Texto: Anahí Gómez Zúñiga

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Miguel Ángel Garnica

Los automóviles se vuelven parte de la vida cotidiana, marcan épocas y estilos de vida, traen consigo historias, innovaciones y leyendas que difícilmente se borran. Sin duda todos recordamos con nostalgia al DeLorean DMC-12 que le aportó un sabor especial a la épica cinta de Volver al futuro; como él, fueron varios los coches que se posicionaron como parte importante del imaginario colectivo.

Muchos de estos históricos modelos aún se niegan a abandonar el mercado, otros más se han convertido en piezas de museos, que todavía aceleran el corazón de los coleccionistas.

Tan solo la CDMX cuenta con más de 400 récords Guinness, entre ellos se ostenta el de mayor número de autos antiguos. Esto se convierte en la evidencia del amor que el pueblo mexicano siente por lo motores. Rafael Romero Solís, mecánico desde hace cuarenta años, opina que nada lo emociona más que la potencia en un motor, porque este es “el corazón del automóvil y darle vida es como llenarte de poder”.

Rafael, con 60 años de edad, conserva la vivacidad y el amor por su profesión, con la seriedad de un catedrático recuerda al Plymouth Barracuda, al Chevrolet Chevelle y al Renault Alliance, entre muchos más automóviles que dejaron su marca en la historia.

Actualmente queda recordar a estos autos, rememorar sus primeros pasos y hablar de lo que fueron. De esta suerte, les presentamos una recopilación de sólo algunos automóviles que marcaron toda una época desde que salieron al mercado a partir de los años 60.

Ferdinad Porsche nació en 1930, con el tiempo se convertiría en el fundador y diseñador de la oficina de estudios automovilísticos alemana Porsche. Desde temprana edad mostraba gran pasión por los coches, pero fue hasta 1930 cuando creó su propia empresa.


AÑOS SESENTAS
El mítico “Vocho”

Porsche soñaba con la realización de un vehículo pequeño y de bajo costo, pero la falta de recursos convirtió su ideal en una agencia de asesoramiento de diseño que se vio en la necesidad de asociarse con más compañías para no alcanzar la quiebra. Fue entonces cuando en colaboración con la marca de motocicletas Zündapp, nació el Tipo 12, un vehículo que fracasó rotundamente a causa del motor radial de cinco cilindros refrigerado por agua que Zündapp exigió. La relación entre ambos terminó y para 1932 Porsche atravesó por momentos complicados, la economía no le iba nada bien y la única salida parecía ser el cierre.

Como alternativa a la clausura, el barón Fritz Von Falkenhayn, jefe de planta de NSU (filial alemana de Fiat), le encargó el diseño de un automóvil que se adecuase a la difícil situación económica alemana de entreguerras; se creó el tipo 32, antecesor directo del llamado Escarabajo, que como novedad presentaba un motor refrigerado por aire. Cuando Fiat se enteró de la novedad, obligó a la NSU a paralizar su fabricación por incumplimiento de contrato, ya que los alemanes se habían comprometido a no fabricar coches con su nombre después de la absorción por parte de Fiat.

Corría la segunda guerra mundial cuando Hitler fue informado por Jakob Werlin del tipo 32. El Führer deseaba llevar la propaganda nazi también a las cuatro ruedas, quería hacer realidad al "Volksauto”, un coche para el pueblo, que representara en las calles la valía del imperio nazi.

Porsche viajó a Berlín para reunirse con Adolf Hitler, quien tenía valiosos conocimientos sobre automóviles y dio algunas indicaciones de cómo debía ser el coche ideal para el pueblo alemán: un automóvil familiar para 4 personas, con un motor refrigerado por aire, consumo de siete litros cada 100 km y que alcanzara los 100 kilómetros por hora. Fue esta la concepción del tipo 60, el hermano derivado del ya mencionado tipo 32.

En 1937 se construyó el Tipo 30 que vislumbraba las formas curvas clásicas del Vocho aunque este modelo no tenía ninguna ventana en la parte trasera. Para 1938 ya se pulía el diseño, introduciendo una pequeña ventana partida en la parte de atrás, a la que también se llamaba "pretzel", denominada así porque recordaba la forma de una tradicional galleta alemana. Este automóvil recibió el nombre de Serie 38.

Finalmente el Serie 38 fue nombrado Kdf-Wagen que significa "a la fuerza por la alegría”. Lastimosamente las ambiciones de Porsche quedaron truncas; el primero de septiembre de 1939 la Alemania nazi invadió Polonia y los proyectos automovilísticos fueron sustituidos por la producción de arsenal bélico.

Para 1945, cuando la guerra culminó, los ingleses quedaron al mando de la factoría encargada del Serie 38 y decidieron reparar la maquinaria que fuese posible. Los ingleses instauraron la numeración de los modelos para diferenciarlos: el KdF-Wagen se convirtió en el Tipo 1, que tiempo después también sería llamado Kafer, Escarabajo, Fusca, Maggiolino, Coccinelle y Vocho, entre otros.

El Volkwagen tipo 1 pisó tierra mexicana en 1954, con motivo de la exposición “Alemania y su industria”, que se celebró en las instalaciones de Ciudad Universitaria, CDMX. Años después, en 1965, comenzó la construcción de la planta Volkswagen en Puebla, misma que daría luz al primer Escarabajo en 1967. Con el tiempo este vehículo sería utilizado como taxi y se convertiría en parte esencial de la vida del mexicano.

Actualmente se le recuerda con un golpe en el hombro cuando pasa el “Vocho amarillo” o se guarda con aprecio en el hábitat de los coches de colección.

Los coches que siempre recordaremos
Los coches que siempre recordaremos

Por más de treinta años, el clásico Vocho se convirtió en el trasporte de pasajeros más reconocido entre las calles de México.

Corrían los años sesentas cuando inició la producción de este automóvil también llamado el “mexicanísimo Valiant”. Se trata de un modelo lanzado al mercado por Chrysler, que en ese entonces era conocida como Fábricas Automex. Se le llamó “Acapulco” porque en aquellos años era un lugar de moda entre las juventudes que se aventuraban a la carretera, el sol y la playa.


Valiant Acapulco, el más mexicano

Era un auto en presentación convertible y capota rígida, de dos puertas, consola de lujo, radio AM, volante deportivo, cornetas de aire y control eléctrico. Además de ser producido en México y rediseñado por ingenieros mexicanos, contaba con versiones únicamente encontradas en nuestro país.

Los coches que siempre recordaremos
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Valiant Acapulco 1964 era fabricado en nuestro territorio, desde que salió al mercado se convirtió en un modelo admirado por los jóvenes.

Este automóvil debe su nombre a Carroll Hall Shelby, quien sirvió durante la Segunda Guerra Mundial como instructor de vuelo y piloto de pruebas, posteriormente dirigió una pequeña flota de camiones de residuos y entró al negocio petrolero para después dedicarse a la cría de aves. Finalmente Shelby optaría por destinar su vida al automovilismo como piloto, propietario, fabricante y consultor; fue hasta 1960 cuando Shelby dejó de pilotar y se dedicó al diseño de automóviles.


El veloz Shelby Cobra

Se dice que Carrol tuvo un sueño en el que veía a una cobra parada en el cofre de su auto. Así fue como, de la mano de Ford Motors Company nació el Shelby Cobra, considerado como uno de los automóviles más rápidos que han existido. Contaba con carrocería de aluminio y un motor V8, es decir, de 8 cilindros de 260 pulgadas cúbicas capaz de producir 260 caballos de fuerza. En 2016 el primer Shelby Cobra fue subastado y rompió récord al ser vendido en 13.75 millones de dólares.

Al hablar de los 260 caballos de potencia del Shelby, queda decir que los “caballos de fuerza” o “Horses of power” también traen consigo su propia historia: en 1970, en medio de la Revolución Industrial, el escocés James Watt diseñó un modelo de medición basado en la capacidad de carga de los caballos. Watt creó motores que se compararan con la potencia de un caballo, basándose en la hipótesis de que un “caballo de vapor” correspondía a 150 por ciento de la potencia con la que este animal trabajaba en un día normal. Precisamente, un “caballo de vapor” es la potencia necesaria para elevar 75 kilos a un metro en un segundo.

Los coches que siempre recordaremos
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El primer Shelby Cobra todavía es considerado como uno de los automóviles más bellos y veloces que han existido en la historia del automovilismo. Se ganó el reconocimiento como uno de los mejores deportivos.

La primera generación de Golf 1 en Alemania, Caribe en México y Rabbit en Estados Unidos, se comercializó en nuestro país en 1977, aunque su fabricación inició desde 1974; el diseño corrió a cargo del italiano Giorgetto Giugiaro, quien creó el concepto del “compacto deportivo”, tratándose de un automóvil que medía 3.7 metros, con inyección de combustibles y una potencia máxima de 110 caballos de fuerza.


AÑOS SETENTAS
Volkswagen Caribe, el que Echeverría Bautizó

La Caribe se convirtió en uno de los automóviles más deseados en la historia, con alrededor de 22 millones de piezas vendidas, era una bomba en el mercado; en 1975 la revista australiana Wheels le entregaría el reconocimiento del “Auto del año”.

Sobre el peculiar nombre de “Caribe”, gira una leyenda urbana desprendida del mundo automovilístico: según el mito fue Luis Echeverría el que pidió expresamente a Volkswagen que se cambiara el nombre de Golf 1 a Caribe. Su objetivo era poner en la mente de la población destinos turísticos como Cancún, Quintana Roo, para promover la visita a estas zonas.

Manuel Mondragón de 50 años se declara aficionado a los automóviles, relata que él tuvo una Caribe y todavía la recuerda con cariño: “si tuviera una foto de mi Caribita te la daría para que la pongas en tu reportaje. Lástima que ya se me perdieron”, el señor Manuel se deja llevar por el ayer y explica que vivió grandes experiencias con su Caribe, por eso se niega a olvidar al automóvil que lo acompañó por muchos años.

Los coches que siempre recordaremos
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La Caribe se posicionó en el aprecio de la población mexicana, que arropó a este automóvil como parte de la cotidianidad.

El 12 de noviembre de 1949, Heinz Nordoff, presidente ejecutivo de Volkswagen, presentó el 1er Volkswagen Transporter (Volkswagen tipo 2). La peculiaridad de este automóvil era que contaba con el motor en la parte trasera, además de su amplitud para pasajeros.


Volkswagen Tipo 2 o “Kombi”

Fue conocido como Kombi, Microbús y Minibús. Dentro del ideario popular se le relacionó con el movimiento contracultural hippie, inclusive, en Estados Unidos, se le apodó “Hippie Van”.

Los ingenieros y diseñadores encargados del proyecto, decidieron potenciar el sistema de frenos y redondear la parte frontal para tener un impacto positivo en el consumo de gasolina. De igual manera, se optó por soldar la carrocería y el chasis en conjunto con un bastidor auxiliar adicional.

Llegó a nuestro país en 1970. Era en el trasporte público donde más se solicitaba su uso, es por esto que todavía se le llama “kombis” a las unidades que cada día trasladan a sus hogares a cientos de mexicanos.

Actualmente Volkswagen busca revivir este modelo a través de El I.D. BUZZ, un auto inspirado en el diseño de la kombi, pero con tecnología de alto nivel. Se planea el lanzamiento del vehículo hasta el 2020.

Los coches que siempre recordaremos
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El Volkswagen tipo 2 o kombi, fue tomado por la contracultura para  ser convertido en un ícono del movimiento hippie.

Toca el turno a un automóvil que se convirtió en objeto de culto para cinéfilos y adictos a la velocidad, se trata del DeLorean DMC-12, el mítico coche del largometraje Volver al futuro (Back to the future).


AÑOS OCHENTAS
DeLorean DMC-12, el coche que viajaba en el tiempo

La historia de DeLorean Motor Company parece bastante catastrófica, pues el auto que nos compete fue el único modelo que salió al mercado, después sobrevino la quiebra definitiva de la compañía debido a problemáticas económicas. Para terminar de derrumbar las nulas esperanzas de la empresa, John Delorean fue encarcelado por tráfico de drogas, en un intento infructuoso por obtener fondos que salvaran la compañía.

En enero de 1981 el primer modelo salió a la venta en Irlanda del Norte, haciéndose de varios fanáticos aún antes de la aparición de la cinta que tiempo después lo lanzaría a la fama. Era reconocido como el auto con alas de gaviota, convertido en un vehículo deportivo admirado por el gran público; el primer prototipo suponía 170 caballos de fuerza, pero la potencia fue reducida a 130 por la legislación vigente en Estados Unidos.

Fue en 1985 cuando se convirtió en el trasporte que ayudó a Marty McFly a viajar por el tiempo, en la ya mencionada cinta Volver al futuro.

Los coches que siempre recordaremos
Los coches que siempre recordaremos

El DeLorean alas de gaviota es reconocido mundialmente, sobre todo por su aparición en la película de Robert Zemeckis, Volver al futuro.

Gran Marquis fue un modelo de Mercury, una marca de automóviles americanos, filial de Ford. La empresa se fundó en 1938 por Edsel Ford, hijo de Henry Ford. El nombre de “Mercury” hacia honor a Mercurio, el Dios romano.


Grand Marquis primera generación

El Grand Marquis fue un vehículo de gran tamaño, con tracción trasera y un motor de ocho cilindros. Era posible obtenerlo con carrocería de dos puertas, cuatro puertas y en versión vagoneta; contaba con inyección de combustible y se acoplaba a una transmisión automática de cuatro velocidades. En 1985 el carburador dejaría su lugar a la inyección electrónica centralizada y, más adelante, se adoptaría la inyección electrónica secuencial.

En nuestro país tuvo una época de auge durante los ochentas; pese a ello, en 1984 dejó de comercializarse en México, pues un año antes el Estado emitió un decreto de ley en el que prohibían los motores de ocho cilindros (V8) en coches y camiones comerciales. El alegato de esta prohibición se fundaba sobre todo en el alto nivel de contaminación que generaban los automóviles con motores V8.

La primera generación fue ocupada en la creación de limusinas y estuvo vigente hasta 1991. Hoy los vemos aún rodando en la ciudad como coches de colección.

Los coches que siempre recordaremos
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El Grand Marquis era reconocido como un automóvil para la clase ejecutiva, debido a su notable elegancia.

El Neon, también conocido como Plymouth Neon, fue un automóvil que se camuflaba con la modernidad de la urbe mexicana. Llegó al país en 1994, convirtiéndose en uno de los automóviles más ambicionados por la población.


AÑOS NOVENTAS
Dodge Neon primera generación

Era comercializado en una versión sedán y otra coupé. El modelo Sedán se refiere a un automóvil con cuatro puertas, un techo cerrado y en su interior caben perfectamente hasta cinco personas adultas. El coupé está relacionado con automóviles deportivos de dos puertas y con dos o cuatro asientos. Tratándose del Neon ambas versiones gozaban de fama entre los jóvenes de la época, quienes se sentían atraídos por su diseño novedoso, sus faros redondos y un motor de cuatro cilindros con 132 caballos de fuerza. Finalmente los caballos aumentaron a 150, lo que amplió en número a los seguidores de este modelo.

Los coches que siempre recordaremos
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Dodge Neon llamaba la atención del público juvenil, sobre todo por su diseño innovador y deportivo, mismo que se reforzaba gracias a sus faros con forma redondeada.

En los años 90 México contaba únicamente con cinco marcas de coches: Chevrolet, Ford, Chrysler, Nissan y Volkswagen. Fue hasta 1994 cuando llegó Mercedes-Benz. Justamente esta fue la época más lucrativa para el Tsuru de Nissan.


Nissan Tsuru GSR 2000, el gran ahorrador de gasolina

El primer Tsuru arribó al país en 1984, se trataba del Sunny B11; en Estados Unidos fue conocido como Sentra, mientras que en Japón se le nombraba únicamente Sunny. Su precio llegaba a los 141 mil 300 pesos mexicanos de aquella época. Se trataba de un automóvil con un diseño sencillo y un precio económico, en presentación de dos y cuatro puertas. En su versión de salida contaba con un motor de 1.5 litros que beneficiaba en mucho el ahorro de gasolina. Para 1986 el motor se modificó hasta los 1.6 litros.

En 1988 llegó la nueva versión del Tsuru, reconocida con el nombre de Hikari y Ninja Turbo. Ya para 1992 salió a la venta el Tsuru GS, con 88 caballos de potencia en versión automática de cuatro velocidades. Fue hasta 1993 cuando apareció la Tsubame, que heredaba el motor del Tsuru en modelo vagoneta. Finalmente arribó el icónico Tsuru GSR 2000 con 145 caballos de fuerza, frenos de disco en las cuatro ruedas, un motor de 2 litros con 16 válvulas, spoiler trasero y rines exclusivos.

La popularidad del automóvil creció extraordinariamente, pero con el tiempo su diseño se estancó sin innovaciones verdaderas. Los fabricantes no deseaban retirar el modelo del mercado, ni tampoco realizar grandes cambios, ya que esto aumentaría los precios y auguraban la pérdida del nicho que habían ganado en las clases populares. Esta decisión relegó al auto a flotillas o taxis, llevándolo a una desafortunada desaparición.

Los coches que siempre recordaremos
Los coches que siempre recordaremos

El Tsuru era un vehículo económico y ahorrador de gasolina. Con el tiempo se convertiría en uno de los modelos más propensos a ser robados, puesto que sus refacciones gozaban de gran demanda en el mercado.

De acuerdo a Don Rafael Romero Solís, muchos vehículos antiguos fueron descontinuados para ser sustituidos por tecnologías más avanzadas y diseños confortables que se adaptaran mejor a las necesidades modernas. Asegura que los autos actuales son “desechables”, pues los fabricantes no generan productos duraderos.


Del pasado al presente de la industria automotriz

Él es técnico en mecánica automotriz por la Escuela Mexicana de Electricidad y tiene la certeza de que hoy en día los jóvenes “ya no conocen los orígenes de los coches; ya no reparan ni reconstruyen, sólo cambian piezas”.

Las nuevas empresas automotrices “dan luz a coches de mala calidad, por eso la industria automotriz está en su auge, por las refacciones mal hechas” que deben sustituirse de forma constante. Rafael asegura que para la economía de estas empresas es mejor que los coches se descompongan más, pero no es así para los compradores quienes deben padecer con los desperfectos continuos de sus automóviles.

“Actualmente el coche es más barato, pero el mantenimiento es más caro”, Don Rafael explica que los motores tienen menor durabilidad y que las unidades ya no resisten al uso, por lo que las acciones de mantenimiento deben ser más constantes que en otros tiempos, “además en las agencias cobran mucho, por eso la gente prefiere venir a talleres como el mío”.

Entre variadas ocupaciones, Rafael Romero se desempeñó como docente del Colegio de Educación Profesional Técnica (CONALEP) y como especialista de Crysler México. Con el color del aceite en las manos, lamenta que en su profesión, y a pesar de su experiencia, lo consideren “obsoleto” por tener más de 50 años. No obstante, don Rafael sonríe cuando habla de motores, pues dice que para él hacer funcionar uno, es como darle vida a un hijo.

En nuestro comparativo, el año de 1964 corresponde al modelo del automovil y no de la fotografía.

Fotos antiguas:

Archivo El Universal

Fuentes:

Entrevista con Rafael Romero Solís e información de Daniel Velázquez y Manuel Mondragón, Artículo Shelby Cobra, la primera serpiente de la historia, de José Virgilio Ordaz Neckriagén; 10 autos descontinuados desde el 2000, periódico de circulación nacional; DeLorean DMC-12, la historia real de un coche fascinante por Miguel Jorge; La breve historia del mexicanísimo Valiant Acapulco, por Francisco Javier Elenes; Los 100 coches más importantes de todos los tiempos, por Héctor Palomares. Archivo fotográfico de EL UNIVERSAL.

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