Tuvieron que pasar más de 20 años para que un peso pesado del boxeo volviera a paralizar a los medios de comunicación en México, aficionafos al boxeo y a quienes no lo son tanto, pero que disfrutan ver cada sábado funciones en las que hay algo atractivo qué observar.

Hoy, Andrés es un aspirante a ídolo con todos los argumentos para convertirse en algo que no se prefabrica, ni se compra a billetazos, ni con grandes campañas de mercadotecnia, ni enjaretándolo en todos lados, como si fuera un simple producto deportivo publicitario.

No, Andy Ruiz cayó de pie desde esa noche del sábado en la que nadie lo conocíamos, o bueno, muy pocos lo conocían y que ahora se pasea por el Palacio Nacional con naturalidad, sencillez y siempre con el mismo discurso de que el que persevera, alcanza. Que no porque te bulleen por ser “gordito” no puedes triunfar, y ha conectado con todo el pueblo de México y los paisanos en Estados Unidos , pero también con los grandes promotores del boxeo.

Las bolsas para los pesos pesados no suelen ser ni cercanas a las de otras divisiones como la de Mayweather, Pacquiao, Saúl Álvarez , porque simplemente no existía una figura mediática que pudiera paralizar a los fanáticos como sucederá con Ruiz en su próximo combate programado para el mes de diciembre en la revancha contra Anthony Joshua .

En los tiempos de Evander Hollyfield, Mike Tyson, Lenox Lewis, George Foreman y mucho antes con Mohamed Ali , no ha habido un interés en la categoría de mayor tonelaje como ahora con Andy, quien fue muy claro que pidió que se entonara el himno mexicano porque está profuncamente orgulloso de sus raíces.

Y esto no es nuevo ni un discurso demagogo y populista, él fue parte de los selectivos de boxeo de la delegación mexicana para los Juegos Olímpicos Beijing 2008 , para los que se quedó en la orilla y no pudo participar tras ser eliminado.

Su llegada a la Ciudad de México fue todo un furor, desde Andrés Manuel López Obrador regalándole un billete de 500 pesos hasta la presentación en TV Azteca ante los medios en la que fue invadido por gente en el llamado cruce de foros, porque todos querían ver a la nueva estrella del deporte nacional.

Sin acarreados ni poses de diva, Ruiz es el excéntrico boxeador que si consigue victorias en sus próximas peleas vivirá lo que no ha podido convertirse ningún pugilista desde Julio César Chávez o Rubén Olivares . El primero por la gran calidad como deportista y dominador absoluto del boxeo, y el segundo por la gran conexión popular que logró en su carrera.

Este hombre tendrá que aprender a alejarse de vicios y malas compañías que hoy sólo querrán estar junto a él por su fama tal como lo ha hecho Saúl Álvarez , quien lleva una carrera impecable en ese sentido.

Así que los consejeros convenencieros y tóxicos no deben formar parte de su andar hacia la defensa y confirmación de los cuatro campeonatos mundiales que obtuvo.

@gvlo2008

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