No nos pongamos de amarra navajas. Da igual lo qué pasó en ESPN con el presidente del Santos . Para ser honestos, conocemos el temperamento que tiene y cómo defiende sus ideas.

Alejandro Irarragorri

, un personaje que le ha hecho mucho bien a nuestro futbol. De ideas frescas y fórmulas de trabajo muy exitosas en sus ingenierías deportivas. Me acuerdo que a principio de torneo en mi programa de radio, La Barra en W Deportes, le pregunté que si Santos ya no sería un equipo contendiente, debido a la constante inyección del Monterrey y Tigres, así como la venta de sus principales activos al América, y me contestó tajantemente que ellos no trabajaban así, ni con la cervecera Grupo Modelo al frente de los recursos, que siempre su proyecto ha sido a partir del diseño de equipo, y la entidad de los grandes esfuerzos que representan, en lugar de billetazos. Buscando siempre las piezas que puedan catapultar al equipo a competir con el ADN de La Comarca y para seguir generando un modelo de negocio al momento de vender.

No es casualidad que sus seis títulos sean con seis directores técnicos diferentes. O que casi siempre eliminen al millonario de la historia para salir campeón: Tigres y América. De ahí que el error lo cometimos todos, al no darnos cuenta —desde el principio del Clausura 2018— que se había formado un equipo con sed de revancha, de trascender y demostrar que el club más grande e importante del norte de nuestro país juega en el desierto de Torreón.

Para Jonathan Orozco, su último torneo con Monterrey fue en el Apertura 2016, en donde no clasificó a Liguilla y sólo disputó 10 juegos. Gerardo Alcoba, 12 de 17 partidos con Pumas en el Apertura 2017, cuando quedaron en último lugar. Osvaldo Martínez disputó 13 encuentros con América en el Apertura 2016, donde anotó un gol. José Juan Vázquez, 13 partidos jugados en el Apertura 2017 con Chivas. Javier Cortés , 17 partidos con Pumas en el Clausura 2017, en el que quedaron fuera de Liguilla. Diego de Buen jugó 14 partidos con Xolos.

Todos ellos con algo en común: ganaron títulos con sus equipos antes de ese torneo. Le sumamos a Brian Lozano, quien después de su fallida etapa con América, se fue al Nacional de Uruguay, en donde consiguió sólo cuatro goles en su último semestre y Julio Furch, con seis tantos durante su último semestre en Veracruz, cuando quedó en el lugar 17.

Sumamos sus prospectos hechos realidad, más la fuerte conexión que hay con su afición, y da como resultado un equipo que le dice a la Liga que no se necesitan las grandes carteras, sino los grandes proyectos.

Por eso, Santos es un equipo constante desde 1993, con Liguillas, finales jugadas y títulos ganados. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los “desechos” del Santos campeón

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