Al es cuchar el nombre del software Excel, seguramente lo primero que nos viene a la mente son conceptos muy específicos como tablas, números, operaciones y gráficas con propiedades más bien estadísticas. Lo cierto es que cuando Microsoft lanzó la primera versión de este programa el 30 de septiembre de 1985, ni sus creadores ni sus primeros usuarios imaginarían que serviría para algo más que una “simple” hoja de cálculo.

Hace 15 años, un trabajador japonés recién jubilado, Tatsou Horiuchi, encontró una interesante función en un programa hasta ese momento utilizado para hacer tablas, y a través de VLOOKUP, una función de Excel cuya tarea es la de buscar y recuperar datos en una columna específica, Horiuchi descubrió que podía generar figuras tanto geométricas como orgánicas a partir de vectores que posteriormente podía ir acomodando en el lugar de su elección dentro del “lienzo” de trabajo.

Lo que comenzó como una terapia ocupacional para un hombre jubilado y seguramente acostumbrado a trabajar arduamente, se convirtió en un nuevo oficio que además desarrolla con procesos muy poco habituales para los ilustradores o diseñadores tradicionales. Tatsou Horiuchi asegura que buscaba hacer algo que lo mantuviera ocupado, la pintura siempre había llamado su atención, sin embargo, no estaba dispuesto a invertir grandes cantidades de dinero en tomar cursos de arte y en comprar materiales que, como es bien sabido, no son baratos.

Otra alternativa era aprender y usar los típicos programas de dibujo, pero para Horiuchi también resultaba costoso el comprar licencias para poder utilizarlos. Por azares del destino, el artista un día descubrió que Excel era capaz de generar plastas (partiendo de vectores), lo que fue más que suficiente para pensar en hacer cuadros a partir de éstas. Y así, el hombre de 77 años radicado en Nagano, ahora dedica una buena parte de su tiempo en generar paisajes típicamente japoneses, característicos por sus colores y temas enfocados en la naturaleza: estanques llenos de peces, árboles con sakuras, volcanes o pagodas.

Una vez terminado el paisaje, éste se imprime en una típica impresora a color y por partes, posteriormente Tatsou Horiuchi va uniendo las partes con cinta hasta obtener el lienzo completo para poder enmarcarlo. Ahora que tiene nociones del trabajo con vectores, el artista asegura que no le interesa aprender otros programas o tecnologías para hacer sus dibujos, pues ya está completamente habituado a Excel.

El trabajo de este ilustrador experimental es tan original y característico que lo hizo acreedor al “Excel Autoshape Art Contest” en 2006. Además muchas de sus piezas son parte de la exhibición del Museo de Arte de Gunma en Japón, recinto que también exhibe obras de autores de la talla de Monet y Renoir.

Desde la estampa japonesa ukiyo-e de los siglos XVII y XX representada por la maravillosa obra de Katsushika Hokusau y su Gran ola de Kanagawa de 1833, el arte japonés no había sido tan comentado, sobre todo porque esto comprueba que la tecnología nos da la capacidad de hacer arte con las herramientas menos pensadas.

@Lacevos

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