórico y preocupante en los primeros cuatro meses del año, la tasa por cada cien mil habitantes de este delito en la Ciudad de México aumentó 400 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior y 900 por ciento respecto a los últimos cuatro meses de 2018.

El delito de trata de personas, muchas veces es entendido como trata de blancas, un concepto, que si bien no existe en las leyes mexicanas, es una concepción social que hace referencia a la trata de mujeres con fines de explotación sexual. La trata de personas es un universo más amplio, no solo las mujeres están en riesgo. Hablar de trata es hablar de grupos vulnerables, las mujeres, los menores de edad, indígenas y migrantes son quienes están en riesgo constante de ser esclavizados, explotados sexualmente, utilizados para delinquir, obligados a la mendicidad, entre otras formas de trata que existen. Por lo que debemos estar conscientes que gran parte de la población puede ser víctima de este delito (1).

A partir de 2018, gracias a los esfuerzos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de INEGI, de Organizaciones de la Sociedad Civil como el Observatorio Nacional Ciudadano, y de fiscalías y procuradurías estatales, se cuenta con información sobre trata de personas desde 2015 a la fecha.

Según datos del Observatorio de la Ciudad de México (OCMX), el comportamiento de este delito en la capital fue constante desde el primer cuatrimestre de 2015, al último cuatrimestre de 2018 (con una tasa cuatrimestral que se mantuvo por debajo de las 0.2 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes), pero en los primeros cuatro meses de 2019, la ciudad se posicionó en el primer lugar de trata de personas a nivel nacional, con una tasa histórica de 0.70. Esto quiere decir que hombres, mujeres, niñas y niños son explotados sexual o laboralmente en la Ciudad de México.

El nuevo gobierno capitalino, liderado por Claudia Sheinbaum, al día de hoy, no ha mostrado un plan concreto de acción para el combate y prevención de la trata de personas, que frene la explotación de la que están siendo objeto seres humanos (mujeres, hombres, niñas y niños).

Distintos factores, económicos, sociales, culturales, familiares, personales y geográficos, influyen en el comportamiento del delito. Se exige a las autoridades respuesta inmediata para que esta situación sea tratada con la seriedad debida. En el OCMX trabajamos en virtud de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México, buscamos incidir en políticas públicas que favorezcan la construcción de una mejor ciudad para todos y todas. La falta de acción de las autoridades en materia de seguridad pública fomenta a los grupos delincuenciales a seguir adelante, la situación en general para los ciudadanos no es alentadora. Vivimos en crisis.

La trata de personas no debe tomarse a la ligera, me gustaría resaltar la urgencia y hacer ver a las autoridades locales que mientras yo escribo y ustedes leen esta columna de opinión, seres humanos en la CDMX están siendo explotados. ¿Apoco no es indignante? La información y los estudios generados por el OCMX están a disposición de autoridades y ciudadanos, dicha información debe ayudar a generar soluciones, pero no es suficiente; todos los involucrados, sobre todo los encargados de tomar decisiones, es decir, el nuevo gobierno, deben trabajar en favor de solucionar la crisis que vivimos. Es mejor actuar a la primera señal de alarma que dejar pasar más tiempo y permitir que el delito crezca a niveles peligrosos.

Comunicación del Observatorio de la Ciudad de México
@ocmxsegura @AForseck

(1) En el “Instrumento para el Registro, Clasificación y Reporte de los Delitos y las Víctimas CNSP/38/15” se define la trata de personas como: “Promover, solicitar, ofrecer, facilitar, conseguir, trasladar, entregar o recibir, para sí o para un tercero, a una persona por medio de la violencia física o moral, engaño o abuso de poder para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes”, lo que incluye “esclavitud; condición de siervo; prostitución ajena u otras formas de explotación sexual; explotación laboral; trabajo o servicios forzados; mendicidad forzosa; utilización de personas menores de dieciocho años en actividades delictivas; adopción ilegal de persona menor de dieciocho años; matrimonio forzoso o servil; tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos; experimentación biomédica ilícita en seres humanos; explotación laboral de menores o incapaces” (SESNSP, 2017).

Fuentes:

SESNSP (2017). Instrumento para el Registro, Clasificación y Reporte de los Delitos y las Víctimas CNSP/38/15.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses