Terminó el que para muchos de nosotros es el mes olímpico y a 49 años de haberse realizado los Juegos de México 1968, muy poco le ha importado a la sociedad que las autoridades deportivas y olímpicas de este país se olviden de recordar lo que el deporte mexicano logró.

Hay jóvenes y niños que no recuerdan o ni siquiera saben que en aquella justa se ganaron nueve medallas: tres de oro (Felipe Muñoz en 200m pecho de natación, Ricardo Delgado, peso mosca y Antonio Roldán, peso pluma, en boxeo); tres de plata (José Pedraza en marcha 20 km, Álvaro Gaxiola en plataforma de clavados y María del Pilar Roldán en esgrima florete individual); y tres bronces (María Teresa Ramírez en 800m libre de natación, Joaquín Rocha, peso completo, y Agustín Zaragoza, peso gallo, boxeo).

Este tipo de recuerdos son importantes para el país, hacen que nuestros atletas sean reconocidos, pero desafortunadamente la sociedad y la niñez no tienen la menor idea de lo que fueron esos olímpicos. Para recordar las hazañas de nuestros deportistas, era importante que los medios recordaran cada uno de los días en que se ganó medalla, como el 22 de octubre, cuando Muñoz consiguió el primer lugar en los 200 metros pecho.

Por otro lado, revisando documentos me doy cuenta que de 2004 a la fecha no hay antecedentes de logros de medallistas olímpicos; en pocas palabras, se fueron en blanco nuestras autoridades de 2008, 2012 y 2016 para darle continuidad al libro de medallistas olímpicos mexicanos, que nació como un importante proyecto y una recopilación de datos de todos los ganadores de nuestro país.

En 2004, al final de los Juegos de Atenas, se comenzó a proyectar ese libro, fue una labor complicada y de muchas horas de trabajo, que desgraciadamente no ha tenido continuidad por alguna razón que desconozco, pero que estoy seguro, tiene que ver con la flojera de los responsables, ya que Beijing, Londres y Río tendría que estar actualizado.

Pasaron más de 104 años (tras los JO de París 1900), hasta que al final del sexenio del presidente Vicente Fox se publicó ese libro, el cual se ha perdido. Se hicieron 20 mil ejemplares que se repartieron en diferentes bibliotecas de este país, fue una producción económica tamaño carta para que los niños supiera la historia de nuestro deporte y los ganadores de medallas. Sin embargo, nuevamente se ha olvidado de los héroes olímpicos, a nadie le ha importado darle seguimiento a esta rica historia y eso realmente es preocupante, porque pareciera que no hay nada positivo qué contarle a las sociedades futuras, cuando debería ser todo lo contrario.

Qué razón tienen aquellos que aseguran que México es un país sin memoria, pero en este caso, es mucho más triste que no se rememore a quienes después de invertir tiempo y esfuerzo lo representaron en Juegos Olímpicos y deberían quedar plasmados en la historia, en un documento de gran valor.

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