Qué desgracia para Víctor Guzmán, el futbolista que con tanto merecimiento llegó a la Selección Nacional y que por una lesión ha quedado fuera. Una lástima, porque Juan Carlos Osorio tuvo muchas oportunidades de convocarlo y no lo hizo. Ahora que sí lo llamó, no podrá estar.


Ya en San Antonio, a 136 días del inicio de la Copa del Mundo, se empieza a sentir una sensación distinta a todo este largo periodo de preparación y eliminatoria. Ahora sí va en serio: los futbolistas que no demuestren en estos escasos partidos de práctica deben salir de la lista, llámense como se llamen. Es por eso que Guzmán merece otra oportunidad, que no se ciegue el entrenador y que lo palpe, que en verdad le haga una prueba dentro del campo y vea su manera de ser en el grupo de seleccionados en la siguiente parada del tour, en Santa Carla contra Islandia y Arlington frente a Croacia. En fin, los que están en Europa van a ir aunque algunos sean el suplente del suplente; entonces, por qué no conocer más a fondo a alguien que puede aportar y darle frescura al equipo.


Bosnia viene a Texas con jugadores del campeonato local, ninguna de las figuras conocidas como Edin Dzeko, Vedad Ibisevic o Sejad Salihovic; o sea, con ilustres desconocidos que harán del partido en el Alamodome un entrenamiento para que Osorio defina los pocos lugares que tiene vacantes... tal vez dos o tres.


Jonathan González, quien es una de las promesas del futbol mexicano, será otro de los puntos de atención en este intrascendente partido. El mediocampista del Monterrey tiene calidad y sobre todo personalidad. Ahora será labor de Osorio transportar sus condiciones a un partido con la Selección Mexicana y, si las cosas se dan como se ha pensado, incluso llegar a la Copa del Mundo de Rusia 2018.


La liga de futbol profesional de Bosnia-Herzegovina se encuentra en el lugar 85 del ranking de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol, lo que nos puede dar una idea del nivel que tendrá la selección que enfrentará México. Para aquellos que buscan convencer de que pueden asistir al Mundial, la mala calidad del rival debe ser lo de menos.


Si esta es la única oportunidad que tendrán para mostrarse, deben salir a jugar mejor, incluso, que en su club; demostrar que tienen lo que hace falta para ser parte de este equipo. En el caso de Guzmán —cuyo lugar tomará Jesús Molina—, Osorio debería pensar seriamente en llevarlo a los juegos de marzo, porque aunque no lo convenza del todo y esta convocatoria pareciera más una presión mediática, este joven futbolista tiene más argumentos que los hermanos Dos Santos y Carlos Vela para ser probado. El futbol y la elección de jugadores para un equipo nacional puede ser muy del gusto del entrenador en turno, pero tampoco puede ser tan necio como para no ver que la calidad y el momento de quienes no son sus indiscutibles puede generarle otro fracaso con los de siempre.


@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses