La semana pasada, el Inegi informó las cifras revisadas del PIB correspondientes al primer trimestre del año, que muestran un crecimiento anual de 1.2%, inferior a 1.3% previamente reportado.

Con cifras ajustadas por estacionalidad, la actividad económica del país se contrajo 0.2% trimestre contra trimestre (t/t). A su interior, la producción industrial disminuyó 0.6% t/t, como resultado de un menor dinamismo de la demanda externa y la contracción de la plataforma de producción petrolera. Ello se reflejó en una caída de 0.4% de la producción manufacturera y una contracción de 1.4% de la minería. Por su parte, las actividades terciarias cayeron 0.2% por un mayor debilitamiento de la demanda interna, que impactó adversamente a los servicios de esparcimiento (2%) y los de turismo (0.7%).

Mayor probabilidad de un bajo crecimiento económico en 2019
Mayor probabilidad de un bajo crecimiento económico en 2019

Ello es congruente con la previsión de la Secretaría de Hacienda, que lo sitúa en un rango de entre 1.1% y 2.1%. Por el contrario, el Banco de México redujo ayer su estimación de crecimiento para la economía mexicana a un rango de entre 0.8% y 1.8% (anterior de 1.1% a 2.1%). Asimismo, el banco central también redujo su pronóstico de creación de empleos formales para el año, ubicándolo en un rango de entre 530 mil y 630 mil empleos (anterior: 620 mil a 720 mil).

Un indicador relevante para evaluar la perspectiva de crecimiento de la economía mexicana en el corto plazo es la creación de empleos formales, ya que en los últimos 20 años ha permitido anticipar las expansiones y recesiones económicas.

Tanto en México como en Estados Unidos, la creación de empleos se utiliza como un indicador adelantado de los ciclos económicos, ya que anticipa la dinámica del consumo privado, que en nuestro país representa alrededor de 70% del PIB.

En octubre de 2000, la creación de empleos formales en nuestro país empezó a mostrar una trayectoria descendente con lo que anticipó la recesión que se inició en el segundo trimestre de 2001. Asimismo, en 2008, desde enero, la creación de empleos formales comenzó visiblemente a desacelerarse anticipando la fuerte contracción económica que se inició en el cuarto trimestre de ese año (referirse a la gráfica).

Al cierre de abril del presente año, las cifras del número de trabajadores asegurados en el IMSS mostraron un ritmo anual de creación de empleos de 504 mil 821 ocupaciones, luego de haber superado 860 mil ocupaciones en mayo de 2018. Asimismo, el dato de abril también representó su nivel más bajo desde abril de 2014.

Tal desaceleración ya ha tenido un visible impacto sobre el consumo privado, particularmente sobre los bienes duraderos. Ello es notorio en la fuerte contracción anual de 3.9% que presentaron las ventas de vehículos en México en los primeros cuatro meses del año y en la caída de 1.9% trimestral del comercio mayorista durante el primer trimestre de 2019 (cifras ajustadas por estacionalidad).

Tomando en consideración: (1) la dinámica actual del mercado laboral formal mexicano, que anticipa que continuará la desaceleración de la actividad económica; (2) la contracción de la producción minera a raíz de la fuerte caída de la plataforma de producción petrolera; y (3) la desaceleración de la producción manufacturera como resultado del menor dinamismo de la demanda externa; es muy probable que el crecimiento de la economía mexicana presente dificultades para alcanzar 1% en 2019.

Director de Analítica en Grupo Financiero Banorte.
Las opiniones que se expresan son responsabilidad exclusiva del autor.
Twitter: @alexcervantes

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