En el año 1969, cuando casi nadie tenía muy claro lo que era una computadora, el profesor Ivan Sutherland pasaba todo su día trabajando con ellas, transformado por completo la relación entre el ser humano y las máquinas al desarrollar el primer sistema capaz de interactuar mediante gráficos, conocido hoy como Interfaz Persona Ordenador (IPO).

Con la creación de Sketchpad, el primer programa informático que permitió la manipulación directa de objetos gráficos que podían ser dibujados sobre una pantalla sin tener que teclear comandos, Sutherland fue haciendo descubrimientos cada vez más interesantes y sofisticados que lo llevaron a inventar la famosa Espada de Damocles, llamada de esta forma por su aspecto y por la manera como cuelga sobre la cabeza del usuario; en realidad, es un brazo mecánico articulado, fijado al techo que sostenía un sistema de visualización compuesto por dos pequeñas pantallas estereoscópicas y con un soporte ajustado a la cabeza, justo es el primer casco de lo que hoy conocemos como Realidad Virtual.

En su edición de 2019, la cual se celebrará el 18 de junio en Bilbao, el Premio Fundación BBVA Fronteras de Conocimiento (dedicado a la cultura, la tecnología y las ciencias), en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación, ha sido concedido a Ivan Sutherland por “liderar de forma pionera la transición de una interacción con los ordenadores basada en texto, a otra gráfica”, según dicta el acta del jurado encabezado por Mario Piattini, catedrático de Lenguaje y Sistemas Informáticos de la Universidad de Castilla-La Mancha en España.

A lo largo de sus más de 60 años de carrera, Sutherland “ha aunado su profundo conocimiento de la tecnología con la comprensión del comportamiento humano, para lograr transformar la interacción de las personas con las computadoras”, prosigue el acta; y hoy en día, cualquiera que trabaje con una computadora o un teléfono inteligente se beneficia de su visión y de sus contribuciones a la cultura digital.

El jurado del premio hace especial mención a su proyecto de tesis doctoral de 1963 en el MIT, Sketchpad, considerado precursor de las actuales interfaces gráficas, desde el sistema de ventanas iniciado por Apple hasta los íconos de las apps que hoy en día están tan de moda y que nos permiten llevar a cabo actividades tan variadas que van desde consultar el tránsito, hasta leer una biblioteca completa o “pintar” un cuadro sin tener que mancharnos las manos.

Con Sketchpad, Sutherland logró materializar ideas revolucionarias, pues el programa sentó las bases de una potente e intuitiva interacción humano-máquina a través de dibujos, manipulando iconos y formas sin tener que hacer uso de complicados comandos de teclado. Sketchpad empleaba un lápiz óptico para dibujar directamente sobre una pantalla, y permitía ampliar o reducir la imagen y transformar objetos, así que los ilustradores que trabajan sólo con tabletas gráficas tienen a quien agradecer que su trabajo sea tan lúdico.

Sutherland ha tenido un profundo impacto tanto en el ámbito cultural, académico e industrial, pues es dueño de más de 60 patentes, y algunos de sus discípulos son grandes emprendedores que han iniciado algunas de las compañías más prósperas del sector. En 1968 se trasladó a la Universidad de Utah, donde fundó Evans & Sutherland, una compañía pionera en el desarrollo de programas gráficos 3D, en donde tuvo estudiantes destacados como Edwin Catmull, uno de los responsables de la creación de Pixar; o John Warnock, uno de los fundadores de Adobe.

Desde que se dio el anuncio, todos aquellos creativos que en nuestras actividades cotidianas hacemos uso de computadoras, tabletas gráficas o teléfonos inteligentes para trabajar en eso que nos apasiona, celebramos este reconocimiento a la vida y obra del gran Ivan Sutherland.

@Lacevos

herles@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses